Lletra de dona es un espacio de publicación y difusión de reseñas de obras escritas por mujeres, dentro de los ámbitos tanto de la creación literaria (narrativa, teatro, poesía, ensayo, autobiografía) como de la teoría crítica
Ja ha quedat clar que no me’n vaig ensortir, m’he quedat sense casa sense dents sense mobles i sense la meva dona. Però el pardal és aquí sencer, dur com una mala cosa, la llengua també, i vaig llepant la figueta de l’Eulália, el foriol, i ella fa un crit fi, dur, un fuet, un os.
El vicario me dijo que una mujer no puede tener dos hombres. Que debe ser solo del esposo. Me dijo todo esto cuando yo fui a confesarme para el casamiento. Habló de una tal fidelidad o felicidad. Es una palabra que se parece a mi nombre. Que la tal fidelidad valoriza a las mujeres. (458)
Así que, ¡adelante! Sed beatíficos en vuestro contagio ilimitado y poroso. Usurpad vuestros cuerpos. Convertíos en vuestro avatar. Sed el glitch. Dejad que toda la maldita cosa entre en cortocircuito. (154)
No existe el infinito: el infinito es la sorpresa de los límites. Alguien constata su impotencia y luego la prolonga más allá de la imagen, en la idea, y nace el infinito. El infinito es el dolor de la razón que asalta nuestro cuerpo. No existe el infinito, pero sí el instante: abierto, atemporal, intenso, dilatado, sólido; en él un gesto se hace eterno.
La visión de aquella carretilla abandonada al fondo de un jardín y el charquito de agua de lluvia en su interior hizo que se simultaneasen los tiempos. A la visión le acompañaba una sensación, la de una plenitud sin fisuras como no recuerdo haber vuelto a experimentar jamás
Es difícil mantenerse en el espacio entre las palabras y las cosas. Tendemos a congelar las palabras creyendo que, de esta manera, poseemos las cosas. (…)
– “¿Cómo se llama esto?”, preguntaba un niño pequeño señalando una flor. Pasaron algunos años. El niño fue al colegio.
– “¿Qué es esto?”, preguntó, señalando otra flor.