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FEDER: Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
Europa es un conglomerado de regiones con profundas diferencias socioeconómicas, donde el cúmulo de diversas circunstancias históricas y, muy especialmente, el proceso de industrialización han desempeñado un papel esencial en su configuración.
En 1990, la Comisión Europea, una de las principales instituciones de la Unión, a través del Informe Europa 2000 señalaba lo siguiente “ las posibles ventajas que se deriven del mercado único en la Comunidad podrán realizarse plenamente cuando los problemas espaciales hayan sido resueltos, o al menos paliados ”. Los distintos niveles de renta, de actividad y de empleo existentes en Europa, no ofrecen idénticas posibilidades a sus ciudadanos. Estimaciones de la U.E. señalaban, hace unos años, que “ las diez regiones más prósperas de la Unión Europea son tres veces más ricas e invierten tres veces más en sus estructuras económicas que las diez más pobres ”. De ahí que una de las mayores preocupaciones de la U.E. esté siendo la equiparación, en lo posible, de las diferencias entre las diversas regiones, ya que de lo contrario se ponen en peligro los objetivos de cohesión económica y social establecidos por los estados miembros en Maastricht.
La incorporación a la Comunidad, tras las sucesivas ampliaciones, de regiones menos desarrolladas, ha dado lugar al incremento substancial de los desequilibrios territoriales. Los gobiernos nacionales, en un principio, y las instituciones comunitarias, a posteriori, se encargarían de establecer las bases de una política regional en favor de aquellas zonas menos favorecidas. Este hecho culminaría en 1975, tras la adhesión de Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca, con la creación de uno de los principales fondos estructurales europeos el Fondo Europeo de Desarrollo Regional ( FEDER), con el propósito de “ corregir los principales desequilibrios regionales de la Comunidad y especialmente los que son consecuencia de una estructura preponderantemente agraria, de los cambios industriales y del subempleo estructural ”, lo que ponía en tela de juicio la clásica idea de que los mecanismos propios del mercado son capaces de corregir, por si mismos, las diferencias entre regiones con niveles de productividad y de recursos distintos.
En 1987, la Comisión establece una tipología regional para Europa, en base a la utilización de diversas variables dando como resultado una clasificación de seis tipos de regiones problemáticas:
- regiones con niveles bajos de renta, productividad y empleo.
- regiones industriales en proceso de decadencia.
- aquellas cuyo porcentaje de empleo en el sector primario es superior en un cincuenta por ciento de la media de los países comunitarios.
- regiones urbanas deterioradas con problemas de congestión, niveles de desempleo elevados y de renta inferior a la media europea.
- aquellas de difícil accesibilidad, factor que condiciona el desarrollo, y de relativo aislamiento en relación a los mercados y de proveedores.
- regiones periféricas dentro de sus países y en zonas de transición, por lo general poco desarrolladas.
Las ayudas del FEDER han ido, básicamente, dirigidas a la creación y mantenimiento del empleo en los diversos sectores de la economía europea y a la cofinanciación de obras de infraestructura que fomenten el desarrollo regional. Dicho fondo se ha visto, con los años, provisto de un marco legal adecuado y de los recursos de capital necesarios ( hasta un tercio del presupuesto total de la Unión hasta 1999), así como de importantes instrumentos de actuación. Tras los acuerdos de Maastricht, la política regional de la Unión se verá alterada levemente estableciéndose nuevos objetivos para la aplicación de los fondos estructurales de cohesión que son:
1) Objetivo 1: fomentar el desarrollo y ajuste estructural de las regiones menos desarrolladas.
2) Objetivo 2: reconvertir aquellas regiones afectadas por la crisis industrial.
3) Objetivo 3: luchar contra el paro de larga duración y facilitar la inserción de personas excluidas del mercado laboral.
4) Objetivo 4: adaptar los recursos humanos a las diversas mutaciones y evoluciones del sistema productivo.
5) Objetivo 5: reformas de la Política Agraria Común ( PAC ), dos objetivos:
- adaptar las estructuras de producción, transformación y comercialización de las actividades del sector primario.
- fomentar el desarrollo y ajuste estructural de las zonas rurales.
En definitiva, la culminación del proceso de unión de estados pasa irremediablemente por favorecer la solidaridad entre las distintas regiones europeas. Especialmente tras las nuevas incorporaciones y cuando los criterios establecidos por los países miembros obligan a fuertes restricciones presupuestarias, lo que perjudica seriamente las posibilidades de desarrollo de las regiones más débiles. Por tanto, parece necesario la ayuda mutua y la cooperación. De lo contrario se alejaría el proyecto de una Europa unida y equilibrada territorialmente.
El FEDER, ha confeccionado una página Web cuya dirección
electrónica es:
http://europa.eu.int/en/comm/dg16/guide/guidhome.htm.
Constituye una práctica guía que nos permite conocer en profundidad los entresijos de este importante fondo estructural. En el menú principal existen diversos apartados donde se detallan todas las actividades que éste lleva a cabo, así como sus objetivos, programación, herramientas, formas de financiación y ámbito espacial de aplicación. Del mismo modo se pueden consultar por regiones y por separado todos y cada uno de los programas de ayuda. Actualmente ( septiembre de 1997 ), se pueden contabilizar un total de 547 disponibles en la base de datos del FEDER.
En definitiva, una página interesante, algo difícil de encotrar, que constituye una excelente fuente de información recomendable para todos aquellos interesados en los problemas de ámbito espacial, en los desequilibrios territoriales y en los medios que se emplean para su disminución, algo que desde hace ya bastantes décadas preocupa a un gran número de profesionales.
© Jaime López Doval
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