Scripta Nova |
BERLÍN, PRAGA, BARCELONA “8 DÍAS 7 NOCHES” POLÍTICAS URBANAS Y TURISMO
GLOBAL*
Mg. César Cáceres Seguel Geógrafo
E- mail: ccseguel@yahoo.es
Artículo que resume
Berlín, Praga, Barcelona “8 días 7 noches” políticas urbanas y turismo global (Resumen)
Gradualmente, los espacios neurálgicos de las ciudades Europeas han perdido complejidad, han sido manipulados para crear espacios tematizados de consumo fácil e instantáneo para el turista, lugares en los cuales se embalsama la cultura local para ser exhibida en formato tour guiado o souvenir, ofreciendo en ellos todos los servicios que el turista global espera encontrar
Palabras
Claves: Turismo
Global, Políticas Urbanas, Dialéctica local – global, Consumo Urbano,
Imaginario Urbano.
Berlín, Praga,
Gradually, the main spaces of the
European cities have lost complexity, they have been manipulated to create
spaces focused on an easy and instantaneous consumption for the tourist, places
in which the local culture is embalmed to be displayed in a guided tour format
or souvenir, offering in them all the services that the global tourist expects
to find.
Key
words: Global tourism, urban policy, local-global
dialectic, urban consumption, urban imaginary
El explosivo desarrollo de la industria turística urbana ha venido transformando por más de veinte años el mapa social de la ciudad, instalando al turista urbano como el nuevo tipo de habitante de la ciudad contemporánea, si bien corresponde a un habitante a tiempo parcial (Muñoz, F, 2001), como segmento de población, está presente ininterrumpidamente en cada una de las principales ciudades de Europa.
Los efectos de esta industria sobre las economías urbanas, sobre la orientación de las políticas urbanas y sobre la atmósfera de las ciudades son evidentes por lo que resulta pertinente analizar como las ciudades están reaccionando y adecuándose a la irrupción de este nuevo habitante que llegó al parecer para quedarse.
Los agentes urbanos han respondido a la irrupción del turismo urbano de una forma cuestionada por investigadores quienes definen el enfoque dado a estas como de “festivilización de las políticas urbanas” (Marco Venturi, 1995), “Urbanalización” (Muñoz, F. 2001), en el sentido que la “tematización” de áreas centrales de la ciudad y la museificación de la cultura local, resultan estrategias destinadas a situar a las ciudades dentro del circuito mundial de espacios de ocio y consumo para especialmente el turista global, pero olvidan su responsabilidad en la mantención de la complejidad de los sistemas urbanos.
Bajo este
análisis la sostenibilidad del modelo turístico urbano es discutible en la
medida que revela evidentes fricciones entre la dimensión global de la ciudad,
de competitividad internacional, y la dimensión local, la de bienestar para el
habitante local. Resulta significativo que los espacios con mayor riqueza
cultural e histórica de las ciudades Europeas, como son los barrios
industriales, centros históricos, frentes marítimos y fluviales, o ramblas de
paseo dominical. Sean a su vez las que presentan hoy en día, las atmósferas más
artificiales, poco originales y predecibles.
Figuras Nº 1 y 2
Centro antiguo de Praga Centro histórico de Berlín
Fotografías de César Cáceres Seguel
Los
espacios neurálgicos gradualmente han perdido complejidad, han sido manipulados
para crear espacios tematizados de consumo fácil e instantáneo para el turista,
lugares en los cuales se embalsama la cultura local para ser exhibida en
formato tour guiado o souvenir, ofreciendo en ellos todos los servicios que el
turista global espera encontrar, desde tiendas con la camiseta del equipo de
fútbol de la ciudad, comida rápida, cines IMAX, museos, etc.
Figura Nº3
La diversidad de paisajes urbanos está en extinción, las fuerzas globalizadoras están actuando con una fuerza centrípeta que lleva la experiencia urbana hacia un centro único y empobrecido, cada vez más ajeno a su propio habitante, pero mas cercano a una versión simplificada de ciudad, resumible en un souvenir, consumible en un fin de semana largo. Una a una las principales ciudades de Europa van cubriéndose de un manto mediático empobrecedor, una edición infantil, fácil de entender, fácil de tragar, simple como la papilla planetaria que tiende a lograr la coloreada homogeneización global. (Verdú, 2003)
El turista global
El viaje y los viajeros son dos cosas que aborrezco, sin embargo aquí me tienen, dispuesto a contar la historia de mis expediciones...
Claude Lévi-Strauss
Las “dinámicas espaciales postfordistas”, caracterizadas por la flexibilidad en la localización espacial de actividades, están configurando una nueva geografía del turismo urbano, por lo que para entender el crecimiento de industria resulta necesario fijar la atención en al menos tres fenómenos: la revolución del transporte, el impacto de los “media” en la experiencia urbana contemporánea y la flexibilidad laboral y académica.
“Revolución Easy Jet”
Los aeropuertos de un tiempo a esta parte se han transformado, al menos
en Europa, en una de las principales estaciones de movilidad interurbana
gracias a la irrupción de líneas aéreas de bajo costo, Ryan Air, Volare, Basic
Air, las cuales han influido determinantemente en la multiplicación de vuelos
dentro de Europa hasta elevar las cifras a 225 millones de desplazamientos el
año 2003.
Figura Nº4
La mejora de los sistemas de transportes y
comunicaciones sustenta la emergencia de nuevas pautas de movilidad que
introducen temporalidades específicas y prácticas de poliespacialidad. (Cazes,
1996). Estas
prácticas de poliespacialidad como define el autor son en su gran mayoría
destinadas al ocio y de estas un gran porcentaje lo desarrollan estratos
de población joven, hasta hace poco tiempo alejadas de los aeropuertos por lo
encarecido de los desplazamientos. La situación ha cambiado, un fin de semana
de puente que otrora servía para organizar excursiones a los Pirineos o a Costa
brava, hoy resultan ideales para conocer Londres, Berlín o Roma.
Flexibilidad Laboral y Académica
Resulta otro factor de desarrollo del turismo urbano puesto que existe una tendencia creciente al fraccionamiento de las vacaciones en varios períodos de corta duración. A su vez el proceso de internacionalización de empresas ha llevado a que puestos de trabajo contemplen el desplazamiento semanal o mensual por reuniones de negocios o seminarios, actividades que inevitablemente incorporan tiempo al ocio.
Así mismo asistimos a una flexibilización de los programas académicos en este sentido cabe citar el programa de intercambio universitario “Erasmus” y Estudios de postgrado, en períodos de tiempo que van de seis meses a dos años aproximadamente.
La experiencia urbana tanto para los estudiantes de intercambio universitario “Erasmus” como los trabajadores “flexibles” se limita en su mayoría al consumo de áreas centrales de ciudades, centros históricos, barrios de moda, etc. (1)
Impacto de los “media” en la elaboración de la experiencia urbana
El impacto de los medios de información, cine, televisión, Internet, literatura, han globalizado los paisajes urbanos de las principales ciudades del mundo volviéndolas “familiares” y borrando en el viajero prácticamente toda posibilidad de incertidumbre. El viaje ya no contiene las mismas dosis de aventura ante lo desconocido como constituía en el pasado, el cine de Elia Kazán, Wodie Allen o F.F Coppola entre otros se han encargado de mostrarnos las calles de Nueva York, Tokio ha sido exhibido con buen gusto por Sofia Coppola o Roma por Fellini. El efecto de los media ha provocado que hoy no sea necesario un conocimiento a priori de la ciudad que se visita ya que las ciudades se han vuelto “amigables”, como en un juego de espejos la ciudad actual es más real cuando imita y reproduce su imaginario, lo que podríamos denominar el triunfo de la experiencia urbana basada en la ilusión.
(1) Un retrato del estilo de vida que desarrollan este tipo de habitante a tiempo parcial es posible encontrar en el film “L´ Auberge Espagnole”. (Klapish, 2002)
Para comprobar este fenómeno mediático basta leer las oferta de
agencias de viajes ofreciendo por ejemplo Viajar .com ofrece “paquetes”
para conocer Sicilia recreando escenas de el “El Padrino”, Turquía
según “
“es un paseo por los rincones de una megápolis impactante y futurista envuelta en luces de neón. Un sueño del siglo XXI para amantes de la tecnología, del diseño y de las nuevas tendencias, visto desde una óptica peculiar. Líate la manta a la cabeza y pon rumbo a Tokio. Reserva de ida y vuelta desde 575 euros”
Otro ejemplo del poder de los media a la hora de configurar la experiencia urbana contemporánea dice relación con el libro “El Codigo Da Vinci” de Dann Brown, por el cual existen agencias que ofrecen recorridos por Paris descubriendo las Catedrales, Museos y Pinturas que guardan el secreto del libro, con gran éxito para los agentes turísticos.
Derivado de estos ejemplos ¿Cómo definiríamos el turismo urbano actual?, si definimos postfordismo como la crisis de la producción en cadena, la estandarización y la homogeneización, sustituidos actualmente por criterios de singularidad y especificidad es posible inferir que la oferta de paquetes turísticos basados en la recreación de pasajes de libros o películas en las ciudades en que ocurren los hechos constituye un ejemplo de “turismo postfordista”, una oferta específica para un determinado tipo de cliente. Cobra relevancia el análisis que realiza Baumann (1996), Existe una cultura del exceso, caracterizada por una superabundancia de significados. La disponibilidad de los productos culturales se muestra muy superior que la capacidad de asimilación de cualquier miembro de la sociedad.
Turista global
¿Como definiríamos al turista global? Se trata de un habitante de varios territorios simultáneamente, que en sus radios de participación social, trabajo y ocio ha superado las fronteras de su ciudad definiendo territorios especializados para cada una de estas actividades.
Una suerte de “habitante por catalogo” en el sentido que el consumo que
realiza de la ciudad está determinado sustancialmente por el mapa semántico que
han construido los “media”, así el turista actual se ha transformado en un
consumidor de ilusiones que arriba a las ciudades sobre estimulado por imágenes
en un peregrinaje que los lleva ciudad tras ciudad comprobando lo que ya saben
que existe.
En la definición anterior radica una de las causas del giro, hacia la festivilización,
dado por las políticas urbanas en áreas centrales de la ciudad, esto por que
ante la irrupción de este nuevo habitante la ciudad ha reaccionado creando
espacios teatrales repletos de referencias a la “cultura local”, en los cuales
calles, plazas, barrios, frentes fluviales, son transformados logrando con esto
que el turista se sienta parte de la atmósfera del lugar, y consuma sintiéndose
como en casa.
Figura Nº5
Barrio de Sant Germain, Paris
En general el turista es consciente que lo que consume es un paquete de
imágenes pensada para ellos, sin embargo también saben que no tienen acceso a
los códigos locales y por ello se dejan llevar por el juego, dado el corto
período de estancia en la ciudad solo pueden acceder a una representación
cultural elaborada para ellos. Derivado de esta limitada aproximación a la
realidad cultural de la ciudad que visitan, es que muchos de los “productos
culturales” que consumen son irrelevantes o han quedado en el pasado para el
habitante local, sucede con los cascos vikingos comercializados en la ciudad
antigua de Estocolmo, los sombreros de
El éxito de los paquetes
turísticos que invitan a visitar las ciudades en “8 días y 7 noches” radica en
la inmediatez de la experiencia urbana, son los operadores los que deciden que
comer, cuando, donde ir y donde no, algunos autores hablan de que el tour es la
única organización social en el mundo moderno impregnada de elementos
culturales y al mismo tiempo separada en absoluto de la cultura circundante.
Los turistas haciendo uso de las experiencias colectivas de otras sociedades
intentan construir un mundo completo total en si mismo y para si mismos.
Figura Nº6
¿Sombreros mexicanos en Barcelona?
(Fotografía César Cáceres Seguel)
En la actualidad, las ciudades de Italia están inundadas de manadas de estas criaturas, ya que nunca se separan, y puede vérselas de a cuarenta por vez, desparramadas por la calle junto a su director, que está por momentos al frente, por momentos en la retaguardia, rodeándolos como un perro pastor. Ya me he topado con tres de estos rebaños, nada tan ordinario he visto hasta ahora, los hombres, en su mayor parte ancianos, de aspecto triste, las mujeres, un poco mas jóvenes, ajetreadas por el viaje pero intensamente animadas, despiertas y festivas.(Daniel Boorstin)
Hemos hablado de la poca familiaridad del turista con la ciudad y
la cultura que visitan, lo que determina también que la experiencia urbana se
base en la emotividad y el choque. Es decir como una obra de teatro y sus
pasajes de clímax, la ciudad se visita basándose en recorridos de máxima
intensidad contemplativa, cultura típica consumida por el visitante en
“cápsulas de rápido efecto fácilmente digeribles y asimilables. Por esto
retratan las mismas iglesias, se emocionan con las mismas pinturas, y
finalmente compran los mismos souvenir, sintiéndose cosmopolitas por unos días e
incluso convencidos de lo irrepetible de su aventura.
Figura Nº7
Tour por
(Fotografía César Cáceres Seguel)
Para entender la respuesta que ha dado la ciudad a la irrupción de este nuevo habitante flexible resulta necesario detenerse en dos grandes fenómenos que marcan la condición urbana contemporánea. Por un lado asistimos a la inhibición de las fronteras nacionales y la emergencia de una compleja red de escala global y local en el territorio (bloques regionales, redes de ciudades), las cuales ha entregado un protagonismo inédito a las ciudades, las que dependen cada vez más de la capacidad de atracción de capitales globales a sus territorios.
Los estados nacionales son demasiado pequeños para controlar y
dirigir los flujos globales de poder, riqueza y tecnología del nuevo sistema y
demasiado grandes para representar la pluralidad de intereses sociales e
identidades culturales de la sociedad, perdiendo por tanto legitimidad a la vez
como instituciones representativas y como instituciones eficientes. (M.
Castells)
En segundo lugar, la revolución los últimos veinte años en el transporte y las telecomunicaciones han provocado la multiplicación de los flujos de información, lo que ha traído como consecuencia que el planeta entero se cubra de un manto homogeneizador en donde los paisajes urbanos son el escaparate de marcas globales. Como ejemplo, un adolescente comiendo una Big Mac, escuchando Eminem en su DiscMan Sony, puede pertenecer al paisaje urbano de Lima, Varsovia o Shangai.
La competencia dentro del mercado mundial de ciudades exige la capacidad de volverse atractivas y reinventarse (2) para las nuevas demandas como sucede actualmente con la industria del ocio. Un sector históricamente presente en la ciudad pero que actualmente ha alcanzado una importancia inédita para la ciudad, cuestión confirmada por el aporte a las economías urbanas, 5,5% del PIB Europeo y 13% del PIB Catalán. En el pasado, el ocio urbano no era visto como un elemento estratégico de política urbana sino dentro del contexto del Estado de Bienestar. (Mommaas & Van der Poel 1989)
(2) Sostiene Amendola en su libro “La ciudad Posmoderna”, la ciudad se convierte en reflexiva y es cada vez más conciente de la capacidad de actuar sobre sí misma, no solo sobre el espacio construido y sobre el esquema organizativo sino sobre el software, sobre la cultura, la atmósfera.
(3) Esta concepción de la ciudad como espacio de consumo y ocio es analizada en el artículo “Consumer City” (Harvard, 2000), donde los economistas Glaeser, Koloko y Saiz demuestran que el modelo de ciudad prospera no es la que presenta un mayor nivel de producción sino mas bien en la que mas se consume.
Hoy en día las renovaciones urbanas más representativas desarrolladas en las principales ciudades Europeas están enfocadas hacia el desarrollo de actividades de ocio y consumo para el turismo global, o llevan incorporados estos elementos como actividad secundaria. La fórmula utilizada por los gestores urbanos se repite, exaltar los atributos culturales locales (historia, política, música, cine, literatura), reciclarlos hacia una versión light y festivalera e insertar elementos de consumo global (cadenas de comida rápida, multicines, museos, restaurante italianos, acuarios), ciudad tras ciudad la misma formula y el mismo resultado, atmósferas híbridas, atemporales, no lugares, pero también consumo y muchas ganancias para algunos urbanos.
Por renovaciones urbanas para el turismo global logramos diferenciar dos grandes fenómenos:
La tematización de espacios de consumo y ocio crean atmósferas híbridas entre elementos de cultura local con otros de consumo global creando un entorno nuevo desconectado del exterior, una versión higienizada de la atmósfera original del lugar. Se trata de la exportación al territorio urbano de formas, espacialidades y temporalidades propias de los contenedores de consumo y ocio espectacularizado (Muñoz 2000).
Son espacios turísticos globalizados presentes
principalmente en los centros históricos (Sony Center en Postdamerplatz
Berlín), frentes marítimos – fluviales (Maremagnum en Barcelona), y en
contenedores de ocio en la periferia de las ciudades
Figura Nº8
Ciudad de las Ciencias. Valencia
(Fuente: Internet)
La museificación de
espacios representativos de las ciudades, centros históricos, barrios
simbólicos, a través de la representación de atmósferas culturales cargadas de
símbolos mediatizados provenientes de las artes, música, cine entre otros. como
ejemplo podemos citar Check Point Charlie en Berlín, el centro histórico de
Praga o “Gamla Stan” el centro histórico de Estocolmo.
Figura Nº 9 y 10
(Fotografías César Cáceres Seguel)
En los espacios de la ciudad destinados al consumo del turismo global siempre faltará la presencia original del tiempo y el espacio, el contexto, el aura del lugar no existe, lo que abunda en estos espacios turísticos es la representación. Las fotos corresponden a la ciudad antigua de Praga
Para explicar la atmósfera de museificación de los centros históricos de
algunas ciudades Europeas sirve establecer una analogía entre la experiencia
urbana en el centro antiguo de Praga y la película “El Show de Truman”(Peter
Weir 1998). El recorrido por esta ciudad se asimila a pasajes del film en el
cual el protagonista desarrolla su vida dentro de una escenografía
preconcebida. Así cada habitante – personaje cumple un rol en la escena que
participa el protagonista, gente que cruza la calle, vendedor de periódico,
jardinero, etc.
Figura Nº11
The Truman Show
(Fuente: Internet)
Y
es que en el centro histórico de Praga el coro de niños en la plaza del
ayuntamiento, los hombres vestidos de trajes del siglo XVI ofreciendo entradas
para los conciertos de Mozart, los bares de cerveza a medio a medio iluminar,
todo en la ciudad vieja de Praga parece estar pensado como un perfecto
escenario, un show interactivo, donde el turista es el actor principal. “El tiempo de la producción económica, segmentado en
fragmentos abstractos e iguales es lo que se manifiesta en todo el planeta como
un solo día. El tiempo irreversible unificado es el del mercado mundial y
consecuentemente el del espectáculo mundial”. (Debord,
Figura Nº12
¿Hasta que punto pueden comercializarse los atributos culturales de una ciudad sin generar un conflicto entre el turista y el habitante local?
(Fotografía César Cáceres Seguel)
Sostenibilidad Sociocultural en la “Ciudad para llevar”
Comenzando las conclusiones debemos retornar al cuestionamiento clave de esta investigación cual es que el modelo turístico urbano Europeo está agudizando procesos de descomplejización en los usos urbanos de áreas neurálgicas de las ciudades. Existen dos líneas de análisis para entender esto, las políticas urbanas, instrumentos al servicio de la ciudad y su habitante, en la actualidad solo cumplen funciones de programadores de eventos para el turista, a su vez que se muestran incapaces de articular las operaciones urbanísticas para el ocio y el consumo global, con el resto de la “ciudad local”.
Por otro lado los intentos de cambio de oferta turística hacia un
turismo de mayor calidad que sobrepase la oferta de sol y playa, así como un
turismo mas participativo en el cual el turista se empape dentro de sus
posibilidades de la ciudad y su cultura, choca con la naturaleza del “ser
turista” quien es hijo de la cultura audiovisual, hedonista por definición,
individuo que no acepta introducirse en la realidad cultural de la ciudad que
visita, si no es con una potente dosis de ocio incorporado (4)
Figura Nº13 y 14
Centro histórico de Berlín, repara sus tejidos otrora separados por ideologías, con una buena dosis de ocio y representación pensada para el turista, allí pueden por ejemplo marcar su pasaporte con el sello de la extinta Alemania Democrática.
(Fotografía César Cáceres Seguel)
Casco antiguo de Jerusalén, visita guiada que incluye representación de Cristo sangrando por las calles de la ciudad y posterior foto con la cruz, toda una aventura.
(Fuente: Internet)
¿Como se entiende que la historia
reciente de Alemania y Occidente sea relatada por actores disfrazados de
soldados Estadounidenses en Check Point Charlie Berlín?, que por 2 euros marcan
tu pasaporte con el sello de la extinta Alemania Democrática, o que la visita
al centro antiguo de Jerusalén incluya la recreación de
(4) Vicente Verdú en su libro “El Estilo del Mundo”(Anagrama 2003), hace alusión a este fenómeno de intolerancia del individuo contemporáneo para mirar la realidad sin maquillaje…ni siquiera las manifestaciones contra el hambre o la guerra debían ser completamente malhumoradas. La gente no las soportaría. La lucha contra la situación de los más débiles puede realizarse solo a base de maratones y de vigorosos conciertos de rock, mientras la batalla en pro de los desarrapados se apoya permanentemente en la subasta de abrigos de actrices. Lo de verdad rentable es aquello que pasa por el expediente de la distracción.
Estas trasformaciones en el territorio mental y construido de la ciudad resultan territorios de fácil consumo para el turista pero de difícil asimilación para el habitante “local” quienes no sienten como propios estos espacios, más bien parece haber un divorcio entre el habitante local y los espacios turísticos en las áreas centrales de la ciudad. Es mucho más importante que la crisis de la identidad nacional porque consagra la fragmentación social, la desconexión social del lugar propio, del lugar con sentido, con memoria . (Schmucler, H. y Patricia Terrero. 1992)
La
memoria de la ciudad presente en calles, barrios, puertos, permite a los
hombres encontrar su identidad y sentido, en ellas
han nacido manifestaciones artísticas, movimientos políticos, etc. Por ende toda
colectividad necesita conservar esos lugares cargados de valores simbólicos, como señala Marc Auge, existe la necesidad imperante de
afirmar los "lugares propios" como deseos de arraigo, pertenencia,
identidad y memoria colectiva.
Cuadro Nº1
Lugar/ Espacios turísticos
globalizados
Lugar |
Espacios Turísticos
Globalizados |
Política |
- |
Cultural |
- |
Económica |
Económica |
Virtual |
Virtual |
Basándome en
la siguiente definición de No Lugar de Marc Auge “si un lugar puede definirse
como un lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede
definirse ni como espacio de identidad, ni como relacional e histórico,
definirá un no-lugar”. Por tanto los espacios turísticos globalizados pueden
considerarse como tales en la medida que carecen de las dimensiones culturales
y política, resultan islas de consumo autistas, incapaces de dialogar con
el resto del tejido físico y simbólico de la ciudad.
Figura Nº15
Centro Comercial “Maremagnum”,
Barcelona
“Sony Center”, Berlín
(Fotografía César Cáceres Seguel)
La ciudad vuelve a amurallar sus áreas
centrales con una muralla construida en el territorio semántico de la ciudad
que como señala Marcuse (1993), acaban favoreciendo
procesos de fractura física y social del espacio urbano. En lugares que
antes eran de encuentro, el barcelonés puede sentirse hoy excluido. Y Barcelona no puede ser un escenario para
el visitante antes que un lugar donde valga la pena vivir. Debemos
preguntarnos, cuando aún estamos a tiempo, si este modelo de crecimiento
turístico es racional y sostenible. (El Periodico, 20 julio 2004)
Figura Nº16
Visitas a Maremagnum
Resulta tan marcada la indiferencia del
barcelonés hacia el centro comercial “Maremagum” que este centro comercial se
encuentra en fase de "cambio de gestión, de filosofía y de oferta",
debido al incuestionable fracaso como espacio de entretención y encuentro para
el habitante de la ciudad. Es el propio director Fraser Denton, el que afirma
“la ciudad debe recuperar un espacio que le pertenece".
Ejemplos como el de Maremagnum en Barcelona hacen reflexionar acerca de la necesidad de que la memoria urbana y la singularidad de la cultura local se constituyan en el referente primordial en la construcción de la ciudad y sus espacios. No pretendo con esto defender la idea de mantener el patrimonio por el simple placer estético, mas bien defender el papel central que jugarán estos elementos en las estrategias turísticas futuras y en la diferenciación de la oferta de las ciudades dentro en un mercado turístico cada vez mas diversificado.
Basta observar el desarrollo turístico de los últimos años en ciudades de Europa del Este, (las llegadas de turistas entre enero y mayo del 2004 en Egipto han crecido un 71% en relación con el mismo periodo del año anterior, en Turquía el crecimiento ha sido de un 53% y en Bulgaria de un 25,3% en el citado periodo), y el contraste con la baja del turismo en España, para comprender la urgencia de un replanteamiento del actual modelo turístico en la ciudad Europea.
El papel que juegan las políticas urbanas es el de promover un turismo de calidad, coherente y competitivo, estas deben constituirse en puente entre los intereses económicos de los empresarios turísticos y el modelo de desarrollo urbano planteado para la ciudad. Un instrumento para devolver opacidad, complejidad, combinación de usos económicos y heterogeneidad social a la ciudad y al territorio metropolitano. (Francesc Munoz, 2000).
Otro punto importante a mi juicio dice relación con la proyección de los espacios turísticos, en relación a que la integración definitiva del turismo y los espacios en que se desarrolla en la ciudad, será exitosa cuando el habitante local incorpore estos espacios como parte de sus rutas habituales por la ciudad y no las evite como sucede hasta ahora.
Este último punto está directamente relacionado
con que los espacios turisticos deben proyectarse sobre la base de una correcta
diferenciación entre elementos culturales reales y artificiales. A partir de una
reflexión de lo que es auténtico, que manifestaciones son culturalmente
representativas, a partir de un respeto por la verosimilitud de la historia de
la ciudad. Señala Manuel Castells “El patrimonio en todas sus
manifestaciones, ha de ser considerado ante todo como un revulsivo para la
sociedad local, una seña de identidad que ancle a la comunidad en el espacio de
los lugares. Solo después cabe plantearse la posibilidad de aprovechamiento
turístico”
Finalmente, resulta necesario aumentar la escala de análisis, mas allá de esta investigación, para darnos cuenta que este conflicto se enmarca dentro de los desafíos mas importantes para la sostenibilidad del desarrollo urbano en el comienzo de este siglo, cual será la correcta integración entre las dimensión local y global de la ciudad, estas dos capas que hoy en día conviven con fricciones evidentes.
Por un la ciudad exhibida en la
vitrina planetaria del turismo global y los negocios transnacionales, versus la
otra ciudad, la de siempre, con problemas de acceso a la vivienda, a un empleo
estable. De gente que debe desplazarse una hora o mas a su lugar de trabajo ya
que habita en la periferia, que construyó la historia de su ciudad en los
centros, puertos y barrios industriales, y que hoy debe refugiarse en la
periferia, ya que allí al menos por ahora, sigue encontrando un “lugar” entre
un desierto de representación diseñado para el consumo del turismo global.
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© Copyright César Cáceres Seguel, 2005
© Copyright Scripta Nova, 2005
Ficha bibliográfica:
CÁCERES, C. Berlín, Praga, Barcelona “8 días 7 noches” políticas urbanas y turismo
global. Scripta Nova. Revista
electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de
Barcelona, 1 de agosto de 2005, vol. IX, núm. 194 (115).
<http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-194-115.htm> [ISSN: 1138-9788]
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