“[…] en El manifiesto de las especies de compañía, quiero contar relatos sobre la relación con la alteridad significativa, a través de la cual los compañeros se convierten en lo que somos en carne y signo” (45).
Haraway, Donna
Biografia
Donna J. Haraway (Denver, 1944) encarna una figura singular en la filosofía contemporánea al señalar las encrucijadas entre la ciencia, la tecnología y el feminismo. Doctorada en biología por la Universidad de Yale (1972), es actualmente profesora emérita en la Universidad de California Santa Cruz. Gran parte de su contribución se cifra en torno a las implicaciones del binomio naturaleza-cultura en sus intersecciones con el género, la especie y lo transhumano. Con más de quince títulos a sus espaldas, ha recibido numerosos premios, entre los que destaca el J. D. Bernal (2000).
Sinopsis
La obra de Haraway aborda el complejo de relaciones entre humanos y animales, especialmente entre humanos y perros, como paradigma de una coevolución tan biológica como cultural y social. Reflexiona sobre cómo los perros, como alteridad significativa, permiten dar cuenta de la reciprocidad relacional de todo ser vivo. En un intento de desafiar la posición central que ocupa el ser humano en la historia del mundo natural, la autora traza una revisión de las diferencias entre especies con el propósito de poner en cuestión el modelo utilitario de domesticación y abrir la puerta a una coexistencia basada en el cuidado y la reciprocidad.
Reseña
El Manifiesto de las especies de compañía es un texto clave para entender las complejas relaciones entre animales humanos y no humanos, especialmente en un contexto donde las categorías tradicionales se muestran porosas y profundamente entrelazadas. A este fin, Haraway aboga por un modelo relacional basado en un metaplasma: una alteración continua en la historia compartida de las especies, marcada asimismo por procesos políticos, éticos y biológicos que transforman carne, tecnologías y significados. Lo que pretende mostrar es cómo se dan las categorías y los principios tecno-biopolíticos en los perros, a fin de que pueda hablarse de otra clase de relación con ellos.
Nadie podría dudar de que hablar de especie natural en el caso de los perros es ya en sí mismo un constructo humanamente producido. Es más, la propuesta de Haraway no esencializa la concurrencia de esa animalidad cultural (o lo que es lo mismo, de esa cultura animal), sino que ratifica más bien el sentir de Judith Butler cuando habla de “un modo de desposesión, un modo de ser para otro o a causa del otro” (Butler, Vida precaria 50).
En esta narrativa, la taxonomía clásica entre especies de compañía y humanos carece de sentido. Es aquí cuando el metaplasma cristaliza, al entender que toda relación entre animales humanos y no humanos es co-constitutiva. Esto quiere decir que la historia de la humanidad es también la historia de las especies de compañía. Los acontecimientos que hay en ella no pueden articularse en la verticalidad que la historia del pensamiento occidental ha perpetuado. Muy al contrario, lo vertical es ahora reemplazado por la inclinación, que diría Adriana Cavarero. Así se busque esa inclinación, tendrá lugar la facticidad de la carne que reclama la interpelación interespecie. La inclinación introduce la posibilidad de una significación de los cuerpos. Con ello, Haraway no sólo abraza una animalidad olvidada, sino la consagración de que sólo hay, como afirma Judith Butler, “fundamentos contingentes” (Butler, Contingent Foundations 7).
Para la autora, el eje central de todo el manifiesto es el hecho de que esta simbiosis entre especies de compañía genera lo que ya pensó Marilyn Strathern, en su obra Partial Connections (1991), y que Haraway denomina “alteridad significativa” (20). Desde este paradigma, toda la amalgama relacional goza de una historia, una cultura y una biología que son inseparables entre sí. Solo así, aboga Haraway, daremos cuenta de la intersubjetividad que permite la “danza conjunta, cara a cara” de la alteridad significativa (Haraway, 74). Esta dualidad –que no dualismo- permite el juego de la alteridad y sus historias pero, además, abre posibilidades ontopolíticas que subvierten la lógica del Antropoceno y el Capitaloceno. Haraway apuesta por un modelo de solidaridad multiespecie, donde la inclinación hacia el otro da verdadera cabida a los perros, a las perras, y a los géneros de parentesco de las especies de compañía.
Bibliografía crítica
Butler, Judith (2001), “Fundamentos contingentes: el feminismo y la cuestión del ‘postmodernismo’”, La ventana, 13: 7-45.
Butler, Judith (2006), Vida Precaria. El poder del duelo y la violencia, Buenos Aires, Paidós.
Cavarero, Adriana (2022), Inclinaciones. Crítica de la rectitud, Barcelona, Fragmenta.
Kompatsiaris, Panos (2022), “Companion species and comrades: a critique of ‘plural relating’ in Donna Haraway’s manifestos”, Culture, Theory and Critique, 63: 154-168.
Farreras Bartra, Elisabeth (2025), "Donna Haraway. Manifiesto de las especies de compañía", Lletra de Dona in Lletra de Dona in Centre de Recerca ADHUC—Teoria, Gènere, Sexualitat / Universitat de Barcelona, data de consulta