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La búsqueda envidia retornó 21 resultados.
Mostrando 1 - 20 de 21 resultados (0.07 segundos)
1. - Lourdes Albi Fernández. Carme Vidal Estruel. María José Cle... |
... La competición, la envidia , la vergüenza eran ampliamente utilizadas por nuestros profesores. Pero la supremacÃa era la objetividad de la cultura, de la enseñanza, de nuestro papel de estudiantes; todo estaba ya establecido, ya conocido. El malestar que sentÃamos, quizá muchos, no se expresaba, no nos lo decÃamos ni siquiera entre nosotros. Con el ’68 el malestar reventó, y llevó consigo emociones y sentimientos. En aquel momento la objetividad dejó el puesto a la subjetividad, a su expresión y, por tanto, al papel de los sentimientos y de las emociones. Todo estudiante y enseñante son portadores de emociones y sentimientos, resultado también del cambio de la sociedad, pero los sentimientos se viven de manera elemental, como datos, todavÃa nunca investigados, pero hechos objeto de reflexión. A veces mis estudiantes se pelean entre sÃ, discuten, se insultan. Si les pregunto por qué se han peleado con... |
2. - Carla Lonzi. Autenticidad y reconocimiento en la obra de Carla Lonzi. ... |
... Iglesia y tengo gran envidia de aquellas que os siguen con la cruz porque muestran un ánimo generoso y constante de serviros por puro amor como yo querrÃa; pero cómo lo haré Señor para saberlo. Liberadme si esto es engaño del demonio... No dudéis esposa mÃa...yo doy la gracia conveniente a cada criatura y elijo y llamo a todos por aquel camino que es más oportuno para su bien , aunque a cada uno le parezca que si se hallara en otro estado que en el que se halla harÃa grandes cosas... Las señales que tenéis de mi visita ... Al principio sentiréis temor por miedo de ser engañada y luego os daré luz y cognición de mi alteza y de vuestra bajeza... y cuanto más hagáis para purificaros menos os parecerá haber hecho y estar purificada y asà siempre sentiréis nuevo afán de purgar y purificar vuestra alma para poder amarme, y luego os dejará quietÃsima y toda... |
3. - Carla Lonzi y otras. Los Manifiestos de Rivolta Femminile: la revoluci&oa... |
... y su contrario, la envidia , en el grupo de Rivolta, quedaba bloqueada: ni las reservas ni la aceptación incondicional me impulsaban a abrirme: el peligro de ser malentendida permanecÃa y tenÃa el mismo poder intimidatorio de siempre. No podÃa perorar comprensión ni olvidar que no la iba a tener: asà corrÃa el riesgo de seguir recogiendo en mà misma datos de conciencia generales para el feminismo, con la seguridad que tenÃa de estar en el buen camino , más que reconstruir los momentos que los habÃan producido. Un dÃa Sara me habÃa dicho en el grupo: ‘Lo que no se entiende es de dónde te viene tanta seguridad’. Tampoco yo lo entendÃa, y el hecho de que siguiera adelante sin buscar hasta el fondo el origen de esto, me tenÃa en suspenso."†7 Asà habla una visionaria o una poeta , sin saber bien lo que dice, si bien gracias a su mediación viviente, a su hacer de ... |
4. - María-Milagros Rivera Garretas. Signos de libertad femenina. (En di&... |
... de complejo de Edipo o de envidia del pene), lo femenino libre fue perseguido hasta hacerlo desaparecer de la enseñanza reglada, y la competencia simbólica sobre el cuerpo , que la madre da con el cuerpo que regala, se la fue atribuyendo legalmente el Estado , aliado hasta hace poco con la Iglesia jerárquica. El cambio de orden simbólico que impuso a Europa la modernidad necesitó, logicamente, de la caza de brujas. Solo esto puede explicar esta tragedia insoportable de la historia humana masculina. Digo “lógicamente†con ironÃa , porque el racionalismo moderno y su lógica triunfaron a costa de las mujeres y de lo femenino libre , 24 que desborda los lÃmites de la lógica en los que el hombre moderno estereotipado se sintió seguro . El final de la caza de brujas a partir de 1700 lo asocia la historiografÃa de todas las tendencias con el triunfo de la revolución cientÃfica del siglo... |
5. - Carla Lonzi y otras. Manifesto di Rivolta Femminile. Roma, luglio 1970. |
... y su contrario, la envidia , en el grupo de Rivolta, quedaba bloqueada: ni las reservas ni la aceptación incondicional me impulsaban a abrirme: el peligro de ser malentendida permanecÃa y tenÃa el mismo poder intimidatorio de siempre. No podÃa perorar comprensión ni olvidar que no la iba a tener: asà corrÃa el riesgo de seguir recogiendo en mà misma datos de conciencia generales para el feminismo, con la seguridad que tenÃa de estar en el buen camino , más que reconstruir los momentos que los habÃan producido. Un dÃa Sara me habÃa dicho en el grupo: ‘Lo que no se entiende es de dónde te viene tanta seguridad’. Tampoco yo lo entendÃa, y el hecho de que siguiera adelante sin buscar hasta el fondo el origen de esto, me tenÃa en suspenso."†7 Asà habla una visionaria o una poeta , sin saber bien lo que dice, si bien gracias a su mediación viviente, a su hacer de ... |
6. - Carla Lonzi y otras. Manifiesto de Rivolta Femminile. Roma, julio 1970. |
... y su contrario, la envidia , en el grupo de Rivolta, quedaba bloqueada: ni las reservas ni la aceptación incondicional me impulsaban a abrirme: el peligro de ser malentendida permanecÃa y tenÃa el mismo poder intimidatorio de siempre. No podÃa perorar comprensión ni olvidar que no la iba a tener: asà corrÃa el riesgo de seguir recogiendo en mà misma datos de conciencia generales para el feminismo, con la seguridad que tenÃa de estar en el buen camino , más que reconstruir los momentos que los habÃan producido. Un dÃa Sara me habÃa dicho en el grupo: ‘Lo que no se entiende es de dónde te viene tanta seguridad’. Tampoco yo lo entendÃa, y el hecho de que siguiera adelante sin buscar hasta el fondo el origen de esto, me tenÃa en suspenso."†7 Asà habla una visionaria o una poeta , sin saber bien lo que dice, si bien gracias a su mediación viviente, a su hacer de ... |
7. - Carla Lonzi y otras. Secondo Manifesto di Rivolta Femminile: “io di... |
... y su contrario, la envidia , en el grupo de Rivolta, quedaba bloqueada: ni las reservas ni la aceptación incondicional me impulsaban a abrirme: el peligro de ser malentendida permanecÃa y tenÃa el mismo poder intimidatorio de siempre. No podÃa perorar comprensión ni olvidar que no la iba a tener: asà corrÃa el riesgo de seguir recogiendo en mà misma datos de conciencia generales para el feminismo, con la seguridad que tenÃa de estar en el buen camino , más que reconstruir los momentos que los habÃan producido. Un dÃa Sara me habÃa dicho en el grupo: ‘Lo que no se entiende es de dónde te viene tanta seguridad’. Tampoco yo lo entendÃa, y el hecho de que siguiera adelante sin buscar hasta el fondo el origen de esto, me tenÃa en suspenso."†7 Asà habla una visionaria o una poeta , sin saber bien lo que dice, si bien gracias a su mediación viviente, a su hacer de ... |
8. - Carla Lonzi y otras. Segundo Manifiesto de Rivolta Femminile: "yo di... |
... y su contrario, la envidia , en el grupo de Rivolta, quedaba bloqueada: ni las reservas ni la aceptación incondicional me impulsaban a abrirme: el peligro de ser malentendida permanecÃa y tenÃa el mismo poder intimidatorio de siempre. No podÃa perorar comprensión ni olvidar que no la iba a tener: asà corrÃa el riesgo de seguir recogiendo en mà misma datos de conciencia generales para el feminismo, con la seguridad que tenÃa de estar en el buen camino , más que reconstruir los momentos que los habÃan producido. Un dÃa Sara me habÃa dicho en el grupo: ‘Lo que no se entiende es de dónde te viene tanta seguridad’. Tampoco yo lo entendÃa, y el hecho de que siguiera adelante sin buscar hasta el fondo el origen de esto, me tenÃa en suspenso."†7 Asà habla una visionaria o una poeta , sin saber bien lo que dice, si bien gracias a su mediación viviente, a su hacer de ... |
9. Seccion 1 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =1:
... amor y a sus opuestos, la envidia y el odio . Una mediación con la vida , previa, contigua y distinta de la que el espejo inexacto de Atenea le proporcionó a la democracia ateniense; una mediación con la gobernabilidad de la vida que el Humanismo desplazó a la periferia de su definición de lo polÃtico. Las ambiciones socioeconómicas: los dos mayorazgos El 9 de abril de 1805 murió JoaquÃn Fernández de Córdoba Aguilar y Teruel, vecino de Córdoba y señor de la villa de Teba. Quedaron un hermano, llamado José, y una niña , llamada Margarita Fernández de Córdoba , hija natural de JoaquÃn. José Fernández de Córdoba y el tutor testamentario de Margarita (Rafael Izquierdo de Morales) tomaron posesión, cada uno por su parte, de los bienes que habÃa dejado vacantes la muerte de JoaquÃn. Se... |
10. Seccion 10 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =10:
... amor y a sus opuestos, la envidia y el odio . Una mediación con la vida , previa, contigua y distinta de la que el espejo inexacto de Atenea le proporcionó a la democracia ateniense; una mediación con la gobernabilidad de la vida que el Humanismo desplazó a la periferia de su definición de lo polÃtico. Las ambiciones socioeconómicas: los dos mayorazgos El 9 de abril de 1805 murió JoaquÃn Fernández de Córdoba Aguilar y Teruel, vecino de Córdoba y señor de la villa de Teba. Quedaron un hermano, llamado José, y una niña , llamada Margarita Fernández de Córdoba , hija natural de JoaquÃn. José Fernández de Córdoba y el tutor testamentario de Margarita (Rafael Izquierdo de Morales) tomaron posesión, cada uno por su parte, de los bienes que habÃa dejado vacantes la muerte de JoaquÃn. Se... |
11. Seccion 2 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =2:
... amor y a sus opuestos, la envidia y el odio . Una mediación con la vida , previa, contigua y distinta de la que el espejo inexacto de Atenea le proporcionó a la democracia ateniense; una mediación con la gobernabilidad de la vida que el Humanismo desplazó a la periferia de su definición de lo polÃtico. Las ambiciones socioeconómicas: los dos mayorazgos El 9 de abril de 1805 murió JoaquÃn Fernández de Córdoba Aguilar y Teruel, vecino de Córdoba y señor de la villa de Teba. Quedaron un hermano, llamado José, y una niña , llamada Margarita Fernández de Córdoba , hija natural de JoaquÃn. José Fernández de Córdoba y el tutor testamentario de Margarita (Rafael Izquierdo de Morales) tomaron posesión, cada uno por su parte, de los bienes que habÃa dejado vacantes la muerte de JoaquÃn. Se... |
12. Seccion 3 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =3:
... amor y a sus opuestos, la envidia y el odio . Una mediación con la vida , previa, contigua y distinta de la que el espejo inexacto de Atenea le proporcionó a la democracia ateniense; una mediación con la gobernabilidad de la vida que el Humanismo desplazó a la periferia de su definición de lo polÃtico. Las ambiciones socioeconómicas: los dos mayorazgos El 9 de abril de 1805 murió JoaquÃn Fernández de Córdoba Aguilar y Teruel, vecino de Córdoba y señor de la villa de Teba. Quedaron un hermano, llamado José, y una niña , llamada Margarita Fernández de Córdoba , hija natural de JoaquÃn. José Fernández de Córdoba y el tutor testamentario de Margarita (Rafael Izquierdo de Morales) tomaron posesión, cada uno por su parte, de los bienes que habÃa dejado vacantes la muerte de JoaquÃn. Se... |
13. Seccion 4 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =4:
... amor y a sus opuestos, la envidia y el odio . Una mediación con la vida , previa, contigua y distinta de la que el espejo inexacto de Atenea le proporcionó a la democracia ateniense; una mediación con la gobernabilidad de la vida que el Humanismo desplazó a la periferia de su definición de lo polÃtico. Las ambiciones socioeconómicas: los dos mayorazgos El 9 de abril de 1805 murió JoaquÃn Fernández de Córdoba Aguilar y Teruel, vecino de Córdoba y señor de la villa de Teba. Quedaron un hermano, llamado José, y una niña , llamada Margarita Fernández de Córdoba , hija natural de JoaquÃn. José Fernández de Córdoba y el tutor testamentario de Margarita (Rafael Izquierdo de Morales) tomaron posesión, cada uno por su parte, de los bienes que habÃa dejado vacantes la muerte de JoaquÃn. Se... |
14. Seccion 5 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =5:
... amor y a sus opuestos, la envidia y el odio . Una mediación con la vida , previa, contigua y distinta de la que el espejo inexacto de Atenea le proporcionó a la democracia ateniense; una mediación con la gobernabilidad de la vida que el Humanismo desplazó a la periferia de su definición de lo polÃtico. Las ambiciones socioeconómicas: los dos mayorazgos El 9 de abril de 1805 murió JoaquÃn Fernández de Córdoba Aguilar y Teruel, vecino de Córdoba y señor de la villa de Teba. Quedaron un hermano, llamado José, y una niña , llamada Margarita Fernández de Córdoba , hija natural de JoaquÃn. José Fernández de Córdoba y el tutor testamentario de Margarita (Rafael Izquierdo de Morales) tomaron posesión, cada uno por su parte, de los bienes que habÃa dejado vacantes la muerte de JoaquÃn. Se... |
15. Seccion 6 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =6:
... amor y a sus opuestos, la envidia y el odio . Una mediación con la vida , previa, contigua y distinta de la que el espejo inexacto de Atenea le proporcionó a la democracia ateniense; una mediación con la gobernabilidad de la vida que el Humanismo desplazó a la periferia de su definición de lo polÃtico. Las ambiciones socioeconómicas: los dos mayorazgos El 9 de abril de 1805 murió JoaquÃn Fernández de Córdoba Aguilar y Teruel, vecino de Córdoba y señor de la villa de Teba. Quedaron un hermano, llamado José, y una niña , llamada Margarita Fernández de Córdoba , hija natural de JoaquÃn. José Fernández de Córdoba y el tutor testamentario de Margarita (Rafael Izquierdo de Morales) tomaron posesión, cada uno por su parte, de los bienes que habÃa dejado vacantes la muerte de JoaquÃn. Se... |
16. Seccion 7 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =7:
... amor y a sus opuestos, la envidia y el odio . Una mediación con la vida , previa, contigua y distinta de la que el espejo inexacto de Atenea le proporcionó a la democracia ateniense; una mediación con la gobernabilidad de la vida que el Humanismo desplazó a la periferia de su definición de lo polÃtico. Las ambiciones socioeconómicas: los dos mayorazgos El 9 de abril de 1805 murió JoaquÃn Fernández de Córdoba Aguilar y Teruel, vecino de Córdoba y señor de la villa de Teba. Quedaron un hermano, llamado José, y una niña , llamada Margarita Fernández de Córdoba , hija natural de JoaquÃn. José Fernández de Córdoba y el tutor testamentario de Margarita (Rafael Izquierdo de Morales) tomaron posesión, cada uno por su parte, de los bienes que habÃa dejado vacantes la muerte de JoaquÃn. Se... |
17. Seccion 8 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =8:
... amor y a sus opuestos, la envidia y el odio . Una mediación con la vida , previa, contigua y distinta de la que el espejo inexacto de Atenea le proporcionó a la democracia ateniense; una mediación con la gobernabilidad de la vida que el Humanismo desplazó a la periferia de su definición de lo polÃtico. Las ambiciones socioeconómicas: los dos mayorazgos El 9 de abril de 1805 murió JoaquÃn Fernández de Córdoba Aguilar y Teruel, vecino de Córdoba y señor de la villa de Teba. Quedaron un hermano, llamado José, y una niña , llamada Margarita Fernández de Córdoba , hija natural de JoaquÃn. José Fernández de Córdoba y el tutor testamentario de Margarita (Rafael Izquierdo de Morales) tomaron posesión, cada uno por su parte, de los bienes que habÃa dejado vacantes la muerte de JoaquÃn. Se... |
18. Seccion 9 - Leonor López de Córdoba. Introducción y edici... |
http://www.ub.edu/duoda/bvid/text.php?doc=Duoda:text:2011.02.0001:Sección =9:
... amor y a sus opuestos, la envidia y el odio . Una mediación con la vida , previa, contigua y distinta de la que el espejo inexacto de Atenea le proporcionó a la democracia ateniense; una mediación con la gobernabilidad de la vida que el Humanismo desplazó a la periferia de su definición de lo polÃtico. Las ambiciones socioeconómicas: los dos mayorazgos El 9 de abril de 1805 murió JoaquÃn Fernández de Córdoba Aguilar y Teruel, vecino de Córdoba y señor de la villa de Teba. Quedaron un hermano, llamado José, y una niña , llamada Margarita Fernández de Córdoba , hija natural de JoaquÃn. José Fernández de Córdoba y el tutor testamentario de Margarita (Rafael Izquierdo de Morales) tomaron posesión, cada uno por su parte, de los bienes que habÃa dejado vacantes la muerte de JoaquÃn. Se... |
19. - Lourdes Albi Fernández. Carme Vidal Estruel. Marisé Clement L... |
... dulzura envidia fealdad fidelidad fragilidad fuerza Griselda hogar dulce hogar honestidad honra inadecuación incapacidad indecisión ineficacia inexistencia infravaloración insatisfacción inseguridad inutilidad invisibilidad Malinche-Eva MarÃa menosprecio miedo modestia mudez odio pena perfección provocación pulcritud rencor reposo del guerrero rivalidad sacrificio servilismo sufrimiento timidez vacilación vergüenza virtud II.3.3. Instituciones religiosas II.7.3.a. beata católica devota excomulgada judÃa mártir monja musulmana neófita novicia protestante santa Virgen MarÃa II.7.3.b. abstinencia advocación anatema ayuno beatificación canonización clausura ... |
20. - Leonor López de Córdoba. Vida y traxedias de Leonor López ... |
... amor y a sus opuestos, la envidia y el odio . Una mediación con la vida , previa, contigua y distinta de la que el espejo inexacto de Atenea le proporcionó a la democracia ateniense; una mediación con la gobernabilidad de la vida que el Humanismo desplazó a la periferia de su definición de lo polÃtico. Las ambiciones socioeconómicas: los dos mayorazgos El 9 de abril de 1805 murió JoaquÃn Fernández de Córdoba Aguilar y Teruel, vecino de Córdoba y señor de la villa de Teba. Quedaron un hermano, llamado José, y una niña , llamada Margarita Fernández de Córdoba , hija natural de JoaquÃn. José Fernández de Córdoba y el tutor testamentario de Margarita (Rafael Izquierdo de Morales) tomaron posesión, cada uno por su parte, de los bienes que habÃa dejado vacantes la muerte de JoaquÃn. Se... |