El comentari expert: Manel Ollé

Relacion de la entrada de algunos padres

Relacion de la entrada de algunos padres de la Compañia de Iesus en la China y particulares sucessos que tuuieron y de cosas muy notables que vieron en el mismo reyno de Diego de Pantoja

El jesuita de Valdemoro Diego de Pantoja (1571-1618) pasó los últimos diecisiete años se su vida en la misión de la Compañía de Jesús en China, los primeros diez junto al pionero jesuita italiano Matteo Ricci. Antes de entrar en el Imperio de los Ming, Diego de Pantoja adoptó el nombre de Pang Diwo 迪我. Llegó a Pequín el año 1601, y a los pocos meses protagonizó junto a Mateo Ricci la primera entrada de un europeo en el Palacio Imperial de la Ciudad Prohibida. En los años siguientes Diego de Pantoja frecuentó el Palacio Imperial con el encargo de ajustar los relojes que habían regalado al emperador y con la tarea asimismo de enseñar a tocar el clavicordio a los eunucos. Se trataba de agasajar e intentar convertir al Emperador para que, con él, todo el Imperio se convirtiese. Aunque no se consiguió este objetivo, con esta primera entrada de los jesuitas en Palacio se abría un proceso de largas décadas de intercambio cultural y científico entre China y Europa.

Entre las obras de Diego de Pantoja destaca su Relación de la entrada de algunos padres de la Compañía de Jesús en la China, y particulares sucesos que tuvieron y de cosas notables que vieron en el mismo reino. Se trata de una larga misiva que escribió en 1602 para el Arzobispo de Toledo, Luis Guzmán, y que fue publicada en 1604. En esta carta-relación de 265 páginas, entre otras primicias, Diego de Pantoja ofrece la primera descripción detallada y de primera mano de la Ciudad Prohibida. Respecto a otras descripciones coetáneas de China, ésta destaca por su atención novedosa a detalles de la acción de los letrados y los eunucos.

La Carta-Relación que Diego de Pantoja tiene una evidente importancia en el proceso de construcción de la imagen de China en la Europa de inicios del seiscientos, pero en realidad no encontramos en ella la principal aportación de Diego Pantoja al intercambio cultural entre China y Europa. Su aportación viajaba más bien en una dirección contraria: se cifra sobre todo en su obra teológica y de divulgación del catolicismo escrita directamente en chino. Entre las obras en chino de Diego de Pantoja destaca el 七克(Qike) / De Septem Victoriis, Las Siete Victorias, publicado en 1614 a partir de un manuscrito prácticamente acabado una década antes.

Se trata de un tratado sobre cómo vencer y sobreponerse a los siete pecados capitales, que tuvo un impacto relevante entre los letrados chinos. Diversos autores de alto rango, escribieron prólogos, reacciones o comentarios al libro. La fundamentación de una autoridad moral fuerte que exponía Diego de Pantoja en este tratado conseguía interesar vivamente a una parte de los letrados chinos de principios del seiscientos al aportarles argumentos potentes y de legitimación externa en una controversia en curso entre distintas corrientes coetáneas del pensamiento moral de tradición neoconfuciana.

Manel Ollé (Universitat Pompeu Fabra)