Ar@cne
REVISTA ELECTRÓNICA DE RECURSOS EN INTERNET
SOBRE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona
Nº 99, 1 de agosto de 2007
ISSN 1578-0007
Depósito Legal: B. 21.743-98



EL DEBATE SOBRE LA CRISIS GLOBAL


Mercedes Arroyo

Universidad de Barcelona
arroyo@ub.edu



El debate sobre la crisis global (Resumen).

El término “crisis global” ha venido últimamente a constituir un lugar común en numerosas reflexiones científicas y órganos de difusión. Es un tema complejo en el que se insertan intenciones y percepciones de diverso signo en las que se incluyen todos los aspectos de la vida humana. Nunca habíamos sido tantos ni nunca los recursos se habían utilizado de manera tan exhaustiva. En este artículo presentamos algunas direcciones electrónicas que pretenden orientar sobre un tema en el que, a pesar de las diferentes opciones ideológicas y políticas, parece haber consenso: existe una crisis “un punto de inflexión” a escala global, lo cual no había sucedido hasta ahora.

Palabras clave: crisis global, calentamiento global, energías renovables.


The debate on the global crisis (Abstract).

The expression “global crisis” is commonly used in a wide range of scientific works and diffusion media. It is a complex question in which are melted different purposes and sensitivities as well as there are included all aspects of human life. Never were us so numerous and never the resources were used so exhaustively. In that paper we present some electronic resources to explore these question in which, despite the different ideological and political situations, it seems there exists a certain agreement: we are in a crisis situation, in an inflection point at a global scale and that has never be until today.

Key words: global crisis, global warming, energetic replacement.



El concepto de crisis global se utiliza, en general, como término para referirse a una situación de inestabilidad o de punto de inflexión –crisis- que comporta, según algunos puntos de vista, el riesgo cierto de extinción en que se encuentra la civilización actual como un todo, la Humanidad y hasta el planeta Tierra. Estas primeras afirmaciones deben ser matizadas.

La expresión “crisis global” ha venido a adquirir múltiples connotaciones y puede referirse a cuestiones tan diferentes como los problemas -a escala global- de las migraciones de población; de manifestaciones del precario estado sanitario de importantes contingentes de población; para referirse a la situación de poblaciones desplazadas por causas de violencia, sobre todo, en países de África y Latinoamérica. Se utiliza, también, para referirse al déficit de la balanza de pagos a escala nacional e internacional; para aludir a la repercusión a escala planetaria de conflictos bélicos, la carestía de recursos hídricos o las perspectivas de la vida en la tierra.

Puede sugerir los problemas derivados del calentamiento global de la atmósfera del Planeta, como se hizo en el Protocolo de Kyoto[1] o se puede referir a crisis de subsistencia de determinadas zonas de la tierra, cuyas consecuencias pueden manifestarse a escala global. Volveremos al Protocolo de Kyoto.

En realidad, la expresión “crisis global” se refiere a dos cuestiones relacionadas. Por una parte, a la situación de bancarrota –o, si se quiere, de desequilibrio- que, según ciertos autores, se está produciendo en múltiples aspectos en el mundo actual. A lo largo de la historia de la Humanidad, nunca habíamos sido tantos ni nunca se había utilizado los recursos naturales de una forma tan exhaustiva. En lo que se refiere al concepto de “crisis”, efectivamente, se está aludiendo en todas las publicaciones a una situación en la que se está llegando a un punto crítico, de no retorno.

Por otra parte, y que añade dramatismo a la cuestión, es el alcance de dicha crisis, la escala global o mundial. Actualmente, en la concepción de “crisis global” se pueden incluir prácticamente todos los aspectos sensibles de la vida de la Humanidad en la Tierra que pueden parecer no estar relacionados de manera directa.

Una imagen –la del movimiento del ala de una mariposa- bien conocida en las ciencias naturales y en la meteorología, es particularmente ilustrativa de la íntima relación entre fenómenos aparentemente no vinculados. En 1972, el meteorólogo Edward Norton Lorenz formuló su conocida pregunta como título de su conferencia ante la American Association for the Advancement of Science: «El batir de alas de una mariposa en Brasil ¿puede desencadenar un tornado en Texas?». Con esa interpelación indicaba lo que ya casi nadie puede negar: lo que afecta a un lugar del mundo afecta a la totalidad del Planeta[2].

A escala global, la alegoría de “el ala de la mariposa” puede hacer más evidente la influencia que llegan a ejercer algunos factores sobre determinados aspectos de la vida en nuestro planeta; o, dicho de otra manera, en un medio inestable definido como caótico, único y, por el momento, irrepetible –el Planeta Tierra- la idea del “ala de la mariposa” ilustra sobre la sensibilidad que pueden ofrecer los aspectos de la vida humana sujetos a determinadas condiciones.

Además de las importantes cuestiones que debatió en su conferencia –la predictibilidad del clima, el cálculo numérico o la importancia del ordenador para crear modelos climáticos- Lorenz ejemplificó con el aleteo de un pequeño insecto en un punto determinado del Globo -lo aparentemente banal, lo inesperado- la capacidad para desencadenar una situación de desequilibrio, de inestabilidad, en las condiciones meteorológicas de lugares alejados. En la actualidad, y en un contexto en que todos estamos fuertemente interconectados, la imagen del ala de la mariposa se podría utilizar, también, para ilustrar el concepto de crisis global.

Ciertamente, a escala global todos los aspectos de la vida se encuentran interrelacionados. Desde los sistemas económicos a las relaciones sociales; desde las políticas migratorias de determinados países a las condiciones económicas de otros; desde los flujos financieros a las decisiones de organismos internacionales o desde las pandemias en determinadas áreas de la tierra a las estrategias derivadas de determinadas políticas económicas o ambientales.

En esta nota nos proponemos indagar sobre el concepto de crisis global en sus diversas acepciones. Se puede afirmar que existe acuerdo en utilizar la expresión “crisis global” como sinónimo de un estado de inseguridad, de cambio, en cuestiones decisivas para la subsistencia del género humano en la Tierra. Los más osados no dudan en pronosticar desastres que se desencadenarán si no se pone solución inmediata a determinados aspectos de la vida actual.

De ello es buena prueba la importante cantidad de páginas en Internet que desde diversos puntos de vista analizan ese fenómeno que ya abarca la escala planetaria y que sirve como plataforma para la producción de una cantidad extraordinaria de publicaciones. En el momento de iniciar la búsqueda para elaborar este trabajo, la expresión “crisis global” comprendía 86.300.000 entradas de Internet, lo cual nos hizo restringir la búsqueda a la sección de Scholar Google (o Google Académico). En ese caso, la cifra de referencias descendió a las 473.000[3]. Sin embargo, a lo largo de nuestra búsqueda debimos incorporar otras referencias procedentes del buscador general de Google, ya que pareció importante ampliar la perspectiva a campos escasamente observados por el mundo académico y sí, en cambio, por el mundo de los negocios.

Los organismos que más se ocupan de los efectos que a corto y largo plazo se pueden crear en un contexto de crisis global y que pueden afectar a la Humanidad entera son, en primer lugar, los Gobiernos de los países, con aproximadamente 246.000 entradas, las Universidades con 189.000, seguidos por las Fundaciones de diverso signo, con 117.000 y otras instituciones diversas con 9.500.

Esas cifras muestran la dificultad de llegar a consultar todas las páginas existentes, aunque nos ha parecido razonable seguir el criterio de seleccionar los artículos y referencias de Internet por orden de su aparición, lo cual, evidentemente, puede conllevar la pérdida de páginas situadas en lugares menos preferentes.

Tres son los principales grupos de temas que se insertan en el concepto de crisis global: el cambio climático, y los efectos del calentamiento global de la atmósfera en todos los aspectos de la vida, humana y animal; la gestión de los recursos energéticos; y la economía sostenible y su relación con las poblaciones de amplias zonas de la tierra. Esos grupos de temas están relacionados entre sí. Por poner un ejemplo bien conocido y que se está transformando en un lugar común: si amplias zonas del planeta se desertizan, se aceleran las desigualdades en el acceso a un recurso tan básico como el agua. En ciertas partes del globo, con un solo gesto manual unos pueden acceder al agua necesaria para todas las necesidades; en otras, en cambio, se debe caminar un buen número de kilómetros cada día para acceder a ella..

El conocido activista político y magnate George Soros realizó en los años 1990 un análisis de la globalización económica, en un escenario que preveía crecientemente violento, tanto a escala social como política. Las diferencias entre ciudades, entre países y entre continentes respecto de determinados recursos eran entonces y son actualmente innegables y cada vez más evidentes, lo cual hace suponer movimientos sociales contra esa situación. Era necesario, según Soros, organizar una estrategia de largo alcance que permitiese llevar a todas las naciones a la prosperidad que sólo podía ser alcanzada con el auxilio de instituciones financieras de carácter internacional. De hecho, se trata de la vieja estrategia de no permitir que la situación de conflicto se salga de unos límites controlables.


El debate sobre la crisis global

Las instituciones académicas están particularmente interesadas en la crisis global, aunque no todas mantienen un mismo tipo de planteamiento y por su parte, el término “crisis global” no deja de tener una larga historia intelectual tras de sí. En los años 1980, Samin Amir, Giovanni Arrighi, André Gunder Frank e Immanuel Wallerstein[4] señalaban que el estado de crisis a escala mundial no era, como se percibía por parte de la mayoría de la población mundial, la consecuencia de las acciones de tres grandes “villanos”: la Organización de Países Productores de Petróleo, la antigua Unión Soviética y los países fuertemente industrializados. Para estos autores, el concepto de crisis global se debía de entender dentro de un contexto de economía-mundo capitalista. En ese contexto global, se han ido acentuando las diferencias entre países y se está llegando a un grado elevado de destrucción de la naturaleza y al despilfarro de los recursos naturales. Aun estos autores aludían entonces a otra razón que ha ayudado a crear esa situación de crisis a escala planetaria: el cambio en el sistema de valores sociales que, de manera generalizada, incide sobre los comportamientos de una parte –la más rica- de la Humanidad.

Por el mismo tiempo, se publicaba el libro de Immanuel Wallerstein The Politics of the World-Economy: The States, the Movements, and the Civilizations: Essays[5]. Para este autor, en una situación de economía-mundo, las redes sociales, políticas y, evidentemente, económicas forman una estructura unitaria. La economía-mundo, según Wallerstein, está constituida por una red de relaciones transversales en que inciden entre sí procesos de producción vinculados, en los que también se incluyen otros procesos sociales y las personas que los integran.

En relación con estas afirmaciones, un elevado número de páginas en Internet señala la desigualdad que se produce en la sociedad y en las pautas de consumo de una parte de la población mundial. Desde un punto de vista cercano al anarquismo, una página que parece tener una cierta relevancia es la que publica en Internet la australiana New South Wales University que coordina el profesor Ted Trainer[6].

En el frontispicio de dicha página se puede leer: “La vía más fácil: trabajar para lograr la transición desde una sociedad de consumo a una sociedad más simple, cooperativa, justa y ecológica”. Como se puede comprobar al consultar dicha página, en ella se ofrece una visión holística y bastante radical en contra de determinados aspectos que afectan globalmente la vida de las personas, como el consumo masivo por parte de los países que se lo pueden permitir en detrimento de los que carecen de lo más imprescindible.

Esa página cuenta con varios índices de apartados, por lo que resulta extremadamente fácil poder acceder a cada uno de los temas de interés de quienes la consultan. Los grandes capítulos son (y traducimos): Los límites al crecimiento; El problema medioambiental; El desarrollo del Tercer Mundo; Economías alternativas; Paz y conflicto y el tema que se halla presente en todos y cada uno de los anteriores apartados: Una vida más simple. También se puede consultar más de un centenar de artículos, entre ellos los del propio profesor Ted Trainer.

Para los lectores en castellano se pueden consultar páginas de contenidos similares. Entre los temas más relevantes se encuentran los diversos llamamientos realizados por organismos internacionales (Unicef, ONU, etc.) a favor de un consumo más solidario y racional de los recursos del planeta a lo que volveremos después.

Algunos científicos del campo de la biología, como el científico Carlos Duarte[7], advierten hace tiempo sobre los peligros que conlleva un consumo creciente de recursos naturales y energéticos o sobre las dificultades de pervivencia de determinadas especies animales o vegetales. También en castellano se encuentran diversos llamamientos desde el anarquismo sobre el cuidado por el medio ambiente y la diversidad biológica.

Ciertas páginas están dedicadas a prever la forma en que la crisis global afectará a escala planetaria la salud de la población mundial. Entre ellas, y en lugar destacable señalamos la página de la Pan American Health Organization[8] o la misma que publica la Organización Mundial de la Salud[9].

Dedicadas sólo a la crisis global en la salud a escala mundial se pueden visualizar en Google más de 1.400 páginas. Entre ellas, cabe destacar las dedicadas a las enfermedades endémicas en países con escasos recursos económicos, los llamamientos –en colaboración con UNICEF- en pro de la verificación de la fiabilidad de determinadas vacunas frente a diferentes enfermedades endémicas –fiebre amarilla, tracoma, esencialmente- que afectan a amplios segmentos de la población a escala mundial. Desde esa misma dirección se puede acceder a la hemeroteca de documentos electrónicos de la Organización Mundial de la Salud desde el año 2003.

Entre ellos, es interesante consultar las resoluciones que se han ido tomando por parte de ese organismo junto a otras instituciones respecto a dos aspectos relacionados: crisis global y SIDA (Virus de Inmunodeficiencia Adquirida)[10]o a la relación entre género y SIDA/VHI[11]. También se puede acceder a la versión castellana[12].

Desde el punto de vista de las organizaciones no gubernamentales a escala internacional es importante tener en cuenta la página de UNICEF. La página inicial en castellano de dicha institución cuenta con un buscador específico desde el que se puede acceder a más de 200 documentos en los que se da preferencia a las enfermedades endémicas de África Oriental y Meridional; la pandemia del SIDA, la situación laboral de las mujeres respecto de los hombres y el número de horas de más trabajadas por las primeras[13].


La versión economicista de la crisis global

No es extraordinario, por otra parte, que desde algún punto de vista se niegue que existe una crisis a escala planetaria. Por ejemplo, en algunas publicaciones, como la dedicada al calentamiento global de la atmósfera terrestre no se considera que sea suficiente motivo para creer que existe una crisis global[14]. Según este punto de vista, todas las épocas han experimentado cambios climáticos que han provocado, ciertamente, cataclismos como respuesta al crecimiento de la Humanidad. Si es cierto que ya desde los años 1970, el temor a un calentamiento global hizo exclamar a numerosos estudiosos que “el calentamiento del clima de la Tierra está cambiando más rápidamente de lo que los expertos suponían”, según el punto de vista economicista, esta situación era esperable: si se debía considerar el progreso y el crecimiento económico como favorables al bienestar de la sociedad, se debía aceptar como inevitable -dado el crecimiento exponencial de la población y de su utilización de los recursos fósiles- un cierto tributo a dicho crecimiento.

Desde la economía –o desde el punto de vista de algunos economistas- no se puede asegurar que exista una relación directa entre calentamiento global y crisis global excepto en las franjas de los trópicos. Los cambios bruscos en las temperaturas extremas han sido una constante en la historia del Globo, pero eso no implica que exista un calentamiento global. La conclusión de ese y razonamientos parecidos es que “si esta situación se puede considerar un estado de “crisis’, entonces debemos concluir que el mundo está en perpetua crisis”. Una prueba de ello es que el aumento del nivel de los océanos ha sido fluctuante durante los últimos 12.000 años y bastante más estable en los siglos más recientes. Según algunas afirmaciones, un par de milímetros en los últimos cien años no parece cifra suficiente para crear la alarma.

Asimismo, para este enfoque los efectos del calentamiento global sobre la agricultura no parecen ser tan perniciosos como se sostiene en otros ámbitos de debate. Las temperaturas de la India aumentaron durante la segunda mitad del siglo XX, pero en ese mismo período su agricultura creció extraordinariamente. El impacto sobre las enfermedades endémicas también es dudoso. Enfermedades como la malaria tienen más que ver con la pobreza de la población y con las medidas sanitarias de carácter público que con el aumento global de las temperaturas, lo cual no deja de ser bastante cierto.

De alguna manera, ciertos argumentos utilizados desde las instancias económicas –y desde puntos de vista académicos, sin duda- muestran una clara “vocación antimalthusiana”, cuestión ésta bastante recurrente. En cierto modo, en la actualidad parece existir una corriente de pensamiento de signo contrario tanto frente a Malthus como, por ejemplo, frente a las conclusiones del Informe Meadows de 1972[15]. Ciertamente, Malthus se equivocó al relacionar el crecimiento exponencial de la población y el crecimiento aritmético de los recursos. Y se equivocó porque no tuvo en cuenta el progreso tecnológico, entre otras cuestiones importantes. Quizás las versiones más “economicistas” actuales estén influidas por el rechazo a las teorías maltusianas y en consecuencia, a las propuestas de crecimiento cero. Es posible, sin embargo que exista una tercera vía que ponga de acuerdo las versiones más catastrofistas del cambio climático y de la crisis global con otras políticas claramente economicistas que fían en el crecimiento económico y en el progreso científico la solución a los problemas actuales.


La tercera vía

A menudo, sólo se tendría que pensar en utilizar de manera racional y eficiente los medios naturales. Si la economía es la ciencia que enseña a utilizar medios escasos para usos alternativos, la economía está llamada a ejercer un importante papel en la gestión de unos recursos que desde diferentes ámbitos se presentan como finitos. Quizás ya no sea posible negar la evidencia de una crisis global en aras de un crecimiento continuado.

Una de las páginas más provechosas sobre los aspectos más relevantes de la crisis global es la financiada por la David Suzuki Foundation[16], muy crítica con un país, como Canadá, cuyas riquezas naturales parecen inagotables. Sin embargo, esa especie de reserva biológica a escala global podría agotarse más rápidamente de lo que se suele suponer. En ese país, a diferencia de otros del área centroeuropea, se observa una actitud escasamente previsora con el objetivo de proteger el capital natural.

Dicha fundación se ha fijado esencialmente en las políticas que favorecen la inversión en innovaciones, en el progreso tecnológico orientado al ahorro energético y el fomento de actitudes respetuosas con el medio ambiente, como se realiza en países como Suecia, Alemania, el Reino Unido, Dinamarca y Holanda. También se analiza la crisis global desde diferentes aspectos, sobre todo con referencia a la conservación de la salud y a la gestión razonable de los recursos energéticos.

La página contiene diversas secciones de estudio para cada uno de los grandes grupos de interés en la cuestión de la crisis global. En la primera de esas secciones -Switch Green: How to promote energy efficient appliances in Canada[17]- se analizan los medios para promover aplicaciones de la energía más eficientes especialmente en un país, como Canadá, que constituye actualmente una de las reservas de recursos naturales más importante del planeta.

Otra sección, titulada Drive Green: Tax incentives for efficient company cars, como indica su título, trata de frenar el consumo de combustibles fósiles en los automóviles[18]. Asimismo, es de sumo interés la sección Farmland Forever: Agricultural land-use reform[19] y la sección dedicada a la producción de electricidad en el Estado canadiense de Ontario Smart Generation: An analysis of electricity production in Ontario[20] o la cría en piscifactorías de diversas especies para consumo humano con el objetivo de evitar el expolio de los mares Economic Analysis of "closed-tank" fish farms[21]. Es interesante comprobar que en países como Canadá, cuyas riquezas naturales se suponen inagotables, se haya puesto bien temprano la mirada en el uso eficiente de su agricultura y la producción de alimentos.

Una página que muestra también la preocupación por la crisis global es la del Global Europe Anticipation Bulletin[22] que se publica simultáneamente en inglés, francés y alemán. Según se explica en la última edición de dicho boletín, el año 2007 debe de ser el de la “fase de impacto de la crisis sistémica global”. Según esta afirmación, el sector financiero será uno de los más afectados como consecuencia de su vinculación con el comercio internacional, los tipos de cambio y el consumo de energía. En un artículo bastante interesante, se pregunta si la fase de inestabilidad del sector financiero que parece avecinarse puede “convertirse en el detonante de un colapso económico capaz de cuestionar la globalización”.

Para paliar lo que parece irreversible –una crisis financiera a escala global y, en consecuencia, la eclosión de un estado de inseguridad a escala también global- y desde un punto de vista claramente economicista pero particularmente interesante es la página del Global Crisis Center que, como reza su subtítulo, se considera “un vínculo vital para tiempos críticos”[23].

Esa página está dedicada esencialmente a dar respuestas desde el mundo de los negocios a desastres ecológicos en diversas partes del mundo. Desde la misma se intenta aportar soluciones y alternativas a equipos directivos de empresas y organizaciones gubernamentales en casos de emergencias. Como se señala en la presentación de dicha página, el Global Crisis Center propone “las mejores respuestas desde el sentido común” en situaciones de crisis. Según dicha página, “una gestión de excelencia y de calidad son las ‘venas’ de una organización lógica de los negocios a escala global”. Diversas secciones –consultoría, cursos especializados en gestión de crisis global, desarrollo de proyectos, negocios, conferencias y eventos- ofrecen una amplia oferta de posibilidades de acción para los directivos y ejecutivos de empresas.

Otra interesante página sobre el manejo de la crisis global se publica por el grupo norteamericano Edelman’s Crisis & Issues Management[24]. Está dirigida también y de manera especial a las empresas y se orienta a prever los efectos de la crisis global, centrada en varios aspectos vinculados con la economía de mercado. Tal como se explica en la pagina de Internet, “asesora a las empresas económicas a anticiparse, organizar y prever situaciones complejas vinculadas al medio ambiente” como crisis medioambientales o desastres naturales entre otras.


El “efecto invernadero” y la crisis global

Debemos indicar que el Protocolo de Kyoto, mencionado al principio, merece una atención especial. En ese informe se puede decir más alto pero no más claro: En las pasadas décadas se han detectado cada vez más elevadas concentraciones de gases en la atmósfera de, entre otros, CO2 en lo que se ha dado en llamar el “efecto invernadero”. En el Protocolo de Kyoto se señala la hipótesis de que si se continúa con esa acumulación de gases con efecto invernadero, aumentará la temperatura media de la superficie de la Tierra, lo que causará varios cambios en el clima a escala global, aumentará el nivel de los océanos, cambiaran los sistemas agrícolas y los ecosistemas, lo cual, a su vez, deteriorará el medio en general.

Más de tres millones de páginas sobre los efectos económicos del calentamiento global y los medios de paliarlo parecen una cifra suficiente para explicar que, efectivamente, ciertos sectores económicos a escala mundial y local están ocupados en estudiar los efectos de dichos cambios climáticos. Luego existen. En especial, sugerimos la dirección del organismo independiente Global Warming Updates [25], desde donde su puede acceder a tres tipos de documentos: los procedentes de las ciencias –físicas y biológicas, esencialmente- los que provienen del campo de la política y los que se elaboran desde el campo de la economía. En los tres apartados se puede observar que en casi ningún caso se niega lo que ya se considera una realidad: el cambio climático producido por numerosos factores, pero de manera especial por los de carácter antrópico. Otra cosa es que sus efectos puedan ser aceptados, combatidos o simplemente paliados.

Algunas publicaciones, sin embargo, frente a los planteamientos del protocolo de Kyoto, sostienen que el cambio climático se debe a movimientos cíclicos que no son nuevos en la vida del Planeta. Por ejemplo, sobre las emisiones de CO2 y sus efectos sobre los océanos, un interesante estudio de la Pequeña Edad de Hielo en la Edad Media, basado en el estudio de muestras biogenéticas en el nordeste del Mar de Arabia, vincula la disminución de temperaturas y la frecuencia de los monzones en esa época[26]. Lo cual indica, según este estudio, que las emisiones de CO2, a las que se atribuye constituir la mayor causa del cambio climático, no son más que los efectos de un hecho coyuntural.

En la misma línea, un apartado de este sitio en la sección económica es Resources, en éste se puede observar una interesante comparación fotográfica del nivel del mar en Tasmania desde 1841[27]. Contra lo que se mantiene comúnmente, desde esa fecha hasta la actualidad, el nivel del mar ha descendido significativamente en esa zona.

La importancia innegable del aumento de temperaturas del globo tiene su respuesta desde el mundo empresarial. Numerosas páginas en Internet están dedicadas a mitigar dichos cambios. No es, por tanto, ninguna creencia más o menos sustentada por unos pocos científicos; es un hecho lo suficientemente importante para que las empresas de consultoría empresarial hayan tomado conciencia de los pingües beneficios que les puede reportar la asesoría en el mundo de los negocios. Por ejemplo, la ya citada página del Global Crisis Center que, como se ha señalado, está dedicada a orientar a empresarios interesados en prever las condiciones negativas de una crisis global generalizada, también se ocupa de orientar a esos mismos empresarios sobre aspectos relacionados con el calentamiento global.

Esto nos da pie para entrar en un tema que afecta de manera extraordinaria al conjunto de la Humanidad, nos referimos a la relación entre el consumo de combustibles fósiles y las energías renovables.


Las energías renovables

“¿Y ahora qué hacemos?”. Así titulaba el periódico La Vanguardia del 3 de febrero de 2007 su reflexión después de la difusión del informe del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático impulsado por la ONU del día anterior en París. A partir de éste, pocas dudas pueden quedar ya sobre la influencia negativa de la actividad antrópica sobre el medio ambiente y las graves consecuencias que ya se detectan en amplias zonas del planeta. La nueva evaluación de la ONU confirmaba los resultados del Informe Stern[28], del 30 de octubre de 2006, que mostró algunos de los diferentes escenarios posibles que se generarán si continúa la carrera por el incremento de la industrialización. Como señala el mismo Nicholas Stern[29], la industrialización es el estadio económico al que ciertamente todos los países desean llegar. Pero también señala que no son tanto los países en vías de industrialización los que contribuyen al calentamiento global de la Tierra sino muchos países dentro del grupo de los más industrializados[30]. Según el Informe Stern, tarde o temprano esos países tendrán que recortar de manera importante sus emisiones de CO2 a la atmósfera. En realidad, las conclusiones que se señalan en dicho trabajo son un conjunto de medidas a corto y medio plazo que afectan a todos los países por igual[31].

Ante esa situación, los geógrafos no podemos permanecer insensibles y es por esta razón por la que presentamos una serie de páginas en Internet que recogen algunas de las preocupaciones que desde tiempo atrás se manifiestan desde determinados organismos internacionales.

Evidentemente, exigiría un trabajo de meses recoger informaciones sobre todas las cuestiones que rodean el tema de la necesidad de utilizar energías no contaminantes que además fuesen renovables –es decir, que no se consumiesen como sucede con las fuentes energéticas de origen fósil- en las páginas que se encuentran indexadas en el buscador Google. Casi dos millones de entradas dan fe de la importancia que se le otorga a la cuestión del calentamiento global y de la crisis, asimismo global, que acecha las vidas ya no de las generaciones presentes sino las que llegarán en un demasiado próximo futuro.

Algunas estimaciones suponen que con seguridad el planeta experimentará en el siglo XXI una evolución de las temperaturas y de las precipitaciones que probablemente conllevarán olas de calor más frecuentes en la mayoría de regiones y lluvias torrenciales también más frecuentes, así como un aumento de las áreas afectadas por sequías y el aumento de la actividad de ciclones y huracanes.

Por otra parte, es conocido y la mayoría de los científicos están de acuerdo, en que las energías procedentes de los combustibles fósiles –o, al menos, la posibilidad de descubrir nuevos yacimientos- tienen un límite que los más optimistas calculan en torno al año 2050. Una página especialmente ilustrativa de esa situación es Energiasrenovables así como las diferentes secciones de que consta[32]. Es interesante conocer la opinión de científicos de varios países que coinciden en señalar que uno de los escasos caminos que le queda a la Humanidad es ralentizar la extracción y utilización de combustibles fósiles –que se agotarán mas bien temprano que tarde- e incrementar los estudios que favorezcan el uso de energías renovables.

Si, por una parte, el calentamiento global está vinculado a la utilización y la sobreexplotación de los combustibles fósiles y por otra parte éstos se consideran no renovables, es lógico que nos preguntemos sobre otro tipo de energías alternativas que no aumenten las emisiones de CO2 y que, al mismo tiempo, reduzcan a niveles sostenibles las actividades productivas.

Como se indica en uno de los numerosos artículos que se insertan en la página señalada, y al margen de otras connotaciones de carácter partidista u oportunista, es necesario tener en cuenta dos referencias a la intervención del ex vicepresidente de Estados Unidos de Norteamérica, una, “Al Gore, en el Primer Encuentro sobre Energía, Municipio y Calentamiento Global”[33], de Madrid; y otra, “Al Gore en España. ¿El huevo del calentamiento global o la gallina del agotamiento fósil?”[34].

Ante esa problemática se están produciendo reacciones desde dos principales tendencias: el bloque que se podría denominar como la procedente de los grandes productores de fuentes de energía bien conocidas y no renovables, esencialmente la fusión nuclear, el petróleo y el gas natural, y la procedente de las fuentes de producción de energías “limpias” y renovables, entre las que destacan las relacionadas con fenómenos y elementos naturales, como la energía solar, la energía geotérmica, la procedente de las mareas, el viento o de la incineración de residuos, la biomasa.

Cada una de esas dos grandes tendencias se esfuerzan en mostrar las ventajas que se derivan de la utilización de las respectivas fuentes de energía en que cifran las mayores ventajas.

Algunas evidencias del interés que suscita en los gobernantes de distintos países –y esencialmente del área europea- están constituidas por la proliferación de estudios, mesas redondas, simposia y conferencias al más alto nivel con el objetivo de frenar y a ser posible disminuir el calentamiento global del planeta. Así, la conferencia del ex vicepresidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Al Gore, señala la importancia que tiene ya la preservación del medio ambiente y a la que la página WEB Foro Nuclear[35] da la mayor importancia. Con el título “Aire limpio con energía nuclear” se muestra la cara más amable de la energía procedente de la fisión nuclear. De igual manera, las páginas WEB procedentes de los países productores de petróleo o gestionadas por empresas internacionales dedicadas a la distribución del gas natural muestran también las ventajas de la utilización de sus energías.

Entre éstas, es interesante observar los argumentos que se ofrecen en diferentes sitios WEB. Por ejemplo, desde la Organización de Productores de Petróleo[36] se pueden observar las características de la oferta de petróleo existente en la actualidad. En esa misma dirección electrónica se puede apreciar, también, la tendencia alcista que ofrecen las cifras sobre reservas de crudo en el mundo, una de cuyas mayores bolsas se encuentra, como es de común dominio, en Oriente Medio: Lo que quizás no es tan conocido es que la segunda zona en importancia en reservas petrolíferas está en algunos países africanos, en los que ya se conocía que existían dichas reservas –Argelia, Angola, Egipto o Libia- u otros en que, además de ser menos conocida la cantidad y calidad de sus reservas de combustibles fósiles, las respectivas luchas étnicas dificultan la explotación de crudo, como Nigeria, Sudán o Gabón.

Esto explicaría muchas de las guerras locales cuya resonancia internacional no manifiesta el grado de interés que puede existir por parte de las mayores empresas petrolíferas a escala mundial, tal como muestra el mapa interactivo bajo el título OPEC flows of crude and refined oil[37]

Este mapa permite observar desde y hacia dónde van los flujos de petróleo; el volumen de negocio, de transporte y de inversión de las mayores empresas petrolíferas a escala mundial –BP, Royal Dutch, Shell, Chevron, Exxon y Total- que se encuentran encuadradas en la OPEC (Organización de países productores de petróleo) y que controlan el 79 por ciento de la producción y distribución del petróleo en el mundo. La consulta de esta y otras páginas similares permite igualmente entender la defensa que se hace de las ventajas del petróleo frente a la energía nuclear, por ejemplo.

Las cuatro grandes zonas petrolíferas del mundo –África, con Nigeria y Libia a la cabeza; el Lejano Oriente, con Indonesia en lugar destacado; América Latina, cuyo mayor país exportador es Venezuela y Oriente Medio, con Iraq y Arabia Saudí a la cabeza, son las áreas en que se observa que parten las más importantes rutas del petróleo.

Respecto al gas natural, Polonia parece contar con las reservas más importantes del bloque de la Europa oriental, lo cual contrasta con el hecho de su escasa explotación, que no le permite mantener una posición de fuerza en el mercado energético. Según estadísticas del 2005, las reservas de la antigua Unión Soviética y a pesar de que multiplican por diez las reservas de los países del Magreb, no llegan ni a la décima parte de las reservas de Polonia. Si eso es cierto, no creemos necesario mostrar las implicaciones económicas y políticas que se derivarían de la situación geográfica de este país y las diferentes relaciones que mantienen sus dirigentes con los países vecinos.

Señalamos ésta y otras páginas similares a las que se puede acceder desde la misma por su importancia para entender que los países productores de fuentes de energías de carácter fósil no se darán fácilmente por vencidos en una previsible lucha por el control de los recursos energéticos. Y sin embargo, es casi seguro que de continuar utilizando y derrochando energías de origen fósil no sólo contribuiremos al calentamiento global del planeta sino que posiblemente contribuiremos a liquidar buena parte de los recursos naturales.

Precisamente, Arabia Saudí organizó para principios de febrero de 2007 la Primera Conferencia Internacional sobre las técnicas para el Desarrollo Limpio (Clean Development Mechanism in Saudi Arabia)[38].

Una idea de los intereses que en la actualidad ocupan a los dirigentes de la Organización de Países Productores de Petróleo se puede observar a partir de los siguientes vínculos:

-Annual Technical Conference and Exhibition (2006): <http://www.webcasting.com/spe06>.
-Asia Pacific Energy Research Center (APEC): <http://www.ieej.or.jp/apec>.
-First Int'l Conference on the Clean Development Mechanism (CDM): <http://www.cdm-saudiconference.com>.
-International Association for Energy Economics (IAEE): <http://www.iaee.org>.
-International Energy Agency (IEA): <http://www.iea.org>.
-10th International Energy Forum (IEF): <http://www.10ief.com.qa/ief/web.nsf/>.
-International Fund for Agricultural Development (IFAD): <http://www.ifad.org>.
-International Monetary Fund (IMF): <http://www.imf.org>.
-Joint Oil Data Initiative: <http://www.jodidata.org>.
-Latin-American Energy Organization (OLADE): <http://www.olade.org.ec>.
-Organization of Arab Petroleum Exporting Countries (OAPEC): <http://www.oapecorg.org>.
-Society of Petroleum Engineers (SPE): <http://www.spe.org>.
-United Nations Conference on Trade & Development (UNCTAD): <http://www.unctad.org>.
-United Nations Statistics Division (UNSD): <http://unstats.un.org/unsd>.
-US Energy Information Administration (EIA): <http://www.eia.doe.gov>.
-World Bank: <http://www.worldbank.org>.

La última referencia constituye, casi, una obviedad como muestra de los vínculos del Banco Mundial con la OPEC. Llama la atención el hecho de que si en el buscador de esta página se escribe “global crisis” aparecen 780 referencias a artículos, documentos e informes. Si después de ello se escribe la expresión “global warming” la cifra total de documentos llega a los 670, lo cual creemos es una prueba del interés que suscitan ambas expresiones, crisis global y calentamiento global.

Un nuevo foco de interés de sus dirigentes es la organización de grandes eventos de carácter divulgativo como la Offshore Technology Conference que se celebró en la ciudad norteamericana de Houston entre los días 30 de abril y 3 de mayo de 2007[39].

La conferencia inaugural se tituló, significativamente, “The petroleum scene: new realities ahead?” Se debe de advertir que moderador y ponentes han sido en su mayor parte de procedencia de los países grandes productores de petróleo.

En la presentación de dicha reunión se dice, por ejemplo, que el petróleo continuará siendo la mayor fuente de energía del mundo durante todo el siglo XXI a pesar de “especulaciones contrarias”; aunque se añade que todos, productores y consumidores, deberán hacer un esfuerzo para adaptarse a las nuevas condiciones ambientales. Es decir, que se reconoce que se están produciendo unas condiciones nuevas en la vida de la propia “pequeña nave llamada Tierra”.


Conclusión

Ésta es una primera aproximación a un tema tan complejo como el de la crisis global, vinculado, como se ha visto, a factores que tienen mucho que ver con la actividad antrópica. Es indudable que, si los peores pronósticos se cumplen, dejaremos a nuestros descendientes una herencia bien difícil de manejar. No se trata de adoptar argumentos catastrofistas ni demagógicos al estilo de algunas publicaciones que pueden obtener, encima, elevados beneficios derivados del cultivo del miedo a escala global. Quizás se trata, más bien, de estar enterados de manera razonable de lo que sucede en nuestro entorno que, en la actualidad, es ya difícilmente soslayable.


Anexo

Algunas páginas sobre la relación entre el calentamiento global y las energías renovables:

-European Comission. Energy: <http://ec.europa.eu/energy/res/sectors/wind_energy_en.htm>.
-European Comission Innovation and technological development in energy: <http://ec.europa.eu/energy/res/index_en.htm>.
-European Comission. Energy for a Changing World: <http://ec.europa.eu/energy/energy_policy/index_en.htm>.
-Foro Nuclear. Foro de la Industria Nuclear Española: <http://www.foronuclear.org/>.
-Mapping interactivo. Revista Internacional de Ciencias de la Tierra: <http://www.mappinginteractivo.com/plantilla.asp?id_articulo=861>.
-Observatoire des Énergies renouvelables: <http://www.energies-renouvelables.org/portail/html/log.asp>.
-Barométre Éolien: <http://www.energies-renouvelables.org/observ-er/stat_baro/observ/baro171.pdf>.
-L'Objectiv éuropeen des 40.000 MW pulverisé: <http://www.erec-renewables.org/>.
-European Renewable Energy Council (EREC): <http://www.managenergy.tv/me_portal/mst/home>.
-European Comission. Directorate General for Energy and Transport: <http://www.hm-treasury.gov.uk/media/8A8/C1/Summary_of_Conclusions.pdf>.
-European Comission. Green Paper: <http://ec.europa.eu/energy/green-paper-energy/index_en.htm>.
-
Tecnociencia. Pilas de combustible de hidrógeno: <http://www.tecnociencia.es/especiales/hidrogeno/introduccion.htm>.
-Crisis energética. Combustibles fósiles <http://www.crisisenergetica.org/staticpages/index.php?page=20031004175733732>.
-Network Solutions: <http://www.greeningearthsociety.org/>.
-Greenpeace International: <http://www.greenpeace.org/international/news/energyrevolution-250107>.


Notas

[1] <http://www.iht.com/articles/2004/01/20/edwall_ed3_.php>. [Acceso: mayo de 2007].

[2] H. Capel, 1993.

[3] En la fecha de publicación de este trabajo, todas las direcciones electrónicas han sido convenientemente verificadas.

[5] I. Wallerstein, 1984.

[6] <http://users.tpg.com.au/users/resolve/globalcrisis/>. [Acceso: mayo de 2007].

[7] <http://www.imedea.uib.es/pressdbfiles/000454/plantas_del_mar.pdf>. [Acceso: mayo de 2007].

[8] <http://www.paho.org/Project.asp?SEL=PR&LNG=SPA&ID=350&PRGRP=events>. [Acceso: mayo de 2007].

[9] <http://www.who.int/es/ [Acceso: mayo de 2007].

[10] <http://66.102.9.104/search?q=cache:MJnPLA69aagJ:bvssida.insp.mx/archivos/mirint.pdf+%22global+crisis%22+%22OMS%22&hl=es&ct=clnk&cd=3&gl=es>. [Acceso: mayo de 2007].

[11] <http://www.paho.org/Spanish/DPM/GPP/GH/Gender&HIVIIsp.pdf>. [Acceso: mayo de 2007].

[12] <http://www.paho.org/Spanish/AD/GE/GenderandHIVSpanish.pdf>. [Acceso: mayo de 2007].

[13] <http://www.unicef.org/spanish/index.php>. [Acceso: mayo de 2007].

[14] <http://abcnews.go.com/International/story?id=2938762&page=1>. [Acceso: mayo de 2007].

[15] Recuérdese las propuestas de Crecimiento Cero que fueron ampliamente reconocidas como la mejor manera de mantener un equilibrio económico -la antítesis del estado de crisis generalizado actual- de los países más desarrollados a costa del crecimiento cero de los que se encontraban en vías de desarrollo).

[16] <http://www.davidsuzuki.org/WOL/Challenge/>. [Acceso: mayo de 2007].

[17] <http://www.davidsuzuki.org/files/SWAG/SwitchGreen-Web.pdf>. [Acceso: mayo de 2007].

[18] <http://www.davidsuzuki.org/files/WOL/DriveGreen_final.pdf>. [Acceso: mayo de 2007].

[19] <http://www.davidsuzuki.org/files/SWAG/DSF-ALR-final3.pdf>. [Acceso: mayo de 2007].

[20] <http://www.davidsuzuki.org/files/Climate/Ontario/Smart_Generation_summary.pdf>.[Acceso: mayo de 2007].

[21] <http://www.davidsuzuki.org/files/Oceans/Pendletonetal.EconofClosedTankSystems_April2005.pdf>. [Acceso: mayo de 2007].

[22] <http://www.leap2020.eu/GEAB-N-10-is-available!-Global-systemic-crisis-in-2007-Financial-sector-Another-bubble-close-to-bursting_a317.html>. [Acceso: mayo de 2007].

[23] <http://www.globalcrisiscenter.com/>. [Acceso: mayo de 2007].

[24] <http://www.edelman.com/expertise/practices/crisis/>. [Acceso: mayo de 2007].

[25] <http://www.globalwarming.org/economics_archive.htm>. [Acceso: mayo de 2007].

[26] Véase: <http://www.co2science.org/scripts/CO2ScienceB2C/data/mwp/studies/l3_nearabiansea.jsp>. [Acceso: mayo de 2007]. Para el índice general de esta página véase http://www.co2science.org/scripts/CO2ScienceB2C/Index.jsp

[27] <http://www.greeningearthsociety.org/>. [ Acceso: mayo de 2007].

[28] Para una rápida y valiosa información ver: <http://es.wikipedia.org/wiki/Informe_Ster>. [Acceso: mayo de 2007].

[29] Sir Nicholas Stern, (22 de abril de 1946) es economista y académico británico. Fue vicepresidente senior para el desarrollo económico y economista en jefe del Banco Mundial de 2000 a 2003, y es ahora asesor económico del Reino Unido.

[30] El texto completo se puede consultar en: <http://www.hm-treasury.gov.uk/independent_reviews/stern_review_economics_climate_change/stern_review_report.cfm>. [Acceso: mayo de 2007].

[31] Véase sobre ello: <http://www.hm-treasury.gov.uk/media/8A8/C1/Summary_of_Conclusions.pdf>. [Acceso: mayo de 2007].

[32] <http://www.crisisenergetica.org/staticpages/index.php?page=20040630195112880#nota31>. [Acceso: mayo de 2007].

[33] <http://www.emcg2007.com/index.php3>. [Acceso: mayo de 2007].

[34] <http://www.crisisenergetica.org/article.php?story=20070205190147543>. [Acceso: mayo de 2007].

[35] <http://www.foronuclear.org/>. [Acceso: mayo de 2007].

[36] <http://www.opec.org/library/Annual%20Statistical%20Bulletin/interactive/FileZ/Main.htm>. [Acceso: mayo de 2007].

[37] <http://www.opec.org/home/ Particularmente interesantes son las secciones siguientes: <http://www.opec.org/library/Annual%20Statistical%20Bulletin/interactive/FileZ/worldmap.swf; http://www.opec.org/home/PowerPoint/Reserves/OPEC%20share.htm>; y <http://www.opec.org/home/PowerPoint/Supply%20and%20Capacity/OPECUpstcap.htm>. [Acceso: mayo de 2007].

[38] <http://www.cdm-saudiconference.com/cdm/navigator.do?>. [Acceso: mayo de 2007]. Añadimos que las páginas que se citan en este apartado son modificadas de manera prácticamente continuada, lo que creemos muestra el interés de sus editores por mantener una presencia activa en el mundo de Internet. Por ejemplo, en la página señalada se puede acceder a los proparativos para la convocatoria de la próxima Conferencia de Países Productores de Petróleo en Viena para el 11 de septiembre de 2007. <http://www.opec.org/home/>.

[39] El programa completo se puede ver en: <http://www.otcnet.org/index.html>. [Acceso: mayo de 2007].


Recursos electrónicos

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Recursos bibliográficos

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WALLERSTEIN, I. The Politics of the World-Economy: The States, the Movements, and the Civilizations: Essays. París / Cambridge: Maison des Sciences de l'Homme, Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, Cambridge University Press, 1984.



© Copyright Mercedes Arroyo, 2007.
© Copyright Ar@cne, 2007.

Ficha bibliográfica:

ARROYO, Mercedes. El debate sobre la crisis global. Ar@cne. Revista electrónica de recursos en Internet sobre Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, nº 99, 1 de agosto de 2007. <http://www.ub.es/geocrit/aracne/aracne-099.htm>.


Geocritica