Uno de los pasos fundamentales en la evaluación del riesgo biológico es el análisis pormenorizado de todos los procesos de trabajo y actividades a desarrollar en el laboratorio, con el objetivo de determinar los posibles peligros, los focos de contaminación y sus características. Conocer en qué punto o momento de la actividad se genera el contaminante o puede haber exposición, es esencial para poder valorar la magnitud del riesgo y la idoneidad de las medidas preventivas necesarias para su control.
Las conclusiones obtenidas de este análisis deben estar detalladas en las normas de bioseguridad y los Procedimientos Normalizados de Trabajo (PNT), especificando las técnicas, equipos y medidas más idóneas para evitar o minimizar la exposición o liberación de los agentes biológicos en el ambiente.
Los PNTs deben figurar por escrito y el personal investigador debe conocerlos, estar adiestrado en las técnicas más adecuadas y desarrollar sus tareas según los principios contenidos en estos. Es importante que se compruebe periódicamente su eficacia (inspecciones de seguridad, observaciones planeadas del trabajo) y que estén actualizados y adaptados al proyecto de investigación. Por tanto, hay que revisarlos cuando el proyecto cambie o las actividades a desarrollar difieran en el tiempo.
Aquí encontrará unas guías básicas que le pueden servir como modelo a partir de los cuales personalizar y adaptar a su realidad y particularidad para redactar sus PNTs. Si tienes cualquier duda, contacta con el CBSUB o a través de cbsub@ub.edu.