Menú principal                                                                                                                                  Índice de Scripta Nova
 
Scripta Nova.
 Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] 
Nº 69, 1 de agosto de 2000

INNOVACIÓN, DESARROLLO Y MEDIO LOCAL.
DIMENSIONES SOCIALES Y ESPACIALES DE LA INNOVACIÓN

Número extraordinario dedicado al II Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio)

DE LO GLOBAL A LO LOCAL: LA PERSPECTIVA DE CATALEJO

María Teresa Ayllón Trujillo.
Doctoranda en Geografía.
Universidad Complutense de Madrid. 



De lo global a lo local: la perspectiva de catalejo (Resumen)

La globalización parece ser un proceso totalizador que irrumpe en la sociedad con las innovaciones tecnológicas de las dos últimas décadas y que algunos presentan como capaz de digerir todos los espacios a todas las escalas. Sin embargo, aquí se pretende poner en duda ese concepto de globalización -como un único proceso o como el subsistema central de un proceso complejo- e igualmente se sostiene que no todo lo nuevo son innovaciones, como no todo lo mundial es globalizado, no todo lo que se extiende profundiza a escala local. En este trabajo se expone la concepción y aplicación de un método sencillo ensayado con la pretensión de detectar la profundidad de los impactos debidos a la innovación tecnológica de difusión mundial. Es una propuesta metodológica de análisis global-local, local-global.

Palabras clave: Global-local/ innovación/globalización.



From global to local: the perspective of spyglass (Abstract)

The globalization seems to be a totalizing process that suddenly appears in the society with the technological innovations of the last two decades and that some present like able to digest all the spaces to all the scales. However, here we seek to question that concept of globalization- like an only process or like the central sub-system of a complex process - and it equally is sustained that not everything the new they are innovations, like not everything the World cup is globalizated, not all that it extend to deepen to local scale. In this work is exposed the conception and application of a simple method rehearsed with the pretense of detecting the depth of the impacts owed to the technological innovation of world diffusion. It is a proposal metodological of global-local and local-global analysis.

Key words: Global-local/innovation/globalization


Uno de los problemas que obstaculizan el avance del debate científico, al menos en las ciencias sociales, es el babelismo o inadecuación en la comunicación entre significados y significantes. A mi entender hay dos momentos en que se produce la confusión en los términos del debate: el primero cuando un "concepto" no está bien justificado porque el análisis no se ha producido en todas sus fases y no hay, lógicamente, un resultado sintético, una tesis que lo avale y por tanto no existe un concepto, sino un pre-concepto. Un segundo momento es cuando seguimos utilizando un concepto caducado, esto es acuñado en un pasado que ya no es vigente, y en un proceso diferente de aquel en que lo estamos usando.

Los conceptos -todo el mundo lo sabe- se crean para nombrar y con ello distinguir, un fenómeno concreto, con funcionamiento específico y en un marco determinado, por tanto, se le supone una substancialidad aristotélica o un realismo kantiano. El éxito del concepto es conseguir la universalidad en la comunicación de la información significada, de manera que cuando se enuncia, la comunidad científica trae a su mente -proyecta- todo el análisis que gestó el término. En otro ámbito el no-concepto, o fracaso de un "concepto", se debe a que éste tenga una comprensión ambigua o contradictoria. Las ciencias sociales se caracterizan por estudiar una realidad dinámica y por lo tanto, un concepto social pierde vigencia en la medida que el fenómeno que significaba se modifica o se diluye; a esta caducidad hay que sumarle otro error: el uso abusivo o extrapolado del concepto, lo que podría llamarse proceso de corrupción de los conceptos.

Esta reflexión empezó a gestarse durante la realización de un proyecto de investigación(1) que pretendía ensayar un vinculo metodológico entre el análisis micro y el análisis macro, de manera que se pudieran observar algunos efectos de la globalización en su desarrollo y en el impacto final sobre alguna comunidad humana de este sistema mundo; un método, necesariamente sencillo de análisis que atravesara escalas en espiral centrípeta, requería un lugar donde observar sobre el terreno algún proceso que afectara a la población localizada y que presumiblemente se hubiera gestado en dimensiones mundiales, generado en el proceso de globalización. Primeramente se necesitaba reconocer los procesos globales que estaban vigentes y que conforman esto que tan comúnmente se llama globalización.

Así llegué a la apreciación de que no parecía haber un proceso de globalización sino un conjunto de procesos que, sin ser nuevos alcanzaban recientemente -merced a los medios técnicos- dimensiones mundiales. Conjunto de eventos simultáneos, solapados, contradictorios, consecuentes y reaccionantes. La intersección o conjunción de algunos de éstos alcanzan dimensiones mundiales pero no todos; empujados o interactuados por procesos globales, existen otros que no pasan de ser locales o regionales por la propia heterogeneidad del sustrato humano que los conforma.

De lo global a lo local y de lo local a lo global

A ese método interescalar global-local-global, se le llamó perspectiva de catalejo(2). Perspectiva por considerar que nunca se podría abarcar una visión total aunque se manejaran las diferentes escalas simultáneamente; de catalejo, pues cuanto más pensaba en ese vínculo que atravesara diferentes escalas de análisis, más se representaba en mi imaginación como un catalejo plegable, que según va atravesando distancias adquiere un dimensión mayor o menor, ya que se puede utilizar mirando desde la lente pequeña o desde la grande.

El lugar donde probar el método debería ser dinámico en el presente, es decir debería reflejar la aceleración que caracteriza los procesos globalizadores(3) y tener una población poco heterogénea y preferentemente estable que personalice o culturalice el territorio estudiado, de manera que no introduzca confusión en los resultados del ensayo. Era además, preferible estudiar una población que se avistara desde fuera, con suficiente alejamiento para extraer observaciones no endoculturadas; de esta manera el acercamiento a la población de estudio podría hacerse de manera escalonada, planificando cada vez la forma de dar el paso siguiente y la herramienta técnica con que abordarlo.

Con toda seguridad esos criterios de selección de un área de estudio para un ensayo como el descrito, pueden ser múltiples, de manera que fue casi el azar quien decidió el emplazamiento de un laboratorio que se ha mostrado suficientemente útil. En 1995 se me encargó realizar un mapa con la división municipal de Yucatán (México) y su estructura demográfica resultó tremendamente provocativa: pirámides demográficas con predominio de jóvenes pero con un alto índice de envejecimiento, esto es con enormes recortes de las cohortes en edad reproductiva; otras con el brazo masculino formando una "L" en sentido inverso, es decir, municipios de mujeres. Ante la ausencia de otro tipo de fenómenos, había que interpretar un fuerte proceso migratorio con una mayoría de municipios que aparecían como desestructurados demográficamente.

La población cumplía sobradamente con los requisitos de homogeneidad cultural, daba prueba de ello la extensa bibliografía antropológica y sociológica sobre los mayas, su cultura, su arraigo y las fuertes pervivencias prehispanas en la sociedad yucateca(4) que se hacen patentes en ese más del 40% de la población que habla maya registrada en Yucatán(5). El estudió se realizó sobre el terreno desde junio de 1996 a septiembre de 1997, tal como se proyectó, escalonando las fases como se escala un análisis cartográfico.

La fase a escala macro.

México es en el sistema mundial es un país que hace enormes esfuerzos por situarse entre los países desarrollados, por hacerse un lugar entre las potencias del llamado primer mundo. Es una legítima aspiración, avalada por un pasado vanguardista y por un amplio inventario de recursos; así depende de que indicadores escojamos para mostrar como un hecho que México es una potencia. En primer lugar es una potencia poblacional, con sus cerca de cien millones de habitantes -lo que representa aproximadamente un tercio de la población que suman EE.UU. y Canadá-; es el país más poblado de América Latina, después de Brasil. Su potencia poblacional coloca a la república mexicana en los nodos del sistema mundial. En cuanto a sus dimensiones territoriales (1,972.547 km2.) ocupa el tercer lugar, después de Brasil y Argentina, en Latinoamérica. Por su tamaño México es el gigante de Centroamérica y ejerce un indiscutible liderazgo con sus vecinos hispanos. Culturalmente se trata de un país extraordinariamente rico en diversidad étnico-cultural, en recursos naturales, con fuentes de energía propias; goza de estabilidad e inflación relativamente moderadas y de un respeto internacional de carácter histórico. Sin embargo, los fuertes desequilibrios en el reparto de la renta, los índices de pobreza extrema y la forma no democrática de resolver los conflictos sociales, colocan a la República Mexicana en parámetros tercermundistas.

México ha sido tradicionalmente un país innovador, pionero en las políticas de industrialización, de desarrollo y con una temprana introducción del estado del bienestar. Económicamente ha pasado las etapas de auge y de crisis sucesivas, en los mismos períodos de tiempo que lo hicieron los países más desarrollados. En los años cuarenta tuvo un despegue industrial considerable, en los setenta sufrió la crisis del petróleo y, a finales de la década, fue de nuevo precursor de la reconversión industrial y uno de los primeros países en desmontar el estado del bienestar e introducir políticas neoliberales. Comparte con el resto de América Latina una rica historia, prehispana, hispana y mestiza, la tutela estadounidense, la función de periferia de un mismo centro, el peso abusivo de la deuda externa y del intercambio desigual con el gigante vecino(6).

Yucatán, como región periférica, ha sufrido todas estas etapas desde una situación doblemente dependiente -de México ciudad y del sistema mundial-, en cuanto al poder de decisión, y ha respondido en la dimensión subjetiva acrecentando su tendencia regionalista y con un reajuste poblacional y la explotación de sus recursos. Entre las consecuencias espaciales podemos detectar un centralismo regionalista, expresado en la acumulación urbana y económica de la tradicional capital peninsular, Mérida. El desarrollo industrial y de servicios ha convivido con la agricultura de subsistencia y una fuerte agroindustria (agrios y henequén) e industria extractiva (cementos y sal), ambas enfocadas a la exportación, -cuyos beneficios a menudo salían fuera del estado- que mantenía ocupada directa o indirectamente a la mayoría de la población económicamente activa.

Esta situación cambió considerablemente a partir de los setenta, con el desarrollo de un polo de atracción de mano de obra y de capitales: el fenómeno Cancún. La costa caribeña del estado de Quintana Roo se lanzó a la conquista del turismo en el momento en que la crisis del petróleo, una de las fuertes crisis del henequén y otros factores de estancamiento, afectaban fuertemente la región. El estado de Yucatán que ya presentaba un flujo tradicional de emigración encontró una solución a sus excedentes demográficos. El estado de Campeche cambió en buena medida el sentido de su flujo migratorio, al encontrar otro polo de atracción en su propio suelo: el petróleo que reorganizó su emigración hacia Ciudad del Carmen.

Si en el ámbito mundial México no ha logrado salir de su difícil situación económica y social, con mayor dificultad ha de encontrarse salida a la crisis en el estado de Yucatán, ya que la aplicación de políticas de corte neoliberal está aumentando los desequilibrios regionales en detrimento de las periferias. Yucatán, paradójicamente no es históricamente una región marginal, ya que sus estructuras se integran en el sistema mundial desde el siglo XVI, con el establecimiento de los españoles y la función de cabeza de puente para la conquista de la Nueva España, y poco después, con el establecimiento de una ruta internacional de navegación(7). Sin embargo, con la formación del nuevo estado mexicano de tendencia liberal y centralista, la península de Yucatán perdió funcionalidad en el nuevo esquema de relaciones territoriales(8).

El aislamiento de Yucatán ha sido el resultado de un cúmulo de circunstancias: la localización en un extremo del territorio nacional; las dificultosas comunicaciones a través del istmo de Tehuantepec, ya que a la distancia(9) hay que añadir el suelo pantanoso, poco transitable y abundante en enfermedades tropicales. El ferrocarril llegó con retraso a esta región y la salida al mar quedaba limitada al puerto de Sisal o al territorio de Quintana Roo, casi deshabitado hasta la segunda mitad de este siglo(10).

Yucatán ha sido una región eminentemente agrícola, con fuerte presencia de la agricultura de subsistencia y sin minerales preciosos. A pesar del auge henequenero y de la riqueza que produjo su exportación cordelera se mantuvo muy aislada del resto del país; tampoco se benefició de la industrialización de los cuarenta ni de los cincuenta, por lo que la distribución de su población respondió sobre todo al desarrollo de su agricultura, tanto la tradicional como la de exportación. Más recientemente, el proceso de proletarización campesina, la industrialización basada en el monocultivo henequenero y en la capitalización oligopólica, las diferentes crisis económicas nacionales, la caída del comercio de la cordelería y de la economía de escala, acabaron en una política proteccionista de sustitución de importaciones y de subsidios a los campesinos, y en la inversión pública subsidiadora de las fases de producción industrial cordelera menos rentables(11).

Sin embargo, el avance de las políticas neoliberales invirtieron la orientación económica: la firma del Tratado de Libre Comercio compromete al Estado a la eliminación de subsidios y abre las puertas a la inversión extranjera en situación de privilegio respecto a las economías locales; las importaciones procedentes de EE.UU. afectan especialmente a la frágil industria local y provocan la desaparición de los establecimientos menos capitalizados que son en México los más comunes.

Primer recorrido de campo mediante observación sistemática.

Esta primera fase del trabajo de campo (septiembre a noviembre de 1996) finalizó con la elaboración de las primeras conclusiones ya que en paralelo a los desplazamientos, se iban realizando cálculos sobre los censos económicos y un estudio retrospectivo de los Censos de Población y Vivienda del estado de Yucatán(12).

De forma muy resumida, podemos decir que las conclusiones fueron: que Yucatán es un espacio rural, con hábitat concentrado y disperso, con una organización urbana dependiente de la capital, Mérida; presenta rasgos muy evidentes de pervivencias culturales: la casa maya -con huerta y animales de corral- es predominante en los municipios rurales y tiene fuerte presencia en los pocos municipios que componen el sistema urbano; el vestido tradicional, llamado "de mestiza", se compone de un hipil y un rebozo fino y resulta ser el traje resultante, efectivamente, del mestizaje hispano-maya apenas impactado por la vestimenta moderna. Los hombres, en cambio apenas llevan elementos del vestido tradicional, estos son: las guaraches o sandalias artesanales de cuero y madera, el bolso de fibra vegetal que se usa para los aperos de ir a la milpa como son el pozole(13) y la coa(14) , el paliacate(15) y un sombrero. El aspecto de los pueblos es ordenado, limpio y tranquilo y los automóviles son pocos y suelen usarse para transporte de pasajeros y mercancías indistintamente, en cambio abundan las bicicletas y los triciclos usados como transporte privado, de pasajeros y mercancías. La frecuencia y calidad del trasporte está sujeta a una fuerte segregación urbana y territorial: la mayor parte del territorio está incomunicado y se accede a pie, a caballo o en bicicleta. Por su planitud topográfica y la ausencia de accidentes topográficos y de barros, en Yucatán es posible acceder con automóvil privado a casi todas la comisarías y de hecho el camión de la Coca-Cola lo hace.

La familia tradicional es extensa, y hay un alto porcentaje que tienen miembros emigrados y reciben apoyo económico de esos familiares. La explotación de los Censos históricos mostraban un flujo migratorio constante desde la década de los cincuenta, aunque había un flujo más vigoroso en los noventa.

Escala estatal: unidad administrativa

De manera muy resumida, concluiremos que los poderes municipales están más cerca de los órganos centrales del gobierno del estado y aún del país, que de los conciudadanos de su municipio. La homogeneidad social en territorios rurales es muy grande en Yucatán, debido a que quienes tienen un poco más de dinero se van a Mérida a vivir; de esta manera los contrastes sociales apenas se aprecian con lo que la pobreza -valor relativo- es menor. También se dedujo de las entrevistas de calidad, que existe una dicotomía e incomunicación entre la población urbana y la rural; conceptos como racismo y clasismo, deben verse también en relación a esa dicotomía. El discurso urbano de la clase media y alta está plagado de prejuicios indigenistas y anti-indigenistas, mientras los habitantes rurales se identifican como campesinos o yucatecos y no como indígenas. El grupo indígena o maya aparece construido por el grupo urbano de nivel socioeconómico alto.

Existe un proceso de metropolización en torno a Mérida (macrocefalia) y un proceso de asalarización que arranca de mediados del siglo XIX y que se ha acelerado desde los años setenta. Se manifiesta especialmente en la región henequenera. Una nueva región apareció en la costa la pasada década a través del impulso dado a la pesca, la cría de camarón, la extracción de sal, las actividades portuarias, la construcción de un puerto de altura y la inmigración procedente de los municipios de segunda fila que están cegando parte del manglar para hacerlo habitable y construir sus casas -sin apoyo ni infraestructuras municipales- llamados por esa mayor actividad económica cuyas dimensiones son ínfimas.

Escala Micro-regional

Se concluyó que existe un fuerte flujo migratorio, que posiblemente aún se va a manifestar más fuertemente, sin embargo, existe un fuerte sentido de arraigo cultural y apego a la tierra y a la familia, como red extensa. La familia ya no es extensa sino en transición a la nuclear y perviven fuertes lazos solidarios a pesar de la precariedad con que vive un alto porcentaje de la población rural. Aunque desde Mérida se piensa que cuantos se van fuera del campo ya no vuelven, esto no es así. Hay retornados que vuelven, que declaran no querer emigrar nunca más y que crean pequeños negocios o granjas y actividades aprendidas o pensadas desde fuera y realizadas con su pequeño capital ahorrado. No existe ayuda pública o subvenciones para este tipo de inversiones que suponen pequeños imput al desarrollo local, en cambio se reparte sistemáticamente subsidios e implementos de efectos contradictorios (bombas extractivas de agua, herbicidas y alambre espinoso, animales de corral con problemas) que resultan en un clientelismo municipal, una introducción de consumos industriales cuestionables y a veces una autentica burla de la pobreza campesina y de sus esperanzas de ayuda para superar el nivel de supervivencia.

Se detectó una fuerte presión para privatizar el acceso a la tierra que en casi todo Yucatán mantiene una forma de tenencia de la tierra denominada ejido y que significa propiedad comunal, usufructuable por toda la población del municipio, pero este no es vendible ni enajenable. Esta forma de tenencia de la tierra, reconocida en el Artículo 27 de la Constitución de Lázaro Cárdenas, es respetuosa con las tradiciones prehispánicas y con la tecnología de cultivos en esta región sin cobertura edáfica en la mayor parte del territorio y que depende de muy largos barbechos para la recomposición de la vegetación y de los suelos. La reforma neoliberal que parece propiciada por el proceso de integración de los países del norte (Canadá, EE.UU. y México) ha modificado ese artículo constitucional, de manera que se puede privatizar la tierra por la aprobación del Consejo de Ejidatarios, votada por mayoría simple. A este respecto, muchos campesinos acusan de presiones de todo tipo a los poderes municipales y a otros agentes propagandistas del cambio. Es decir, se detectó un aumento de las tensiones sociales en torno a un elemento de primerísima necesidad en el universo rural y cultural: la tierra.

Se llegó al nivel de saturación cuando dejaron de aparecer elementos nuevos en los discursos constatados por métodos cualitativos. Con lo aprendido a través de estos métodos descritos, se pretendió recomponer la estructura socioeconómica sobre la que se asentaba esta población que parecía resistirse a abandonar su tierra, aunque los Censos seguían señalando el flujo migratorio como la dinámica más evidente, el proceso que atravesaba todos los otros procesos territoriales que -por la limitación de esta comunicación- no se exponen aquí. Para ello se decidió hacer un encuesta que inventariara los recursos humanos y materiales que eran el patrimonio de las familias rurales yucatecas. Se decidió un conjunto de 8 municipios desestructurados, contiguos y fronterizos a tres de las cinco regiones económicas como lugar donde pasar la encuesta.

Micro escala familiar: de puertas adentro

De quien recibe rentas, donde trabajan y con que asiduidad toman contacto. Se pregunta en cinco niveles qué importancia tienen esas remesas de emigrante para el mantenimiento de la casa (y sus residentes). Por último se preguntaba por cada uno de los recursos que componen el patrimonio campesino, incluyendo las actividades no agrarias.

Del análisis de la encuesta se puede avanzar que la familia es el centro rector de un sistema económico prehispánico, que pervive en la actualidad, aunque impactado por el largo proceso de modernización y en particular en los últimos años por la emigración. Ese sistema se llama milpa y tiene su base científica en la tecnología genética o manipulación de las semillas, una producción diversificada en variedades de cultivos y de ciclo corto, obtenidas en todos los cultivos de la huerta; su base organizativa en el núcleo rector que es la casa, donde se reproducen y reparten los recursos familiares incluso creando estrategias de permanencia, como la migración por relevos, tal como ya lo observara la antropóloga Lourdes Arizpe (1982) en un estado del centro del país. La población mantiene su hábitat y el modo de vida campesino con ayuda de las rentas obtenidas en el mundo urbano y en ocupaciones terciarias (turismo en el Caribe) las más de las veces, por lo que desde el punto de vista de las rentas, Yucatán ha dejado de ser rural. En algunos ejidos se ha privatizado la tenencia de la tierra y si aún es una situación excepcional parece ser por temor a una respuesta violenta, ya que se moderaron las presiones sobre los ejidatarios tras el levantamiento campesino de Chiapas.

El modo de vida campesino maya yucateco, ha demostrado una sustentabilidad altamente satisfactoria pues ha resistido cinco siglos de impacto conocido y los ha encajado o asimilado, convirtiendo esas fuerzas antrópicas en energías propias de renovación y arraigo. La pervivencia de una concepción de la vida y una organización social diferente de la evolución del sistema occidental, parece ser la razón de que Yucatán no se haya despoblado.

La inversión del catalejo: de lo local a lo global

A la luz de lo comprendido en el trabajo de campo, se han de revisar los presupuestos de partida y ratificar unas teorías y desechar otras que no se han ajustado a nuestro objeto concreto de estudio. Así, invertiremos el orden de la escala para ver los resultados de lo local a lo global.

En el estado de Yucatán, la pervivencia de unos fuertes factores histórico-culturales, de carácter prehispano e hispanomaya -organización familiar, lengua, creencias, folklore- sirven de arraigo y mantienen los vínculos de los emigrados con su localidad, a la vez que condicionan el núcleo familiar allá donde residen de manera que mantienen viva la red solidaria característica de esta tierra y del modo de vida campesino. Se desarrolla una estrategia de supervivencia del modo de vida campesino, que requiere una forma de migración por relevos, establecida no por el reclamo de las ciudades sino por las necesidades de la comunidad rural. Todos los procesos detectados en la dialéctica pervivencia y cambio, señalan la casa maya como centro rector del sistema tradicional y centro dinámico que genera estrategias de supervivencia, consiguiendo por el momento, que ningún núcleo de población haya desaparecido, como se ha visto en otras regiones.

Los factores que están interactuando en el proceso migratorio actual en la región yucateca son consustanciales a la región misma y se deben a las respuestas concretas de esta sociedad, a un proceso modernizador que presiona ahora en su fase neoliberal, de ámbito mundial y con pretensiones homogeneizadoras. El actual proceso de emigración se presenta como una válvula de escape que soluciona temporalmente y en alguna medida, las presiones sobre el territorio.

El endurecimiento de las condiciones de vida en suelo nacional, particularmente en la región yucateca, y la mayor accesibilidad a los grandes centros de absorción de mano de obra -Quintana Roo y Estados Unidos- actúan como aliciente para la aventura de la emigración. El fenómeno de la emigración alcanza tales dimensiones que actualmente Yucatán es un conjunto de población que se mueve en todas direcciones, que migra de manera pendular, temporal, estacional y permanente; con flujos internos, interestatales e internacionales; con procedencia rural y urbana; desde un hábitat concentrado y disperso; con formación o sin escolaridad. El yucateco es hoy un pueblo con un fuerte sentimiento de apego a su tierra pero en marcha hacia cualquier lugar que le permita mandar rentas suficientes a casa. Pese a la importancia del flujo migratorio, no hay tierras abandonadas pues son el recurso principal de los que quedan, aunque para sostenerlas requieran aportes económicos de fuera. Económicamente la emigración es para Yucatán uno de los recursos más rentables: las remesas de los emigrantes llegan como un flujo continuo, en moneda nacional o en dólares, directamente al domicilio familiar y se invierte en su localidad, principalmente en el medio rural.

Yucatán es por tradición la periferia de un periférico país; pero los cambios en los factores de localización de los nuevos tipos de industria, están revalorizando dos recursos relacionados con su localización -muy próxima a la península de Florida- la abundante mano de obra barata y su suelo, como contenedor de actividades industriales y como criador de ganado para un mercado. En la región metropolitana -auténtico espacio rururbano- están multiplicándose a gran velocidad las industrias maquiladoras, empresas de nuevo tipo que fragmentan la cadena de producción, localizando las diferentes fases productivas en cualquier lugar del mundo, aprovechando al máximo las ventajas que cada localidad les brinda(16). Se emplazaron primeramente en el corredor de Mérida-Progreso (salida al puerto de mar) y recientemente en la corona metropolitana, empleando mano de obra femenina, masculina, joven y madura, sin embargo, los numerosos puestos de trabajo que aportan no parecen servir para afianzar a la población in situ; igual sucede con el avance de la ganadería que requiere grandes espacios para pastizal inducido pero no da gran cantidad de empleo. En Yucatán se está produciendo crecimiento económico y un aumento del empleo, pero no se frena la emigración pues todo ello se produce sobre un desequilibrio creciente en las rentas y un empobrecimiento de la mayoría de la población.

México es el principal país exportador de fuerza de trabajo en el periodo 1985-90, siendo Estados Unidos el principal destinatario(17). El fenómeno migratorio entra de lleno a formar parte de la nueva reestructuración capitalista, con las nuevas relaciones entre capital-trabajo y el nuevo papel del Estado(18). Reestructuración que tiene como consecuencia el aumento del flujo migratorio, que ha alarmado a los organismos internacionales y a los propios gobiernos impulsores del nuevo modelo económico productivo(19). A decir de Aragonés(20), la migración de trabajadores ha adquirido la forma de un mercado mundial de fuerza de trabajo, un verdadero ejército industrial de reserva que puede ser reclutado en cualquier parte del mundo, presentándose una verdadera explosión de las corrientes migratorias, siendo ésta uno de los elementos de la globalización económica que vive el mundo actual.

La idea de integración, favoreció un proceso que marcaría una nueva fase de la economía mundial. Es decir, se aumenta la interdependencia de las economías nacionales, se profundiza en la integración de los mercados y se articula la fuerza de trabajo con los procesos de internacionalización, a través de la migración y de la propia fuerza de trabajo ligada directamente a las corporaciones multinacionales de los países menos desarrollados. Sin embargo, los procesos de integración, tal como los conocemos, presentan una faceta -probablemente indisoluble- de desintegración. Por ello, no sería correcto interpretar la globalización como el avance de los países desarrollados sobre los menos desarrollados, ya que la libre circulación de capitales y de tecnología tiene tanto poder de privilegiar un espacio como de desarticular otro, anteriormente desarrollado(21). Parece más correcto observar que, bajo el neoliberalismo, una super estructura tiene la capacidad de actuar integrando y desintegrando dentro y fuera del territorio-nación donde se originó su actividad económica.

Desde esa perspectiva podría entenderse cómo países industrialmente desarrollados y con un problema creciente de desempleo, han desplazado millones de empleos a su periferia extranacional. Se destaca el caso de los Estados Unidos, quienes exportaron 3,4 millones de empleos manufactureros. Para Cypher y Aragonés, la migración de trabajadores está adquiriendo características diferentes a las presentadas en períodos anteriores(22). La relación entre los flujos de migración internacional y la creación de un mercado mundial de fuerza de trabajo y un ejército mundial de reserva, es indudablemente una visión muy lúcida, de estos autores, que parece avalada por las tendencias industriales descentralizadoras; la mano de obra podrá ser explotada tanto in situ, a partir de las inversiones nacionales, extranjeras o multinacionales o, provocando desplazamientos hacía las naciones receptoras, mediante la migración(23); sin embargo, esta lógica requiere una revisión del concepto ejército industrial de reserva, procedente de una etapa nacionalista industrial.

Conclusión

No todos los procesos internacionales abarcan todos los países. Los procesos mundiales, que impactan todos los países, no tienen la misma capacidad de profundizar a la escala local, sino que varía de unos espacios a otros.

Los impactos globales se perciben claramente, a escala local y regional, como efectos sobrepuestos, contrapuestos, vicariantes, con fuerzas confluyentes, disyuntivas, recurrentes y recursivas. Es decir: son contradictorios.

La globalización es en realidad una tendencia, una capacidad o un efecto dentro de un conjunto de procesos, y que se manifiesta con una gran amplitud espacial y que se caracteriza por la velocidad en la difusión de algunos elementos novedosos, sobre todo de aquellos relacionados con la información.

Los cambios que la globalización tiene poder de introducir han hecho buena la teoría del efecto mariposa, pero todavía no se ha demostrado una capacidad de control o un centro rector.

No debemos confundir globalización -capacidad técnica para difundir innovaciones e información a gran velocidad y a dimensión planetaria- con reforma neoliberal que es una corriente económica que cobró protagonismo al final de los años setenta y que es hoy la expresión politicoeconómica de los grandes magnates del sistema. Podríamos decir con más rigor que el neoliberalismo es actualmente la tendencia económica dominante y que el proceso de reconversión neoliberal es quien más se está aprovechando de las posibilidades de explotación global.

De igual manera es dudosa la relación de la globalización con los procesos de integración, presididos por la corriente neoliberal ya que ésta es más eficaz como motor fragmentador y desestructurador que como motor integrador. En tanto que la capacidad "globalización" este presidida por el modelo de desarrollo económico neoliberal,  independientemente de si hay mas o menos innovacion, las posibilidades de que aumente la desestructuración social son muy altas. Por tanto habremos de revisar la
actualidad y alcance de conceptos como globalización, mundialización, innovación, integración y su significado en relación a la estrategia neoliberal. Igualmente sería deseable ir caracterizando un desarrollo alternativo que cuente con la actual capacidad mundializadora y globalizadora y que pueda expresarse con un modelo de desarrollo humano sustentable.

Bibliografía.

AMIN, S. y PREBISCH. Teoría Centro-Periferia. Madrid, 1984.

ANDA VELA, F. (Coord.). Capitalismo y vida rural en Yucatán. Mérida: DEES-CIR-UADY,1984.

ARAGONÉS, A. Mª. La migración internacional de trabajadores en el marco de la globalización económica. In DABAT, A. (Coord.). México y la globalización. Morelos: UNAM, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias,1994.

ARIZPE, L. La migración por relevos y la reproducción social del campesinado. En BALAM, J. (Ed.). Migraciones internas y desarrollo. París: UNESCO, 1982.

AYLLÓN TRUJILLO, M. T. La Industria Maquiladora de Exportación: significado y función en la reestructuración del sistema productivo global. In MUSCAR, E. y AYLLÓN, M. T. (Coord.). Innovación y desarrollo en Latinoamérica. Nuevas dinámicas en ciudades y regiones. Madrid: CERSSA-TAIBAM-UCM, 1998, p. 268-278.

AYLLÓN TRUJILLO, M. T. Factores de los procesos migratorios de Yucatán. Madrid: TAT, 1999.

BAÑOS RAMÍREZ, O. Crisis del Ejido, crisis de los campesinos. Mérida: Universidad Autónoma de Yucatán, Memoria de investigación, 1990.

BRACAMONTE y SOSA, P. La Memoria Enclaustrada. Historia Indígena de Yucatán, 1750-1915. México: Ciesas, Col. Historia de los pueblos indígenas de México, 1994.

BRACAMONTE y SOSA, P. El discurso político de los caciques mayas yucatecos, 1720-1852. En BAÑOS RAMÍREZ, O. (Coord.) Liberalismo, actores y política en Yucatán. Mérida: Universidad Autónoma de Yucatán, 1995.

CASTELLS, M. Revolución tecnológica y reestructuración económica política del sistema mundial. En Impactos de la tecnología avanzada sobre el concepto de seguridad. Madrid: FEPRI, 1987.

CHÍAS BECERRIL, J. L. Desarrollo, Modernización y Externalidades del Transporte. En PERAZA GUZMÁN, M. T. Procesos Territoriales de Yucatán. Mérida: FAUADY, 1995.

CYPHER, J. Manufactura global de los salarios. En Mito y realidad de la declinación de los EE.UU. México: CISEUA-UNAM, 1992.

ELMENDORF, M. La mujer maya y el cambio. México: Sep-Setentas, 1973.

GALEANO, E. Las venas abiertas de América Latina. Madrid: Siglo XXI, 1971.

GARCÍA de FUENTES, A. y MORALES, J. La industrialización en Yucatán (1970-1993). En PERAZA GUZMÁN, M. T. (Coord.) Procesos Territoriales de Yucatán. Mérida: FAUADY, 1995.

GÜEMEZ PINEDA, A. La ideología liberal doctrinaria y su fracaso en el agro yucateco. In BAÑOS RAMÍREZ, O. (Coord.) Campesinos y Sociedad. Mérida: Universidad Autónoma de Yucatán, 1992.

LIPIETZ, A. El Capital y su espacio. México: Siglo XXI, 1977.

MORLEY, S. The Ancient Maya. California: Stanford U.P., 1946.

MOSSBRUCKER, H. La modernización en Yucatán. Acerca de la interrelación entre hábitat, historia y cultura. América indígena, 1994, nº 3, p. 111-143.

MOSSBRUCKER, H., BRAHA-PFEILER, B. y MAS, H. La Identidad cultural o étnica en la revista de literatura maya 'YIKAL MAYA THAN'. Boletín de la ECAUADY, Yucatán, 1992, vol. 20, nº 120.

SANTOS, M. Los espacios de la globalización. Anales de Geografía, 1993, nº 13.

VILLANUEVA MUKUL, E. La formación de las regiones en la agricultura (el caso de Yucatán). Mérida: UCA-UADY-Maldonado Editores, 1990.

Notas

1. Proyecto Población y Potencialidad Económica del Territorio en la Península de Yucatán, aprobado y becado por la Secretaría de Relaciones Exteriores de la República Mexicana y que contó con el apoyo del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados, Sección de Ecología Humana, Unidad Mérida y de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Yucatán (trabajo de campo desde septiembre de 1996 a septiembre 1997).

2. AYLLÓN TRUJILLO, M. T., 1999, p. 167-186.

3. SANTOS, M. 1993, p. 70.

4. ANDA, F., 1984; BRACAMONTE y SOSA, P. 1994 y 1995; ELMENDORF, M. 1973; MORLEY, S. 1946.

5. MÖSSBRUCKER, H. 1992 y 1994.

6. GALEANO, E., 1971; LIPIEZ, A., 1977, AMIN, S. 1984.

7. BERNAL DÍEZ DEL CASTILLO, 1632.

8. GÜEMEZ PINEDA, A., 1992, p. 20-56.

9. Hay 1570 Km desde la ciudad de México a Mérida, la capital regional.

10. CHÍAS BECERRIL, J.L., 1995.

11. BAÑOS, O., 1990a; GARCÍA, A. y MORALES, J., 1995 y VILLANUEVA, E., 1990.

12. INEGI, 1950, 1960, 1970, 1980, 1990 y 1995.

13. Bebida refrescante, hecha de nixtamal diluído en agua. Nixtamal: pasta fresca de maiz triturado, después de haber pasado toda una noche en remojo con agua y cal. Es la base de la alimentación maya.

14. Machete cuya punta termina en una suave hoz. Se usa para desbrozar, para quitar las malas hierbas.

15. Pañuelo de cuello o pañuelo de todo uso que a veces se cuelga del cinturón como un adorno.

16. Para una definición de maquiladora y un análisis del papel que juega en la reconversión mundial de la industria. Ver AYLLÓN TRUJILLO, M., 1998, p.268-278.

17. Destinatario. Informe sobre el Desarrollo Mundial, 1991.

18. CASTELLS, M., 1987. Citado por ARAGONÉS, A., 1994, p. 87-113.

19. ARMERO, J., 1997, p. 14-15.

20. ARAGONÉS, 1994, p.87-88.

21. AYLLÓN TRUJILLO, M. T., 1998, p. 278.

22. CYPHER, J., 1992: 67 y ARAGONÉS, A., 1994, p. 100-101.

23. ARAGONÉS, A., 1994, p. 100-101.

© Copyright: María Teresa Ayllón Trujillo, 2000
© Copyright: Scripta Nova, 2000


Menú principal