Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] Nº 94 (43), 1 de agosto de 2001 |
MIGRACIÓN Y CAMBIO SOCIAL
Número extraordinario dedicado al III Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio)
LA INMIGRACIÓN EXTRACOMUNITARIA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
LA INMIGRACIÓN ECUATORIANA EN LA PRENSA ESPAÑOLA
Claudia Pedone
Doctoranda en Geografía Humana
Universidad Autónoma de Barcelona
La inmigración extracomunitaria y los medios de comunicación: la inmigración ecuatoriana en la prensa española (Resumen)
El objetivo de esta contribución es analizar cómo aparece reflejado el fenómeno de la inmigración extracomunitaria en los medios de comunicación particularmente en la prensa escrita, tomando como ejemplo la inmigración de población ecuatoriana a España, específicamente en la zona agrícola de Murcia. Desde un punto de vista contextual abordamos el análisis de las metáforas, las narrativas y el uso de las imágenes que genera, reproduce y difunde la prensa nacional contribuyendo, en gran medida, con su papel a crear y reforzar estereotipos. Esta estigmatización de los colectivos inmigrantes que no pertenecen al "Espacio Schengen", en general, aporta elementos para la formación de la opinión pública y, a partir de aquí, legitima las políticas de exclusión llevadas a cabo por la Unión Europea.
Palabras clave: prensa escrita/ inmigración extracomunitaria / ecuatorianos / Totana, Murcia.
The extracomunitary immigration and the mass media: the ecuadorian immigration in the Spanish Press (Abstract)
This paper pursues to analyse how the phenomenon of extracomunitarian inmigration is reflected in mass media , particularly in written press. We will take ecuadorian migration in Spain as an example, particularly in the agricultural zone of Murcia. From the contextual point of view we will approached the analysis of metaphors, narratives and the use of images that national press generates , reproduces and spreads. In this way press contributes to create and reinforce stereotypes. This estigmatization of inmigrants minorities who don´t belong to "Schengen Space" helps to public opinion formation and, from here, to legitimation of the policies of exclusion of the European Union.
Key words: writen press / extracomunitarian inmigration / ecuadorians / Totana, Murcia
Eduardo Galeano
Ventana sobre la cara invisible, en "Las palabras andantes"
En el marco de la globalización, la innovación tecnológica
asociada a la expansión de la comunicación ha traído
cambios significativos en la organización de la producción
y el consumo, así como ha provocado la creación de nuevas
necesidades. A su vez, ella ha incidido en los costos y tiempos de movilidad
de las personas y mercaderías.
Los Estados, con la aplicación de políticas neoliberales basadas en la austeridad fiscal y el ajuste estructural, han generado un marco propicio para promover la expansión del capital, mediante la creación de un clima favorable para el desarrollo de los negocios de los grandes grupos económicos, con profundos costos sociales para la mayoría de la población, principalmente en los países pobres.
En esta nueva etapa el capitalismo recurre también a aspectos culturales como medio para asegurar su expansión. Los actores que dirigen el proyecto globalizador, las empresas trasnacionales y los organismos supranacionales, se apropian de imágenes, relatos, valores culturales tradicionales y patrimonios materiales y simbólicos para ejercer el control de la sociedad. En este marco, la globalización crea un nuevo régimen de producción del espacio y del tiempo y los medios de comunicación han contribuido a estos procesos (1).
Se trata, en definitiva, de la aplicación del discurso neoliberal al entorno de la comunicación, convirtiendo a los medios en un negocio más y a su contenido en una mercancía. Esto genera una tendencia a la concentración empresarial que reduce el número de voces que acceden al mercado de la comunicación, desvirtuando así la lógica pluralista de la libertad de expresión y de información (2).
El objetivo de esta contribución es analizar cómo aparece
reflejado el fenómeno de la inmigración extracomunitaria
en los medios de comunicación particularmente en la prensa escrita,
tomando como ejemplo la inmigración de población ecuatoriana
al Estado Español, específicamente en la zona agrícola
de Murcia. Desde un punto de vista contextual (3)
abordamos el análisis de las metáforas, las narrativas y
el uso de las imágenes que genera, reproduce y difunde la prensa
nacional contribuyendo, en gran medida, con su papel a crear y reforzar
estereotipos. Esta estigmatización de los colectivos inmigrantes
que no pertenecen al "Espacio Schengen", en general, aporta elementos para
la formación de la opinión pública y, a partir de
aquí, legitima las políticas de exclusión llevadas
a cabo por la Unión Europea.
Imagen Nº1
La difusión periodística de las retóricas de exclusión de los gobiernos europeos
Desde el discurso oficial la problemática de la inmigración es sobredimensionada. De este modo, cuando se alude a "inmigrantes", a "invasión", al "problema de la inmigración", se hace referencia concretamente a inmigrantes extracomunitarios, los que nacieron extramuros de la Europa Fortaleza. Este sobredimensionamiento se refleja no sólo en las cifras absolutas de población extracomunitaria que en este momento reside en el Estado Español (4), sino también en el tipo de discursos construidos desde el Estado y los medios de comunicación para fundamentar el mantenimiento de una política restrictiva al ingreso de esta población. Esta retórica de la exclusión basa sus fundamentos en dos aspectos: el cultural y el económico.
Desde el punto de vista cultural, la construcción de la retórica de exclusión desde las tribunas del poder no es una estrategia política de los últimos tiempos. Verena Stolcke (1994) analiza los discursos de los gobiernos europeos en torno a la temática migratoria, desde la década de los '60, desentrañando los argumentos en los que la inmigración aparece como un fenómeno que atenta contra la nación, la cultura nacional y la forma en que amenaza la identidad nacional original del país "anfitrión". Para ello, toma la evolución del concepto de "racismo" que deviene en "fundamentalismo cultural" para legitimar desde el poder los nuevos discursos frente a la llegada de inmigrantes extracomunitarios. El uso de este concepto pone énfasis en las diferencias del patrimonio cultural y en su inconmensurabilidad y legitimiza la exclusión de los "extranjeros", de los "extraños". El "fundamentalismo cultural" lleva implícita la idea de xenofobia, puesto que para esta postura ideológica los seres humanos somos inherentemente etnocéntricos y las relaciones entre culturas se presentan por "naturaleza" hostiles, obviando que son el resultado de relaciones político-económicas y de conflictos de intereses específicos. Esta nueva retórica de exclusión, que en el discurso borra todo "síntoma" de racismo, en lugar de ordenar las diversas culturas jerárquicamente, las segrega espacialmente.
El "fundamentalismo cultural" conlleva, en su núcleo, la idea de que acceder a los derechos sociales y políticos presuponen una identidad cultural, prerequisito esencial para acceder a los derechos de ciudadanía. El mito moderno de la identidad, al mismo tiempo que crea cohesión funciona también como mecanismo de exclusión. Dicho mito sirve para encubrir dos grandes modalidades políticas excluyentes: la inserción de los trabajadores inmigrantes en el mercado de trabajo y la delimitación de la ciudadanía; de este modo, la dirigencia política en nombre del Estado, y a través del mercado, construye la dicotomía ciudadano-extranjero (5).
Mientras las fronteras intraeuropeas son cada vez más permeables, las fronteras exteriores se cierran con más fuerza y convicción con elementos jurídicos y policiales para excluir a los inmigrantes extracomunitarios. Sobre la base de esta idea los partidos de derecha han construido discursos que, en algunos casos, los ha llevado al poder. Así, los inmigrantes extracomunitarios se convierten en "chivos expiatorios" del aumento del desempleo, la escasez de viviendas y el colapso y deterioro de los servicios sociales.
Si bien, como puntualiza V. Stolcke (1994) las reacciones de la sociedad y sus sentimientos xenófobos no pueden extrapolarse directamente del discurso de la clase política; esta última y los medios de comunicación contribuyen, en gran medida, a la construcción en el imaginario social de una idea de la inmigración como un problema y como una invasión que acarrea grandes dificultades socio-culturales.
Este "fundamentalismo cultural" se ve reafirmado por la difusión en los medios periodísticos de la opinión de intelectuales que, a partir de la valoración social de su conocimiento por su supuesto carácter científico, refuerzan la dicotomía entre ciudadano-extranjero. Los reportajes y notas de opinión se ven acompañados de publicidad y reseñas de sus trabajos lanzados al mercado editorial. Un ejemplo elocuente son las primeras planas y los lugares centrales en suplementos especiales que los principales diarios españoles han dedicado al filósofo italiano Giovanni Sartori, en su visita a Barcelona en ocasión de la publicación de su libro La sociedad multiétnica. Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros, entre marzo y abril de 2001.
La opinión de Sartori aparece como la de un especialista "políticamente correcto", el autor autodefinido como una persona de izquierdas, nos advierte de la "amenaza" que constituye para Occidente, la llegada de "extraños" con otras pautas culturales; específicamente los musulmanes, ideas que los medios aprovechan para reforzar y difundir la estigmatización de los diferentes colectivos de inmigrantes.
Su crítica apunta principalmente a los conflictos culturales que puede generar la inmigración extracomunitaria indiscriminada porque, desde una concepción apriorístisca, considera que el recién llegado es incapaz de integrarse a la "sociedad de acogida" (6). Una "sociedad de acogida" que el filósofo italiano considera abierta, pluralista y que la identifica con homogéneas características propias de Occidente: blanca y no musulmana.
Los medios de comunicación, en relación al fenómeno de la inmigración extracomunitaria, se hacen eco diariamente de los discursos que emergen de distintos sectores del poder. Estos análisis basados en aspectos culturales exclusivamente, son mostrados por la prensa de manera escindida de la explotación económica de los inmigrantes extracomunitarios. Además, ellos se trasforman en titulares cuando un hecho puntual, preferentemente trágico, es noticiable para la espectacularidad periodística.
La prensa si bien, en numerosas ocasiones, contribuye a denunciar, a la divulgación, otras tantas visibiliza o invisibiliza fenómenos según como van en la tabla de posiciones la lucha de poderes en algunos temas. Un ejemplo elocuente en la prensa del Estado Español, en el último año, es la disputa por los primeros titulares entre temas tales como ETA, el Plan Hidrológico y la Inmigración.
De este modo, los procesos de globalización económica
han convertido a la sociedad en una suerte de sociedad mediática,
pareciera que si un conflicto no aparece en la prensa no existe. Más
allá de los vínculos establecidos entre poder y los medios
de comunicación, las consecuencias de la difusión de estos
discursos afectan directamente a la población inmigrada, en la medida
que el reforzamiento de los estereotipos por ellos elaborados repercuten
en su vida cotidiana y en su posible integración a la sociedad de
llegada.
El uso de imágenes y narrativas: estigmatización del inmigrante extracomunitario
Los medios de comunicación, disponen de una enorme capacidad para seleccionar los asuntos y las informaciones que llegan a la sociedad, pudiendo así modificar las concepciones simbólicas y los sistemas de valores de los sujetos, cuestión que obviamente también produce efectos en sus conductas.
Por ello, nuestra perspectiva analítica será analizar el uso del lenguaje y de las imágenes y el mensaje emitido junto a la publicidad como un todo, que con su carga simbólica influye en la opinión pública. El uso de la imagen con un significado simbólico, es un recurso que habitualmente utiliza la publicidad y del cual se vale cada vez más la prensa escrita. La articulación entre imágenes presentadas con respecto a la noticia y su relación con las publicidades nos permiten aproximarnos al tipo de mensajes que de ellos se derivan. Veamos particularmente los mensajes vinculados al tema de migraciones extracomunitarias.
La publicidad recurre al uso de imágenes para plasmar un significado simbólico mediante la representación visual, poco a poco estas herramientas se han ido trasluciendo en los discursos de la prensa con respecto a la inmigración extracomunitaria. Tomaremos, en una primera instancia, como ejemplos algunas notas aparecidas en EL PAIS, periódico de circulación nacional e internacional y otros como LA VANGUARDIA, EL PERIODICO y LA VERDAD, de circulación regional, para identificar algunos tópicos que utilizan y ya marcan un estilo para tratar el fenómeno inmigratorio internacional.
El verano de 1998 será nuestro punto de partida para este análisis; esta época coincide con el inicio de los debates sobre el proyecto de la Nueva Ley de Extranjería y también con el incremento de la llegada de inmigrantes magrebíes y subsaharianos que cruzaban el Estrecho debido a las ventajas climáticas que presenta la estación estival, además coincide con el momento en que la población ecuatoriana inmigrada se hace "visible" en el Estado Español puesto que pasa a ser noticia debido a la orden de expulsión de 17 ecuatorianos por falta de regularización en la documentación.
Históricamente los medios de comunicación y algunos periodistas han tenido buena parte de responsabilidad en la creación de estereotipos y prejuicios contra las minorías. Desde hace algunos años el pueblo gitano -que hasta la llegada masiva de inmigrantes extracomunitarios, era el blanco de la construcción de estereotipos de minorías étnicas- denuncia como se ha elaborado un prisma social desde el cual se debe ver a los gitanos identificados como personas con "ciertas costumbres", en lugar de una comunidad con una cultura (7).
El uso del lenguaje es uno de los elementos claves en las representaciones que incorpora la opinión pública en relación a la inmigración extracomunitaria. Una de las palabras más utilizadas y con que se identifica a un colectivo inmigrado en el Estado Español es el término ilegal. Esta "ilegalidad" alude a la falta de regularización de la documentación para la residencia en el país, por ello, también se asocia a "indocumentados", aunque las personas que entran a la Europa Fortaleza lleguen con sus documentos de identidad y sus respectivos pasaportes. Esta presunta "ilegalidad" contribuye a reforzar la representación de la inmigración extracomunitaria con acciones ilegales, violencia, delincuencia, drogas, etc.
A pesar que durante estos últimos tres años, ha habido una intensa campaña de comunicación por parte de ONGs, Organizaciones de Derechos Humanos, asociaciones de inmigrados y plataformas en defensa de los derechos de los inmigrantes, en la cual una de las consignas se refiere a que "Ninguna persona es ilegal", no hemos logrado que los medios de comunicación, en general, y la prensa escrita, en particular, adopten una postura coherente. Debido a la demanda de la regularización de papeles, se acuñó la expresión de inmigrantes "sin papeles", poco a poco la prensa escrita la incorporó pero también poco a poco suprimió la palabra personas, hasta llegar a titulares que se repitieron tanto en LA VANGUARDIA como EL PERIODICO: "El tren arrolla el sueño de 12 'sin papeles'" y "Mueren 12 sin papeles", mientras que EL PAIS en el titular de portada aludía directamente a la nacionalidad de las personas fallecidas: "Doce ecuatorianos mueren al ser arrollados por un tren en Murcia" (8).
Es así como día a día podemos observar una suerte de esquizofrenia léxica con respecto al tratamiento periodístico del fenómeno de la inmigración extracomunitaria, con titulares que hablan de ilegales, sin papeles con comillas y sin comillas según sea la sensibilidad del redactor de turno.
Otra constante es el uso del término inmigrantes o inmigración que lleva implícito el adjetivo de "extracomunitario". Esta última es una palabra que no forma parte del lenguaje que utiliza la prensa española, nos referimos específicamente a EL PAIS, basta con acompañar la noticia con algunas imágenes como las pateras, los muertos en las costas andaluzas o fotografías de personas negras o latinoamericanas con rasgos indígenas para dejar claro que no se trata de un inmigrante suizo que, por ejemplo, también ha nacido extramuros del "Espacio Schengen".
Esta situación pone al descubierto que existen muy pocos periodistas especializados en temas de xenofobia y racismo, las noticias aparecen firmadas cotidianamente por diferentes redactores o directamente a nombre de agencias.
Otro ejemplo sobre las representaciones que la prensa introduce en el imaginario colectivo diariamente es la posición en que ubican a la "sociedad de acogida" según transcurran los acontecimientos. En el inicio del verano del '98 aparecen dos tipos de subtítulos que encabezan algunas secciones y que denotan una cierta postura crítica respecto a la política de extranjería de la Unión Europea y del Estado Español. Por ejemplo en la sección "Internacional" aparecen subtítulos como "Asalto a la Fortaleza Europa" (9), mientras que la sección "España" se hacía eco del fenómeno en el tono supuestamente progresista que presentaba el proyecto de Ley de Extranjería y los partidos de la oposición, con subtítulos de secciones como "El Exodo hacia Europa" y titulares: "Legislar contra la desesperación: El clamor para cambiar la Ley de Extranjería ha hecho que lleguen varias propuestas de reformas" (10). Durante el extendido y cotidiano debate sobre la Nueva Ley de Extranjería que se convirtió en un arma electoral del Partido Popular para las elecciones de 1999, los encabezados que tratan el tema de la inmigración extracomunitaria eran los siguientes: "La inmigración en España" y "El desafío demográfico".
Sin embargo, cuando el Partido Popular garantiza su continuidad en el poder debido al triunfo en las elecciones nacionales y ratifica que valiéndose de la mayoría parlamentaria, pondrá en marcha la contrarreforma de la Nueva Ley de Extranjería, los encabezados en esta temática sufren "ciertos retoques" y se da una alternancia entre "La situación de los inmigrantes" y "Los conflictos de la inmigración". Estos "retoques" inauguran un viraje que denotan una traslación simbólica del "problema de la inmigración" hacia el que llega, al "otro", al "extraño"; nuevamente la prensa difunde las retóricas de exclusión que llegan desde el poder sobre la necesidad de endurecer los controles jurídicos para evitar el "efecto llamada", que según el gobierno, encarnaba la nueva ley y terminar con la acción de las mafias en el tráfico ilegal de personas, problemática estrechamente ligada a la manipulación del concepto de seguridad ciudadana, como veremos más adelante.
En diciembre de 2000, la aprobación de la contrarreforma de la Ley de Extranjería que contiene serias restricciones a los derechos humanos de los inmigrantes extracomunitarios, se tradujo en la sección de "España" de EL PAIS con encabezados como "Los problemas de los inmigrantes", representación significativa que demuestra cómo la prensa avala los vaivenes de los discursos políticos excluyentes a partir de demostrar, una vez más, que el problema no pertenece al Estado Español sino que sería propio de los diferentes colectivos de inmigrantes.
Creemos oportuno instalar en el debate la falta de coherencia ética de los medios de comunicación, donde el pluralismo deja paso a un eclecticismo que intenta responder a las posturas "políticamente correctas" con las exigencias del Estado aliado al mercado. Para ello nos referimos brevemente a dos cuestiones: las editoriales y los reportajes, y la publicidad.
La postura comprometida con la lucha que llevan a cabo los inmigrantes extracomunitarios para regularizar su situación legal y conseguir mejoras en su condiciones laborales, los periódicos la muestran mediante las editoriales de especialistas reconocidos en el tema que además llevan un compromiso manifiesto con esta causa en sus prácticas sociales. Es así como EL PAIS, en el periodo analizado, ha publicado editoriales (11) firmadas por sindicalistas, políticos de la oposición, juristas y académicos de renombre que le dan el toque "progresista" al periódico sin comprometerse el grupo editorial.
No obstante, la falta de coherencia entre colaboradores, redactores,
editores y la dirección, en este último tiempo, ha sido más
patente en la Revista EL PAIS Semanal. En este suplemento dominical
se han publicado algunos reportajes donde los periodistas le "dan la voz"
a los inmigrantes (12), mientras que durante
varios domingos a comienzos de 2001, una página entera publicitaba
una bebida alcohólica donde aparecía la réplica de
un documento de identidad español con una fotografía -que
destaca simbólicamente los "rasgos étnicos"- con nombres
y apellidos de origen árabe y la marca de la bebida promocionada,
el interrogante que acompaña a la fotografía es "¿Rechazo
o Acogida"?, debajo del producto anunciado un contundente "Sin duda".
Por supuesto, sin olvidar las obligaciones del Ministerio de Salud recomendando
"Beber con moderación. Es tu responsabilidad".
Imagen Nº 2
Coincidimos con Hugo Aznar (1999) cuando sostiene que el mejor homenaje que se le puede hacer a la conquista histórica de la libertad de imprenta y la mejor forma de asegurar su futuro es emplear esa libertad con responsabilidad.
Conforme crece el poder y la influencia de los medios de comunicación, aumenta, también, la necesidad de dotar a la actividad de criterios para su uso responsable; hasta el momento en el tratamiento del tema de inmigración extracomunitaria prevalecen la difusión de las retóricas de exclusión y las pautas marcadas por el mercado, ambos se apropian de los valores materiales y simbólicos de la cultura, donde evidentemente la ética de la comunicación queda bastante marginada.
Esta apropiación de valores materiales y simbólicos es
un elemento útil para la manipulación de ciertos conceptos
claves ante la opinión pública, por ello, a continuación
nos referiremos a la seguridad ciudadana.
La manipulación del concepto de seguridad ciudadana
Actualmente, la re-hegemonización del mercado por sobre las capacidades de los Estados y de la comunidad, recibe una respuesta estatal para brindar seguridad que es la de un modelo punitivo y excluyente que, a su vez, refuerza la primacía del mercado y se adscribe a su lógica. La proclamada eficiencia de las políticas de seguridad brindará cobertura a unos individuos y expulsará a los otros del pretendido paraíso (13).
Las personas que provienen de los países periféricos intentan paliar la inseguridad económica, social y política que sufren en sus países de origen migrando hacia países centrales donde son atraídos por ventajas de sistemas más democráticos y por el estado de Bienestar. No obstante, en los países centrales no se advierte que los inmigrantes tengan la posibilidad de hallar un rincón seguro ya que sobre ellos cae la función del "chivo expiatorio" de las inseguridades ajenas.
Aquí nuevamente entran en juego las retóricas de exclusión de los gobiernos europeos. Las diversas demandas planteadas por ciudadanos europeos serán encauzadas por el poder político hacia la seguridad frente al "otro" (14). La clase política calma las inquietudes y busca consenso social debatiendo y consensuando entre ellos, políticas de seguridad de tipo penales, con su consiguiente divulgación en los medios de comunicación.
Las discusiones sobre la inmigración extracomunitaria comienzan a profundizarse cuando el Estado Español se convierte en miembro de la Comunidad Europea (1986) que, a su vez, le atribuye a la Península el papel de frontera sur de la pretendida "Europa Fortaleza".
Así, las imágenes de "espaldas mojadas", de los desplazamientos masivos de minorías étnicas en el Este, las concentraciones de inmigrantes en plazas públicas y en dependencias de empleo, las listas de refugiados y los pedidos de asilo dejaron de llegar por los medios periodísticos desde otros países y la prensa española comenzó a elaborar su propio discurso.
Coincidimos con Javier de Lucas (1996) cuando sostiene que el mensaje respecto a la presencia de extranjeros comunitarios se fue endureciendo y empezó a difundirse la apelación a una primera falacia, el mecanismo de "emergencia social" que consiste en proponer que la presencia de extranjeros quede equiparada a otras "alarmas" como la criminalidad, el delito y el tráfico de drogas, por ello, el racismo aparece como un subproducto "con cierto fundamento".
Este hecho vincula la asociación de los rasgos de diferencia (la más visible es la étnica), con los de competencia y amenaza (para el mercado de trabajo, para la pirámide de la población, para la "propia identidad cultural y nacional") y desorden (los extracomunitarios como "ejército de reserva de la delincuencia", como causa de la "inseguridad ciudadana", vinculados a las formas de delincuencia que merecen más rechazo social: narcotráfico, terrorismo, y el delito contra la libertad sexual y la propiedad) que se traduce en la criminalización de los extracomunitarios, en su presentación como un problema de "orden público" frente al cual debe primar la respuesta policial (15).
Es así como a nivel europeo y nacional se afianza la necesidad de seguridad con el que queda implícito el concepto de amenaza. Se dictan leyes, como la Ley de Extranjería (8/2000), que frente a una "identidad común" defiende a los ciudadanos españoles del "extranjero", del "otro". La prensa nacional que siguió paso a paso los debates de la Ley de Extranjería, los informes de la ONU, la llegada de pateras y las "avalanchas amenazantes" junto a la denuncia de la existencia de las redes de tráfico ilegal de personas, en numerosas ocasiones, han contribuido a reforzar la idea de (in)seguridad ciudadana frente al "otro", al inmigrante extracomunitario.
Es así como el concepto de seguridad ciudadana es manipulado por los medios de comunicación mediante una serie de metáforas como las de "invasión" y "amenaza". Por ejemplo, en el suplemento de "Domingo" de EL PAIS del 8 de agosto de 1999 aparece una composición de fotografía de un inmigrante subsahariano con el título: "Inmigración: Crece la Marea", esta nota si bien expone las desgarradoras historias de vida de algunos inmigrantes africanos para alcanzar "el paraíso", ella hace uso de un lenguaje que contribuye a reforzar la idea de "amenaza" e "invasión". La falta de coherencia -que algunos podrían llamar pluralismo- se demuestra en el mismo periódico cuatro días después cuando Sami Näir (1999) hace un análisis incisivo de la nota mencionada. Este eurodiputado denuncia el uso habitual de términos como avalancha o marea para referirse a la llegada de extracomunitarios, para Näir se trata de "una metáfora inquietante", puesto que las palabras no sólo sirven para decir (describir) sino también para hacer (actuar), actúan sobre el espíritu, configurando el imaginario y se convierten en fuerzas materiales.
Las ideas de "invasión" y "amenaza" forman parte de las retóricas de exclusión. Apoyadas en el fundamentalismo cultural y en la seguridad ciudadana consiguen vincular en forma directa ciudadanía y nacionalidad. Además, aparecen otras retóricas de exclusión como la necesidad de promulgar leyes restrictivas para terminar con las mafias que trafican con personas. En este sentido, la prensa escrita, como anteriormente mencionáramos, se hizo eco de los viavenes que tomaba el discurso político oficial, por ejemplo LA VANGUARDIA, el 7 de julio de 2000, ante la inminente reforma de la Ley de Extranjería, también reproduce esa manipulación de la noción de seguridad ciudadana con titulares como: "Todo el peso de la ley sobre las mafias", al que agrega un subtítulo sugerente: "El Consejo aprueba hoy un proyecto rectificado para regular la inmigración". En realidad, al igual que el discurso oficial, la prensa destaca el tema de la delincuencia cuando el objetivo último es restringir los flujos migratorios.
Escaparía a las dimensiones de este artículo enumerar los titulares que cotidianamente nos remiten a robos, delincuencia, delito, drogas y violencia donde aparece mencionada la nacionalidad de la persona si se trata de un inmigrante extracomunitario, ahora si se trata de un europeo o connacional el término elegido para referirse al mismo es el de ciudadano. En el mismo sentido, podemos mencionar que la mujer inmigrante está completamente invisibilizada en la prensa escrita, salvo cuando el fenómeno de la inmigración se relaciona con la prostitución; en este caso la noticias hacen hincapié en la migración extracomunitaria femenina.
Es así como la prensa escrita contribuye a crear una fisonomía de "inmigrante ilegal" asociada a la violencia, a la delincuencia y a la prostitución; fisonomía que sirve de justificativo para leyes cada vez más restrictivas en relación con la seguridad del ciudadano.
Para complementar estos ejemplos tomados de la prensa a nivel nacional
analizaremos, para el mismo periodo considerado, cómo la prensa
local en ciudades de menor tamaño reproducen esta difusión
de retóricas, metáforas e imágenes que se traducen
en un simbolismo que fertiliza en el imaginario colectivo.
De la solidaridad a la seguridad ciudadana: la visibilización del colectivo ecuatoriano en Totana a través de la prensa local.
Imagen Nº 3
Es nuestra intención en este apartado identificar los cambios producidos en los discursos elaborados por la prensa local, en el tratamiento de la información acerca del colectivo ecuatoriano en Totana, provincia de Murcia, desde agosto de 1998, específicamente a través de las noticias lanzadas por La Gaceta y Línea Local.
Desde el verano de 1998 hasta la actualidad podemos identificar dos etapas a través de las cuales se van transformando las representaciones que dan cuenta de la relación entre la actitud de la "sociedad de acogida" y la de los inmigrantes ecuatorianos. Términos como solidaridad, acogida, supuesta aceptación, posible integración, que en un primer momento, identifican a la comunidad totanera, la cual aparece como protagonista de las noticias vinculadas a la inmigración, son desplazados, en una segunda etapa, por los de inseguridad ciudadana, delito, agresiones sexuales, violaciones a las normas de tránsito asociados todos a la figura del inmigrante ecuatoriano representado como el "extraño".
En la primera etapa la construcción del "otro" como víctima sirvió como elemento constitutivo de la representación de la "sociedad de acogida" como abierta y solidaria. Totana en la prensa internacional, nacional y local apareció como "un ejemplo" no sólo para el Estado Español, sino también para resto del mundo. La difusión de la información traspasó los límites de la sociedad de origen y llegó a Estados Unidos, precisamente Nueva York, estado donde reside una importante cantidad de población ecuatoriana producto de un desplazamiento internacional en la década de 1970.
Ante la inminente expulsión de 17 ecuatorianos, ordenada por el Alcalde, debido a la falta de regularización en la documentación de residencia, la "sociedad de acogida" fue retratada en ambos periódicos semanales de Totana, La Gaceta y Línea Local, con tiulares como los siguientes:
"La mayor difusión en la historia de Totana", "Empresas de toda España realizan ofertas de trabajo: Más de mil ofertas para los ecuatorianos de Totana", "El embajador de Ecuador en España entrega el premio a la solidaridad al pueblo de Totana", "Totana da una lección de solidaridad al mundo", "Totana acogerá las primeras Jornadas sobre Inmigración y Derechos Humanos" en La Gaceta (16). En Línea Local: "Totana se convirtió en el referente de la solidaridad con los inmigrantes", "Toda España estuvo pendiente de la respuesta de Totana ante la detención de unos inmigrantes ecuatorianos", "Empresas solidarias", "Totana, premiada con el micrófono de plata a la solidaridad: La Asociación de Radio y Televisión de Murcia ha galardonado al pueblo por las movilizaciones de apoyo a los inmigrantes ecuatorianos", "Una periodista danesa visita Totana para realizar un reportaje sobre la inmigración: Tine Gotzsche forma parte de la Fundación Periodistas de Europa y se interesó por la solidaridad demostrada por la localidad en el caso de los ecuatorianos" (17).La aceptación de la migración ecuatoriana a Totana, evidenciada en estos titulares, parece estar íntimamente relacionada con los vaivenes del mercado de trabajo agrícola. Las diferencias culturales pasaban desapercibidas en la primera etapa debido a la preferencia de este colectivo con respecto a los magrebíes, instalados en la zona desde principios de la década de 1980. Sin embargo, promediando 1999 la llegada masiva de los ecuatorianos, que produjo la saturación de la mano de obra y problemas de acceso a la vivienda, puso de manifiesto una serie de conflictos sociales donde se evidenciaron las diferencias de pautas culturales entre la comunidad autónoma y la inmigrante que hasta el momento habían permanecido solapadas (18). Es en este momento que podemos situar una segunda etapa en las relaciones entre la "sociedad de acogida" y el colectivo de inmigrantes ecuatorianos; el énfasis en la solidaridad de la sociedad totanera dio paso a que se pusiera el acento en el "otro", en el "extraño", la prensa local comenzó a difundir numerosas retóricas basadas principalmente en "los problemas de las diferencias culturales".
Si bien en esta contribución, nos hemos dedicado al análisis de titulares, creemos oportuno en este caso transcribir algunos párrafos de dos columnistas de Línea Local, puesto que sus artículos marcan un punto de inflexión en la construcción hacia el estereotipo de inmigrante que ahora "invade" y constituye una "amenaza social" con sus condiciones de pobreza; esta visión influye en la opinión pública de la sociedad de llegada:
"Pocas cosas pueden resultar tan hermosas y reconfortantes en y para el ser humano como la solidaridad. Solidaridad para el que pasa hambre, solidaridad con el que padece enfermedad, solidaridad con el que no tiene trabajo, solidaridad en definitiva con el necesitado....Pudiera, no obstante, darse el caso de lo que yo denomino 'solidaridad mal entendida', la cual -y es una apreciación personal- podría desembocar en una situación de 'caos social' que lejos de ayudar a quien necesita, supondría trasladar geográficamente su problema, además de un importante retroceso en la calidad de vida de las sociedades más avanzadas que le acogen y le ayudan.... Creo que sí, creo que es hora de que por parte de las autoridades, de las organizaciones económicas y sociales e incluso los propios afectados a través de sus representantes, establezcan las bases para que este pueblo nuestro, por dejadez e irresponsabilidad, no se convierta en el futuro en una torre de babel de parados y delincuentes, que viniera a confirmar las teorías racistas a partir de la buena fe pero poca previsión de quienes sí creemos en la solidaridad"
"...Todos sabemos que en la actualidad tenemos un elevado número de personas que mediante el sistema de emigración que en sus países han ido recalando en el nuestro. Y si de años atrás a esta parte nos habían 'invadido' levemente los marroquíes, muy pronto se extendió la noticia de hacer falta de mano de obra no cualificada para nuestros campos y entonces, rumanos en pequeña cantidad, ucranianos, peruanos, algún colombiano y en cantidades ingentes ecuatorianos, la mayor parte de ellos de El Cañar, proliferan como hongos tras la lluvia en nuestro municipio. En principio todo ha ido bien pero ha llegado el momento de la saturación y como es natural algunos de estos trabajadores al hallarse en paro ven difícil su estancia acá y surgen problemas de hurtos, otras, al encontrarse con una especie de Edén que les ha permitido vivir como no soñaban, han adquirido vehículos que usaban para ir al trabajo...y a veces para organizar carreras nocturnas, lo que no es precisamente recomendable. De vivir en la mayor de las pobrezas al haber cambiado su 'status', hay gentes que no saben asimilar este cambio..."No obstante, a esta representación del "otro", el autor refuerza la identificación de la "sociedad de acogida", con actitudes paternalistas y caritativas ante un "otro" pobre y sin educación, y prosigue:
"No hace mucho indiqué a una joven ecuatoriana que podía pasarse por mi domicilio con su esposo, al que daría varias prendas de buen uso, para atender sus necesidades más perentorias. Se puso la mar de contenta. De esto hace más de tres semanas y vive cerca de mi casa, no habiendo aparecido por mi domicilio. La encontré ayer y le dije: ¿Qué ha ocurrido?. Me contestó: lo había olvidado. ¿Cuánta falta le haría aquello que con tanta insistencia me había pedido?". (19)
A estas notas de opinión podemos agregar algunos titulares,
también en Línea Local como: "Detienen a un joven
ecuatoriano de 17 años como presunto autor de un delito de agresión
sexual", "Detenido un ecuatoriano acusado de violar dos veces a
una compatriota", "¿Y usted qué opina?, ¿Cree
que Totana es una población en la que exista seguridad ciudadana?
(20). En La Gaceta, encontramos el mismo estilo en cuanto
a mostrar "las diferencias": "Detenido un ecuatoriano por presunta agresión
sexual", "Se cerrarán 4 locutorios 'para ecuatorianos'"
(21).
Creemos necesario detenernos en el análisis de la difusión de estas retóricas de exclusión que esta vez no derivan del discurso político oficial, sino de personas pertenecientes a la comunidad autóctona. En una primera instancia, la construcción que se realiza en torno a la imagen de "Totana solidaria" parece basarse, según las opiniones de los columnistas, sobre los valores de bondad y caridad de una sociedad que es profundamente católica. La "solidaridad bien entendida" podría identificarse con el principio de caridad que debería tener un católico, "la solidaridad mal entendida" para el autor, en nuestra opinión, sería solidaridad, si las representaciones que están en el imaginario colectivo no la "confundieran" con caridad. Esta solidaridad debería contemplar un lugar en la comunidad de llegada y en sus espacios públicos para los inmigrantes ecuatorianos que trabajan en condiciones laborales precarias más de 10 horas diarias en la agricultura de la zona, sin contrato ni seguridad social. Aquí radica el punto de mayor conflicto.
Una de las inferencias respecto de la interpretación que la propia sociedad totanera hace de su relación con el inmigrante, a las que podemos llegar después de la lectura de la prensa escrita local, sería que las limosnas que reparten los totaneros sólo se ven recompensadas por hurtos, violaciones y agresiones por parte de los inmigrantes ecuatorianos, catalogados como pobres y "sin buenos modales". Resulta significativo que las noticias que hacen referencia a la modernización agrícola de la zona de El Levante no se relacionen con el hecho de que la mano de obra inmigrante es la que absorbe los costos sociales y económicos de estos procesos (22).
Ya a fines de 1999 las actitudes de rechazo manifiestas y latentes eran una constante en la sociedad totanera con respecto a la presencia de inmigrantes ecuatorianos. En mayo de 2000 se difunde, tanto en la calle como en la prensa, el ataque por parte de un joven, identificado supuestamente como ecuatoriano, a una joven comerciante de Totana.
Así, frente a este hecho, parte de la "sociedad de acogida" organiza una manifestación por "la seguridad ciudadana" y por un "Totana, te queremos como eras". La prensa local toma este tema como eje de noticias de varias semanas y los titulares que hacían referencia a la seguridad ciudadana, hacían alusiones en sus subtítulos al colectivo ecuatoriano como amenaza social. Si bien La Gaceta se hizo eco de los problemas que generaron los propios manifestantes que abogaban por la seguridad como: "La Manifestación terminó en una batalla campal. Algunos manifestantes apedrearon el Ayuntamiento", Línea Local persistía en reforzar la idea de responsabilidad de la violencia y la inseguridad en los inmigrantes ecuatorianos con titulares como: "La manifestación para protestar por la inseguridad ciudadana discurrió con total normalidad. Estaba organizada por una plataforma vecinal, integrada por amigos y familiares de la joven que ha sufrido varias agresiones por un ecuatoriano".
Cabe destacar que hasta la fecha no se ha esclarecido el hecho, ni se ha detenido al supuesto autor; además, los procedimientos llevados a cabo por la policía conjuntamente con los familiares de la presunta víctima no fueron transparentes (23).
Algunos sectores de la comunidad de Totana, como los representantes de la Asociación Murcia Acoge, mostraron su descontento por el tratamiento que la prensa escrita y televisiva estaba haciendo de la inmigración; ellos argumentaban que esta difusión distorsionada y manipulada por parte del sector político y opositor y la prensa había instalado una serie de estereotipos que identificaban a los inmigrantes ecuatorianos con la violencia, el delito y la inseguridad. Es en este momento cuando la prensa da cabida también a los testimonios de algunos representantes del colectivo inmigrante y de ONGs comprometidas con el tema de Derechos Humanos.
Sin embargo, la problemática de fondo, la explotación
laboral por parte de un empresariado agrícola que depende de la
mano de obra inmigrante para levantar sus cosechas seguía sin aparecer
en los medios de comunicación. El conflicto generado entre los autóctonos
y el "otro" se basa en el "fundamentalismo cultural", como ya analizaramos,
una de las retóricas de exclusión más difundida en
este último tiempo a diferentes escalas: Unión Europea, Estado
Español, Totana....
El accidente de Lorca, los empresarios agrícolas y el sensacionalismo periodístico
El 4 de enero de 2001 los titulares de la prensa escrita nacional, regional y local hablaban sobre un trágico accidente donde habían muerto 12 personas. No obstante, el término "personas" no figuraba en las noticias de primera plana, la imagen del accidente era acompañada con los titulares que anteriormente mencionáramos: "Mueren 12 sin papeles", "El tren arrolla a doce jornaleros de Ecuador en el campo de Lorca: los inmigrantes sin papeles iban hacinados en una furgoneta", "Doce ecuatorianos mueren al ser arrollados por un tren en Murcia" (24).
Este hecho trágico puntual fue el punto de inflexión para que la prensa visibilizara, una vez más, al colectivo de inmigrantes ecuatorianos. Ya lo había hecho en los veranos de 1998 y 1999 (25), cuando las noticias generalmente escasean y se pueden combinar las frivolidades de las vacaciones de los políticos con las condiciones de vida de los inmigrantes extracomunitarios y alguna historia de vida, narrada periodísticamente, da paso a la victimización de los trabajadores. La dramática situación generada frente a este accidente fue el trampolín para "desenmascarar" que en el Estado Español, específicamente en el mercado de trabajo agrícola, existía explotación laboral de una mano de obra inmigrante extracomunitaria sojuzgada por leyes como la de extranjería que afecta a sus derechos humanos. Temas como el trabajo en condiciones ilegales, explotación de mano de obra por parte de los empresarios agrícolas incluyendo el trabajo infantil, fueron visibilizados por la prensa como si fueran un "gran descubrimiento". Así, EL PAIS Semanal publica en enero una nota reportaje titulada: "Vida de ecuatoriano". La prensa regional como LA VERDAD de Murcia, comienza a hacer hincapié sobre las formas de reclutamiento de la mano de obra necesaria para el campo y así los empresarios agrícolas se convierten en los actores centrales de este nuevo montaje escénico. Titulares como: "Los ecuatorianos muertos tenían un trabajo cercano a la esclavitud", "La Inspección se compromete a abrir una campaña ejemplarizante contra la explotación de inmigrantes", "Con las manos en los bolsillos. Miles de ecuatorianos y magrebíes ilegales pasean por las calles de Lorca a la espera de conseguir trabajo", "Cosechas de alcachofa y brócoli se echan a perder por falta de mano de obra" (26).
Poco a poco las noticias sobre la tragedia en Lorca cedieron paso a
los encierros de inmigrantes extracomunitarios en iglesias católicas
de numerosas ciudades españolas como una forma de protesta por la
falta de regularización en la documentación y la puesta en
vigor de la Ley de Extanjería. Promediando fines de enero de 2001,
los inmigrantes ecuatorianos se vuelven a hacer invisibles en la prensa.
Los medios ya no se ocupan de ellos entonces los empresarios los vuelven
a contratar sin papeles y continúa la explotación laboral
y las condiciones precarias para mos inmigrantes extracomunitarios.
"Gracias a la prensa ya no pasamos desapercibidos" (Nora, ecuatoriana, Quito)
Si bien no desconocemos que existen trabajos de científicos sociales y de algunos periodistas que han intentado llevar adelante proyectos donde la especialización en los temas y el uso de un léxico adecuado sea condición para un rigor y compromiso ético en la noticia (27), aún queda mucho camino por recorrer.
Lamentablemente la prensa analizada tanto a nivel nacional como local refleja una difusión de las retóricas de exclusión elaboradas por el gobierno español, sólo matizadas por la editoriales de algunos intelectuales comprometidos con el tema de la inmigración extracomunitaria. Sin embargo, es necesario destacar la falta de especialización de los periodistas que realizan notas y crean opinión en la sociedad llenando páginas con tópicos y reforzando estereotipos que, en numerosas ocasiones, a través de los medios se construye una imagen del "otro", el "extraño" como el que "amenaza", el que llega en forma de "marea que no cesa". Estos titulares han estigmatizado a los que nacimos extramuros del "Espacio de Schengen" convirtiéndonos en víctimas de la explotación o en demonios que acarreamos con nuestra pobreza la "inseguridad ciudadana" justamente en el momento en se necesitan una noticia impactante.
Los efectos de la construcción de este tipo de estereotipos son directos en las formas de tratamiento cotidiano del cual son objetos los inmigrantes extracomunitarios en las sociedades de llegada. Los testimonios de los propios inmigrados fueron los que nos motivaron a realizar este análisis contextual del discurso que la prensa escrita ha elaborado en torno al fenómeno de la inmigración extracomunitaria en el Estado Español. Ellos coinciden en que la saturación del mercado de trabajo agrícola en Totana, durante los veranos de 1998 y 1999, se debió, en parte, al "efecto llamada" que produjeron los medios de comunicación con sus descripciones sobre la solidaridad de la comunidad autócotona y las facilidades que allí había para obtener contratos de trabajo, paso previo imprescindible para la regularización.
Fueron los mismos medios que en enero de 2001, a raíz del accidente mencionado, denunciaron la explotación laboral de los inmigrantes ecuatorianos; condiciones de semiesclavitud que no aparecieron reflejadas los años anteriores, cuando sólo se enfatizó en la solidaridad de la "sociedad de acogida". Estas denuncias paralizaron el trabajo para miles de inmigrantes extracomunitarios que no podían afrontar los gastos diarios y mucho menos continuar con los pagos de la deuda contraída para poner en marcha su proyecto migratorio.
Las personas entrevistadas coinciden en que el tratamiento inadecuado que la prensa escrita ha realizado del fenómeno inmigratorio, los ha "visibilizado" dentro de la sociedad de destino, como dice Nora, pero de una manera negativa, situándolos en las últimas posiciones de la jerarquía en esta sociedad y segregándolos social, económica, cultural y territorialmente.
Creemos insuficiente que la prensa escrita otorgue espacios a testimonios
de inmigrantes y a intelectuales comprometidos con el tema, es necesario,
como apuntábamos al principio, que la libertad de expresión
y de prensa se conjugue con la responsabilidad de su uso y elabore un discurso
coherente donde los inmigrantes extracomunitarios reciban el tratamiento
de personas ciudadanas sin victimizaciones ni demonizaciones.
Notas
3. Creemos oportuno aclarar que esta ponencia es una reflexión acerca del tratamiento que la prensa hace del fenómeno de la inmigración extracomunitaria como parte de nuestra investigación más amplia sobre La inmigración ecuatoriana en tres contextos de llegada: Murcia, Madrid y Barcelona; por ello, no pretende ser un análisis exhaustivo desde la perspectiva de análisis de las diversas teorías de medios de comunicación.
4. La inmigración extracomunitaria representa el 1,35% del total de la población del Estado Español. Eurostat: 2001.
5. Naïr; 1992; Riquelme; 1993; Stolcke; 1994; de Lucas; 1996.
6. En este trabajo utilizaremos "sociedad de acogida" entre comillas para referirnos a una representación creada desde los países centrales para autodenominarse como una sociedad abierta, pluralista, libre y democrática donde el "extraño" es el que constituye el problema. Cuando mencionemos los puntos de destino de los flujos internacionales, sin carga simbólica, utilizaremos los término de sociedad de llegada y sociedad de destino.
7. Juan de Dios Ramírez-Heredia; 1999
8. LA VANGUARDIA, EL PERIODICO; EL PAIS; 4 de enero de 2001. Es significativo el uso del lenguaje puesto que en ese día también se buscaban los cadáveres entre las nieves de los Pirineos de cinco personas que estaban esquiando. Estas cincos eran identificadas como "personas", no aludía a si en ese momento eran "indocumentados" aunque seguramente no llevaban el D.N.I. en su traje de esquí y en ese momento de trágica búsqueda parecía que el dato de la nacionalidad de los muertos también era un dato menor.
9. El PAIS, 26 de julio de 1998. pag. 4
10. El PAIS, 9 de agosto de 1998. pag. 15
11. Como ejemplos cabe mencionar: EL PAIS. Hacia una nueva gestión de los flujos migratorios. Editorial de Sami Naïr. 12-08-1998, p. 9. EL PAIS. Inmigración y estado de Bienestar. Editorial de Antonio Izquierdo Escribano. 07-02-1999, p. 17. EL PAIS. ¿Ley de Extranjería en la UE?. Editorial de Miguel Pajares. 15-10-1999, p. 18. EL PAIS. Extranjería: las razones del rechazo. Editorial de Javier de Lucas. 09-12-1999, p. 22. EL PAIS. Inmigrantes para vivir mejor. Editorial de Sami Naïr. 27-01-2000, p. 13. EL PAIS. Contra la razón de la fuerza. Editorial de Juan Goytisolo y Sami Naïr. 08-02-2000, p. 13. EL PAIS. El Ejido y el cambio de modelo migratorio. Editorial de Antonio Izquierdo Escribano. 18-03-2000, p. 16. EL PAIS.Efectos sin causa: sobre el "efecto llamada". Editorial de Javier de Lucas. 10-06-2000, p. 16. EL PAIS. ¡Regatas de pateras!. Editorial de Juan Goytisolo. 27-08-2000, p. 11. EL PAIS. Justicia y verdad para la inmigración. Editorial de Sami Naïr. 28-10-2000, p. 3. EL PAIS. La ley de las "no personas". Editorial de Diego López Garrido. 23-01-2001, p. 11. EL PAIS. Derecho a emigrar ¿obligación de acoger?. Editorial de Antón Costas. 25-01-2001, p. 13. EL PAIS. En Barcelona con Chilaba. Suplemento Dominical, Empar Moliner. 25-02-2001, p. 1. EL PAIS. ¿Hay inmigración imposible de integrar?, Trato igual por Joaquín Durango; No a otra limpieza de sangre por Sami Naïr. Sección Debate. 06-05-2001, p. 17.
12. Algunos ejemplos son: EL PAIS Semanal. La carrera por los papeles. 14-11-1999. EL PAIS Semanal. Los otros españoles. 27-02-2000. EL PAIS Semanal. Encajonados. 25-11-2000. EL PAIS Semanal. Mi primer año en España. 10-12-2000. EL PAIS Semanal. Vida de ecuatoriano. 13-01-2001. EL PAIS Semanal. Mi amigo Smart. 08-04-2001.
16. La Gaceta; 31-08-98; 08-09-98; 26- 10-98; 31-01-99; 23-02-99.
7. Línea Local; 04-09-98; 04-09-98; 16-10-98; 05-02-99.
19. Los resaltados en los párrafos de noticias transcritas son nuestros.
20. Línea Local; 10-09-1999; 25-09-1999; 15-10-1999.
21. La Gaceta; 06-09-1999; 16-11-1999.
23. Delegación de Murcia Acoge en Totana; 2001.
24. EL PERIODICO; LAVANGUARDIA; EL PAIS; 04-01-2001.
25. EL PAIS. Un pueblo en defensa de 500 inmigrantes ecuatorianos. España, 14-08-1998; EL PAIS. La ley rompe los sueños de 500 ecuatorianos. España, 15-08-1998; EL PAIS. Otro verano sin papeles en Totana. España, 16-08-1999.
26. LA VERDAD; 05-01-2001; 10-01-2001; 12-01-2001; 17-01-2001.
27. CC.OO. El lenguaje solidario
en los medios de comunicación. En Informe Anual 1999 sobre el
racismo en el Estado Español. Barcelona: Icaria, 1999, p. 204-206.
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