El comentari expert: Diego Sola

Historia de las cosas mas notables

La Historia del Gran Reino de la China de Juan González de Mendoza: una guía de viajes sobre China para el viajero renacentista

La Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran reino de la China (1585) se encuentra entre las principales obras que en los tiempos modernos ha contribuido a la fijación de algunos lugares comunes y tópicos sobre China en Europa. Es el primer gran compendio sobre civilización china de la época moderna y su éxito se plasmó en las más de cincuenta ediciones en ciudades como Roma, París, Londres o Amberes. Su autor, el agustino Juan González de Mendoza (Torrecilla de Cameros, la Rioja, 1545 – Popayán, Nuevo Reino de Granada, 1618), jamás estuvo en el Celeste Imperio. Su especialización en la primitiva sinología del Renacimiento tardío llegó por su participación en un fallido proyecto de embajada de Felipe II al emperador Wanli. Comisionado por el Consejo de Indias para dirigirse junto a otros religiosos agustinos a Asia, aprovechó los años de gestación de la legación diplomática para reunir los materiales sobre China, principalmente castellanos y portugueses, disponibles en aquel momento en la Corte española y su entorno, un conjunto de relaciones manuscritas e impresas con las que se formó su propia visión de China.

Para su autor, China era el país más grande y bien gobernado del planeta, donde sus habitantes destacaban por sus virtudes morales y por su laboriosidad. González de Mendoza se sintió fascinado por un imperio que se mostraba receloso a mostrar su rostro al mundo, un recelo que explicaba por una antigua decisión: “Viendo que salir de su reino a conquistar otros ajenos les consumía mucha gente y riquezas, y que todo lo necesario para la vida humana les sobraba y de nada tenían necesidad, determinaron en universales cortes no hacer guerra de allí en adelante en parte ninguna”. Nada faltaba en China, excepto algo esencial para el religioso agustino: la fe cristiana. La visión altamente admirativa de la Historia del Gran Reino de la China se conjugaba con el sincero anhelo de su autor de predicar el Evangelio dentro de sus fronteras y catequizar al emperador. La obra se inscribe, así, en el contexto de expansión de las monarquías europeas en los océanos y en la voluntad de la Monarquía Católica de Felipe II de erigirse en el primer poder, de dimensión global, de una Cristiandad universal.

El lector curioso pudo encontrar en la Historia del Gran Reino ricas imágenes literarias de ciudades de un urbanismo perfectamente planificado, de las rutas de navegación fluvial, de la corte del emperador en la Ciudad Prohibida, así como muchos otros aspectos de la vida familiar china y sus costumbres. En sus páginas, pese a las lagunas y falta de conocimientos en el aspecto filosófico y religioso, detallaba el funcionamiento del mandarinato y anticipaba la existencia del confucianismo.

El ejemplar de la exposición D’Orient a Occident corresponde con la edición definitiva que Juan González de Mendoza ofreció en Madrid al impresor Querino Gerardo en 1586, tras haber publicado la primera edición en el verano de 1585 en Roma.

Diego Sola (Universitat de Barcelona)