Lletra de dona és un espai de publicació i difusió de ressenyes d'obres escrites per dones, dins els àmbits tant de la creació literària (narrativa, teatre, poesia, assaig, autobiografia) com de la teoria crítica.
“[…] en El manifiesto de las especies de compañía, quiero contar relatos sobre la relación con la alteridad significativa, a través de la cual los compañeros se convierten en lo que somos en carne y signo” (45).
"L'assassinat de Kennedy a Dallas la deixarà més indiferent que la mort de Marilyn Monroe l'estiu anterior, perquè fa vuit setmanes que no té la regla" (82)
“Ahora que mi madre ha muerto, no querría enterarme de nada más que lo que sabía cuando estaba viva. Su imagen tiende a volver a ser la que, creo, tenía de ella cuando era pequeña, una sombra grande y blanca por encima de mí.” (107)
Viviréis, follaréis, moriréis. Y nada de lo que hagáis cambiará la idea del hombre. La idea del hombre persistirá con independencia de vuestras vidas y de vuestra muerte. La naturaleza os ignora. (…) A la lluvia no le conmueven vuestras jodidas alegrías, ni vuestras jodidas fatigas, ni vuestros jodidos dolores.
Mis intuiciones se vuelven más claras con el esfuerzo de ponerlas en palabras. En este sentido, escribir es una necesidad para mí. Por una parte porque escribir es un modo de no falsear el sentimiento (la transfiguración involuntaria de la imaginación es sólo un modo de llegar); por otra parte escribo por la incapacidad de entender si no es a través del proceso de escribir.
É curioso como não sei dizer quem sou. Quero dizer, sei-o bem, mas não posso dizer. (...) Sinto quem sou e a impressão está alojada na parte alta do cérebro, nos lábios -na língua principalmente- na superfície dos braços e também correndo dentro, bem dentro do meu corpo, mas onde, onde mesmo, eu não sei dizer.
¡Pero la lámpara! Estaba la lámpara. La gran lámpara de lágrimas refulgía. La miraba inmóvil, inquieta, parecía sentir una vida terrible. Aquella existencia de hielo. ¡Una vez!, una vez ante su mirada de lámpara se esparció en crisantemos y alegría, otra vez -mientras ella corría atravesando el salón- era una casta semilla. La lámpara de lágrimas. Salió corriendo sin mirar hacia atrás.
Las cosas crecían con profunda tranquilidad. S. Geraldo se mostraba. Ella de pie ante le mundo claro (…). Incluso los ruidos del pueblo llegaban disueltos en una pálida salva de aplausos. La joven miraba de pie, constante, con su paciente existencia de halcón. Todo era incomparable. La ciudad era una manifestación. Y en el umbral claro de la noche el mundo era el orbe. En el umbral de la noche un instante de mudez era el silencio, aparecer era una aparición, la ciudad una fortaleza, las víctimas eran hostias. Y el mundo era el orbe.
Lo que te escribo no tiene principio, es una continuación. De las palabras de este canto, canto que es el mío y el tuyo, se eleva un halo que trasciende las frases, ¿lo sientes? Mi experiencia viene de que ya he conseguido pintar el halo de las cosas. El halo es más importante que las cosas y que las palabras. El halo es vertiginoso. Hinco la palabra en un vacío descampado; vacío es una palabra como un fino bloque monolítico que proyecta sombra. Y es la trompeta que anuncia. El halo es el it.
¿Cómo hablarte de lo inexpresivo? Incluso hasta en la tragedia, pues la verdadera tragedia está en la inexorabilidad de lo inexpresivo, que es su identidad desnuda. A veces, a veces nosotros mismos manifestamos lo inexpresivo; en el Arte se hace eso, en el amor corporal también; manifestar lo inexpresivo es crear.
Xavier era um homem truculento e sangüíneo. Muito forte esse homem. Adorava tangos. Foi ver O último tango em Paris e excitou-se terrivelmente. Não compreendeu o filme: achava que se tratava de filme de sexo. Não descobriu que aquela era a história de um homem desesperado.
Escribo porque no tengo nada que hacer en el mundo [...]. Escribo por mi desesperación y mi cansancio, ya no soporto la rutina de ser yo, y si no existiese la novedad continua que es escribir, me moriría simbólicamente todos los días. Pero estoy preparado para salir con discreción por la puerta trasera. He experimentado casi todo, aun la pasión y su desesperanza. Ahora solo querría tener lo que hubiera sido y no fui.
Vagi, doncs, per davant que aquest quadern no parlarà només de llengua sinó que s'haurà de tenir molt en compte que la ideologia, en aquest cas què es pensa, què se sent, respecte a les dones (i qualsevol aspecte de la realitat que les afecti), tenyirà sempre el discurs.
Isto é o meu corpo / isto é o meu sangue / a miséria sexual das missas / é a miséria sexual das discotecas / mas este é o melhor tempo / de sempre / ainda muito puritano / e nada pudico / é um tempo obsceno / mas dantes era muito mais obsceno / que farei eu com esta espada? / uma foice e um martelo / pulseiras anéis e gargantilhas / que farei eu com o meu eu? / bavarder bavarder bavarder / (que farei eu com este livro? / outro livro ainda o mesmo / que farei eu com este piano? / improvisos / que farei eu comigo? / ergo-me sento-me deito-me / e faço-me / que cada um tenha a sua casa / que cada um tenha o seu piano)
Crê, meu amor, nesta verdade estranha:
ou tua alma ficou para sempre commigo,
ou meu oflacto te acompanha.
La visión de aquella carretilla abandonada al fondo de un jardín y el charquito de agua de lluvia en su interior hizo que se simultaneasen los tiempos. A la visión le acompañaba una sensación, la de una plenitud sin fisuras como no recuerdo haber vuelto a experimentar jamás
No existe el infinito: el infinito es la sorpresa de los límites. Alguien constata su impotencia y luego la prolonga más allá de la imagen, en la idea, y nace el infinito. El infinito es el dolor de la razón que asalta nuestro cuerpo. No existe el infinito, pero sí el instante: abierto, atemporal, intenso, dilatado, sólido; en él un gesto se hace eterno.
Es difícil mantenerse en el espacio entre las palabras y las cosas. Tendemos a congelar las palabras creyendo que, de esta manera, poseemos las cosas. (…)
– “¿Cómo se llama esto?”, preguntaba un niño pequeño señalando una flor. Pasaron algunos años. El niño fue al colegio.
– “¿Qué es esto?”, preguntó, señalando otra flor.