Cuando hablamos de resiliencia, nuestro hipocampo nos conecta con Anna Forés y Jordi Grané. Tanto en La resiliencia (2008) como en Los patitos feos y los cisnes negros (2019), la neurociencia y la resiliencia se entrelazan para tejer historias y narrativas.

Nos imaginamos una trilogía que han cerrado con su última publicación (también en Plataforma actual): Hagamos que sus vidas sean extraordinarias, donde desglosan 12 acciones que responden a cómo educar para resiliar y cómo elevar lo ordinario a lo extraordinario en la cotidianidad del aula.

Con este párrafo entramos en su mundo:

El dodecaedro es un poliedro de 12 caras. Si las 12 caras de un dodecaedro son pentágonos regulares iguales entre sí, el dodecaedro se denomina «sólido platónico». Los sólidos platónicos son cinco. Reciben este nombre en honor del filósofo Platón, que fue el primero en describirlos en su diálogo Timeo o de la naturaleza. Los sólidos platónicos son: el tetraedro (asociado al fuego), el cubo (a la tierra), el icosaedro (al agua) y el octaedro (al aire). Según Platón, la quinta forma es el dodecaedro. Y es descrita en el Timeo, de manera enigmática, como aquello que «dios ha utilizado para el universo».
Sea el dodecaedro la forma del universo o no lo sea, nosotros la hemos aprovechado para plantearnos este libro como una
estructura de un dodecaedro compuesto de 12 acciones resilientes.

Inspirados por sus palabras hemos elaborado una infografía que resume las 12 acciones para Generar resiliencia desde la educación.

¿Cuántas G hay en tu día a día educativo?