
¿Qué tienen en común neurociencia y magia?
A primera vista, neurociencia y magia podrían parecer mundos opuestos: uno mira desde la evidencia y el otro desde el asombro. Sin embargo, ambos nos invitan a ir más allá de lo evidente, a cuestionar lo que creemos saber y a abrir la puerta a lo posible.
Por eso, en el VI Congreso Internacional de Neuroeducación “ImaginARTE”, nos hace mucha ilusión contar con la participación de Diego Redolar, uno de los grandes referentes en la investigación del cerebro, el aprendizaje y las emociones.
Diego Redolar es profesor de neurociencia y psicobiología en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), investigador incansable y divulgador apasionado. Su trabajo se centra en entender cómo aprende el cerebro, cómo la memoria y la atención se articulan en los procesos educativos, y cómo la emoción transforma lo que recordamos… y lo que somos capaces de comprender.
Además, Diego Redolar tiene una forma de conectar ciencia y vida que consigue traducir lo complejo en comprensible, lo técnico en cotidiano y lo invisible en visible.
Y eso, precisamente, también es magia
La magia consiste en sorprender y, sobre todo, en despertar la curiosidad, en abrir preguntas, en invitar a mirar con ojos nuevos. Lo mismo ocurre cuando aplicamos la neurociencia a la educación: descubrimos que detrás de cada emoción hay una red neuronal; que detrás de cada decisión en el aula, hay procesos cerebrales que podemos comprender, respetar y potenciar.
En este congreso, donde arte, emoción y ciencia se dan la mano, Diego Redolar nos ayudará a iluminar ese espacio intermedio entre la sinapsis y el vínculo pedagógico, entre lo que la ciencia sabe y lo que el aula necesita.
“La neurociencia nos ofrece herramientas para comprender cómo aprendemos. Pero no basta con saberlo: hay que transformarlo en experiencia educativa.” (Diego Redolar)
Desde esta mirada, la magia es un espectáculo y se convierte en una poderosa metáfora del aprendizaje: aprender es también asombrarse, anticipar, equivocarse y volver a intentarlo. Es un proceso lleno de misterio y descubrimiento. Y cuando lo combinamos con la comprensión científica del cerebro, sucede algo extraordinario: la educación se vuelve profundamente humana, significativa y transformadora.
Magia y neurociencia: dos formas de mirar el mundo
Redolar nos muestra cómo los magos y las magias cognitivas tienen más en común con la neurociencia de lo que pensamos:
- Manipulan la atención: nuestros cerebros tienen recursos limitados. Si nos centramos en una cosa, dejamos de ver otra. Los magos lo saben… y lo usan.
- Juegan con la memoria: nuestra memoria no es una grabadora. Es frágil, plástica y muy fácil de moldear. Un truco bien diseñado puede alterar lo que creemos haber vivido.
- Generan ilusión de control: algunas ilusiones nos hacen creer que decidimos libremente… cuando en realidad todo estaba preparado. El cerebro justifica la decisión y refuerza la ilusión.
Todo esto —que parece sacado de un espectáculo de magia— es parte de la realidad neurocientífica que Redolar investiga y divulga con brillantez.
Si la educación es arte, entonces necesita magia
Diego Redolar tiene claro que el cerebro necesita curiosidad, conexión y magia para aprender de verdad. Y eso es lo que nos traerá al congreso “ImaginARTE”: una mirada que une evidencia científica y pedagogía, neurociencia y maravilla, rigor y emoción.
“Los magos y los docentes tienen algo en común: crean experiencias memorables jugando con la atención, la sorpresa y la emoción. La diferencia es que, en el aula, el truco no se esconde: se comparte.” (Diego Redolar)
El 14 y 15 de noviembre en Barcelona, te invitamos a descubrir cómo lo invisible se puede hacer visible… y cómo la magia puede estar en el corazón mismo del aprendizaje.
Si te mueve la curiosidad, si quieres descubrir cómo la magia también puede tener base neurocientífica… este congreso es para ti.
