El doctor Varea señaló que “la falta de desarrollo de la previsión social complementaria en España no puede ser achacable sólo a la generosidad de las prestaciones de la Seguridad Social, que siendo la misma para Euskadi que para el resto de España, o sea, un sistema de reparto que según la OCDE en el año 2019 otorgaba unas prestaciones que alcanzaba al 72,3% de tasa bruta de reemplazo respecto al último salario, se dan resultados tan dispares. En el caso de los planes de pensiones de empleo su patrimonio acumulado era el 2,87% del PIB español mientras que en el patrimonio de las EPSV de empleo era 18,52% del PIB vasco, según datos de 2019”

Luis Carlos Izquierdo, responsable de la promoción de las EPSV del Gobierno Vasco, hizo un recorrido desde los inicios, con la primera ley de 1983 aprobada por el Parlamento Vasco, hasta nuestros días, para exponer los principales retos de futuro que deben afrontar las “entidades de previsión social voluntaria”. Es de destacar tres ideas de su intervención: 1) Las EPSV nacen de una voluntad política del Gobierno Vasco de desarrollar al máximo sus competencias, recogidas en el Estatuto de Guernika (1979), en materia de mutualidades de previsión social, 2) La necesidad de fortalecer la naturaleza de previsión social del instrumento y, en consecuencia, fomentar el cobro de las prestaciones en forma de renta, y 3) El objetivo del Gobierno Vasco de alcanzar el 70% de población vasca protegida por una EPSV.

En su intervención, Virginia Oregui, gerente de GEROA PENTSIOAK EPSV, una entidad que nace en 1996 de una voluntad compartida entre los sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT y la patronal ADEGUI de exteriorizar a través de una EPSV, mucho antes que la exteriorización obligatoria de 1999, el complemento “sidero” de las empresas metalúrgicas guipuzcoanas. Tras ese primer convenio, han seguido otros 30 convenio colectivos sectoriales, que han creado la actual GEROA.

El dato a retener es que en Guipúzcoa el 45% de los trabajadores tienen un segundo pilar de previsión social complementar a través de una EPSV. Virginia Oregui, que además es vocal de la Federación de EPSV de Euskadi, defendió la necesidad de extender la previsión social complementaria en toda España como una forma de defensa de nuestra economía y los puestos de trabajo, extensión del segundo pilar compatible con una firme defensa de la Seguridad Social y tratando a la previsión social complementaria y sus instrumentos (EPSV, y planes de pensiones,) no como instrumento financieros sino como instrumentos de ahorro-previsión.

Oskar Arenas, responsable de relaciones institucionales y de relaciones internacionales de CCOO de Euskadi, vocal en representación de los trabajadores y trabajadoras asociado en las juntas de gobierno en las EPSV ITZARRI y GEROA PENTSIOAK, hizo hincapié en la naturaleza de ahorro-previsión de los patrimonios acumulados y que, en consecuencia, el cobro de las prestaciones debería favorecerse que fueran en forma de renta. Desde el sindicato, destacó el buen hacer de las juntas de gobierno de las EPSV, en la que participan patronal y sindicatos, que garantiza su buen funcionamiento y su consolidación en la sociedad.

El representante de CCOO destacó la paralización de las aportaciones, entre los años 2012 y 2016, a las EPSV de empleo de las instituciones públicas vascas (ITZARRI -Gobierno Vasco- y ELKARKIDETZA -ayuntamientos, organismos municipales y diputaciones forales-), añadiendo que, a pesar de haberse reanudado dichas aportaciones, los trabajadores y trabajadores públicos vascos han perdido salario diferido.

Ángel Ramos, responsable de Guipúzcoa de FICA-UGT (Federación de Industria, Construcción y Agroalimentaria) y vocal en la junta de gobierno de GEROA PENTSIOAK EPSV, reafirmó el buen funcionamiento de las juntas de gobierno, con una composición plural y diversa, como un factor de éxito y estabilidad de estas entidades. El representante de UGT planteó la necesidad de revisar la cuantía de las aportaciones de las empresas a fin de que actúen como verdaderas entidades de previsión social complementarias.

Antes del debate final, Jordi Giménez, responsable de relaciones institucionales del Observatorio, situó algunos datos comparando las EPSV de Euskadi con los planes de pensiones de empleo en el conjunto de España, y algunos datos socioeconómicos de Euskadi y Catalunya.

De los datos expuestos (año 2019, previa la pandemia), destaca la diferencia entre la población activa española protegida por los planes de pensiones de empleo (8,55%) frente a la población activa vasca socia de una EPSV de empleo (45,39%). También es relevante la diferencia entre el peso del patrimonio de los planes de pensiones de empleo en el PIB español (2,87%) en comparación con el peso del patrimonio de las EPSV de empleo en el PIB vasco (18,52%).

En cuanto a los datos socioeconómicos, destacar que Euskadi, en 2019, tenía una renta per cápita de 34.142€, frente a la media española de 26.430€. En dicho período la renta per cápita catalana era de 31.119€. En cuanto a la estructura productiva, datos del año 2019, la media de trabajadores por empresa en Euskadi era de 5,80 y en Catalunya 5,35. Es decir, los datos socioeconómicos y de estructura productiva de Euskadi y Catalunya son muy parejos y la realidad de la previsión social complementaria muy distinta.

Entrando en la “fórmula de éxito” de las EPSV de Euskadi, en contraste con otras autonomías, como la catalana, podemos señalar cuatro elementos:

  • CONSENSO POLÍTICO: Euskadi aprovechó a fondo las competencias transferidas en materia de mutualidades de previsión social, reconocidas en su Estatuto de Autonomía de 1979, para aprobar la primera ley de EPSV de 1983.
  • DIÁLOGO SOCIAL: A través de la negociación colectiva se creó GEROA y a través de la negociación colectiva de ámbito sectorial se han ido incorporando hasta 30 convenio colectivos, lo que beneficia especialmente la incorporación de la pequeña y mediana empresa.
  • POLÍTICA FISCAL: Euskadi ha aprovechado el reconocimiento en la Constitución Española de 1978 del concierto económico, como su sistema de financiación, y de las haciendas forales.
  • IMPULSO DE LA ADMINISTRACIÓN EN SU ÁMBITO: Las administraciones públicas vascas han desarrollado la previsión social complementaria para dar cobetura a su personal, creando
  • ELKARKEDITZA para ayuntamientos, sus organismos, y las diputaciones, e ITZARRI, para el personal del Gobierno Vasco.

Todos los ponentes coincidieron en la importancia del compromiso político para el desarrollo de la previsión social complementaria y en ver viable “exportar” el modelo de vasco, ajustándose a la realidad de cada autonomía.

El Observatorio se reafirma en que el desarrollo de la previsión social complementaria necesita dos pies para avanzar. Consenso político entre las fuerzas parlamentarias estatales y autonómicas para impulsar medidas que la favorezcan y diálogo entre los agentes sociales para incluir previsión social complementaria en los convenios colectivos, especialmente en los sectoriales, y en los acuerdos interconfederales. Desde el Observatorio impulsaremos un “pacto por la previsión social complementaria” que involucre a partidos, agentes sociales, organizaciones profesionales y demás stakeholders en el desarrollo de los sistemas complementarias, defendiendo la Seguridad Social, como garantía de estabilidad social y económica y expresión del derecho constitucional de recibir una prestación suficiente en el momento de la jubilación.

La próxima sesión del ciclo de debates será el jueves, 30 de setiembre, y abordaremos “LA PREVISIÓN SOCIAL COMPLEMENTARIA EN CATALUNYA”