
Podría parecer el inicio de una adivinanza… pero es una invitación a jugar a descubrir coincidencias insospechadas entre cinco personas que, a primera vista, no podrían ser más distintas. Te damos una pista: podrás verlas reunidas en el VI Congreso Internacional de Neuroeducación, que se celebrará próximamente en la Universitat de Barcelona.
Y aunque sus profesiones parecen venir de mundos distintos, lo curioso es que estas cinco personas comparten pasiones sorprendentes… más allá de la educación.
Todos han sentido una fuerte conexión con la música. Algunos tocan instrumentos, otros escuchan a Bach para concentrarse o se emocionan con una buena banda sonora. La música atraviesa sus vidas como un hilo invisible.
Además, varios de ellos tienen una pasión por los juegos: desde el ajedrez hasta los cubos de Rubik o los trucos de cartas, disfrutan del placer de resolver, jugar, sorprenderse. Quizá por eso se entienden tan bien entre sí, aunque uno venga de la magia y otro de la neurociencia.
Y hay más: a más de uno le gusta escaparse a la naturaleza cuando puede. El mar, la montaña, una caminata larga sin móvil… Coinciden en buscar momentos para desconectar y reconectar con lo esencial.
Cinco personas distintas que, si las miras de cerca, descubres que tienen mucho más en común de lo que parece. Y en este congreso, sus caminos se cruzan para recordarnos que la educación también se enriquece con esas pequeñas pasiones compartidas.
Antonio Domingo y Diego Redolar comparten su amor por la música clásica (y por tocar el piano a escondidas); Mag Stigman y Mara Dierssen son apasionados de los retos visuales, los juegos mentales y las pequeñas sorpresas que estimulan la mente; Mara Dierssen y Diego Redolar encuentran en la naturaleza un espacio de reflexión e inspiración… y todos, en su manera única, comparten una mirada lúdica, creativa y profundamente humana del mundo. Jordi Dueso y Mag Stigman coinciden en su habilidad para conectar con el público desde la escena, ya sea con palabras, con presencia o con silencio. Ambos saben que educar también es un arte escénico, una coreografía que combina escucha, ritmo y asombro.
A lo largo de las próximas entradas, te iremos contando quién es quién y desvelando más detalles.
