Sebastiá Serrano es catedrático de Lingüística en la Universidad de Barcelona. Ha publicado diversos estudios sobre temas de semiótica, lingüística, poética, filosofía, teoría de la ciencia y, es º2sobre todo, un experto en teoría de la comunicación.
En su libro El regalo de la comunicación habla del poderoso lenguaje del tacto. No obstante, en 2020 las circunstancias han prohibido esta vía de comunicación tan importante, la del tacto. ¿Por qué es tan importante?
Ante todo, un abrazo es un regalo resultado de uno de los refinamientos más fascinantes de la evolución. Además de fortalecer los vínculos emocionales, deviene un elemento protector, neruroprotector, diría. En la dieta comunicativa que establecí en mi libro Los secretos de la felicidad, proponía un mínimo de cuatro o cinco abrazos diarios. El abrazo es fuente de neurotransmisores como la dopamina, la oxitocina, la serotonina o las beatíficas endorfinas, generadoras todas del bienestar emocional. Después de un buen abrazo, eres una persona más creativa, más flexible, de más amplia visión de la realidad, más abierta y más atractiva, físicamente y en todos los sentidos. Por todo ello es tan saludable. Es generador de una actitud positiva hacia las otras personas y hacia el mundo. ¡Regálate abrazos! Y, si ahora no puedes, acumula los deseos y despliégalos después; nunca te los pierdas, ya que nos han ayudado a sobrevivir como especie.
Hablas de tu hipótesis de las citas virtuales: háblanos de ella.
Con los avances tecnológicos que exigen más tiempo individual, creo que las personas están perdiendo el miedo a estar solas y aprendiendo a vivir mejor con ellas mismas. Están empezando a darse cuenta de que pueden sentirse parte, pero que están enteras. El otro, la otra, con el que o la que se establece un vínculo, también se siente una parte. No es el príncipe ni salvador de ninguna cosa; es sólo un compañero de viaje. La persona humana es un animal que va cambiando el mundo, y después se ha de ir reciclando para adaptarse al mundo que ha fabricado. Hemos entrado en la era de la individualidad, que no tiene nada que ver con el egoísmo. El egoísta es el que no tiene energía propia y se alimenta de la energía de los otros.
La nueva forma de amor, o más amor, tiene un nuevo aspecto y un nuevo significado. Apunta a la aproximación de dos seres enteros y no de la unión de dos mitades y esto sólo es posible para aquellos que consigan trabajar su individualidad. El individuo, cuanto más capaz sea de vivir solo, más preparado estará para una buena relación afectiva. La soledad es buena; estar solo no es vergonzoso. Al contrario, da dignidad a la persona. Ciertamente, estamos hechos para la proximidad, pero hay formas en la lejanía de acercar la proximidad aunque a veces tengan la forma de nuevas tecnologías que pueden llegar incluso a acabar en formas de autoerotismo.
¿Las clases virtuales?
La teleclase me parece un buen experimento, una oportunidad y una innovación con futuro, resultado de un excelente maridaje de una tecnología emergente y unos formalismos matemáticos muy sofisticados. Incluso puedo verle mucha belleza en el diseño y en la capacidad de simulación. Dicho esto, todavía está lejos de una clase capaz de dar todo el sentido a una vida académica. Asistir a clase es una forma, si quieres, elemental, de vida. Y es un ritual civil de cotidianidad muy bien definido y precioso. Recibes información y creas relaciones y las alimentas y las estabilizas, y tu cerebro lo agradece. El aprendizaje se hace de manera suave y las diferentes memorias lo agradecen. Nos prepara para encuentros y los momentos de espera muchas veces resultan de contactos que masajean nuestro sistema emocional. Empezamos la clase y nuestras neuronas espejo trabajan a destajo para descubrir actitudes, emociones e intenciones en la mente de quien habla, y nos permiten entrar en la mente de quien habla y especular sobre el futuro. El cerebro es una maquina capaz de hacer predicciones. El contexto es un aula, espacio sagrado de recepción de conocimientos. El contexto entero nos habla, aunque sea desde el umbral de la conciencia, y las neuronas espejo nos permiten acceder a espacios mentales inusitados. Una clase normal la vería, pues, como el acto comunicativo con una relación de coste beneficio más favorable a la vez para quien la da y para quien la recibe. A los cerebros les encantan las clases bien dadas.
Mensaje de año nuevo..
Nos urge poder habitar un mundo sostenible. Con una sostenibilidad ecológica, una sostenibilidad social y, sobre todo, una sostenibilidad personal que significa una vida con sentido. Creo que el problema más importante, a día de hoy, es el de la insostenibilidad personal muy relacionada con la incertidumbre instalada ya en el seno de las sociedades avanzadas. De hecho, parece como si la única certeza fuera la incertidumbre. Es urgente encontrar un nuevo sentido de la vida! Como humanistas que nos consideramos nosotros, quiero hacer una llamada al enorme beneficio, a menudo encubierto, de la actividad de leer. Me encanta decir que la lectura es mucho más que disfrutar de un pasatiempo muy agradable. No olvidemos que favorece la atención y la concentración, difíciles de conseguir hoy, la empatía, cada vez más necesaria para navegar por un mar de incertidumbre social, previene la degeneración cognitiva, importante para la gente mayor, favorece la generación de conexiones cerebrales, necesarias para los más jóvenes y para la creatividad, y estimula el bienestar emocional. Deseo de todo corazón la felicidad de las personas que pongáis vuestros ojos sobre estas palabras!
Queremos agradecer al profesor Sebastiá Serrano que haya respondido tan amablemente a las preguntas de nuestra entrevista.
Join the Discussion!