Barcelona ante el futuro

Ver y ser vista: la seguridad de las mujeres

Habitar un cuerpo sexuado como femenino condiciona cómo las mujeres acceden, se desplazan y disfrutan la ciudad. Desde el urbanismo con perspectiva de género se plantea la reconfiguración de los espacios públicos por y para mujeres. En el barrio Font d’en Fargues en Barcelona han optado por gestionar en comunidad y proponer respuestas que potencien la seguridad de sus vecinas en las calles.

GABRIELA A. MELÉNDEZ RIVERA

Aproximadamente a las 20.30 en la calle Pedrell del barrio Font d’en Fargues en Barcelona una mujer espera el bus bajo un farol. La acompañan en la escena una línea de coches estacionados al otro lado de la parada, bancos vacíos y, esporádicamente, alguna persona que pasea a su mascota o corre para ejercitarse. De fondo solo hay silencio. El barrio, que colinda con el Parque del Guinardó, se caracteriza por ser una zona residencial con calles empinadas, rincones oscuros y muy poca vida nocturna. La Asociación de Vecinos Font d’en Fargues ha comenzado un proyecto de marchas exploratorias (originadas a principios de los años 90 en Canadá) por el barrio para medir la percepción de inseguridad de sus vecinas, especialmente en los desplazamientos nocturnos.

Una mujer espera el autobus en la Calle Pedrell, barrio Font d’en Fargues. (Foto: Gabriela Meléndez Rivera)

La iniciativa, llamada La oscuridad no me da miedo: miremos el barrio con ojos de mujer, comenzó de la mano de Equal Saree, un grupo de arquitectas que trabaja el urbanismo desde el feminismo. Luego, se continuó de forma autogestionada con una sesión preparatoria y una marcha exploratoria por las calles del barrio en octubre de 2021. “Al tema de las marchas exploratorias lo llamamos urbanismo invisible, pues son pequeñas intervenciones que casi no se notan, pero al final facilitan el desarrollo de propuestas”, comenta Dafne Saldaña, cofundadora de Equal Saree. Las marchas exploratorias permiten compartir experiencias comunitarias de mujeres respecto a cómo se sienten en espacios públicos determinados.

El urbanismo con perspectiva de género parte de la base de que el urbanismo no es neutro. Un estudio gestionado por la Universitat Oberta de Catalunya titulado Derecho a la ciudad metropolitana en el marco de la nueva agenda urbana y la agenda 2030 plantea que ser mujer condiciona la utilización de los espacios públicos, debido a que la percepción de seguridad está condicionada por la experiencia de acosos y agresiones que viven en ellos. Un análisis titulado Safer Cities for Girls (2021) sobre acoso callejero en las ciudades de Madrid, Sevilla y Barcelona revela que el 44% de las jóvenes barcelonesas han experimentado acoso en las vías públicas urbanas.

Mar Vives, una de las encargadas del proyecto en Font d’en Fargues, explica que tanto en la sesión preparatoria como en la marcha contaron con la participación de entre siete a ocho mujeres. “Consideramos que los resultados son relevantes y muy interesantes, pero no representativos estadísticamente”, añade. Las vecinas del barrio comparten las sensaciones de no poder ser auxiliadas en caso de emergencia —por la poca concurrencia de las calles—, miedo por los rincones oscuros y la proximidad al bosque, dificultad de huida por pendientes y escaleras e intranquilidad por grupos aislados en determinadas zonas. La urbanista con perspectiva de género Mary Dellenbaugh-Losse decía para el periódico La Vanguardia que una buena ciudad debe tener ojos. El sentido de seguridad de las mujeres involucra principalmente la posibilidad de ver y ser vistas.

Propuestas con perspectiva de género

La Asociación de Vecinos de La Font d’en Fargues ha concluido que, relacionado al diseño urbano propiamente, se necesita más iluminación y la suavización de obstáculos visuales, como las hileras de automóviles aparcados en la calle. Sin embargo, relacionado a una respuesta más inmediata han apostado preliminarmente por promover la actividad comercial con eventos que generen bullicio, sensibilizar a personas que trabajan en la zona en horarios nocturnos y realizar actividades reivindicativas como pintar murales.

Dafne Saldaña asegura que “como el urbanismo es algo que va muy despacio desde que se detecta un problema hasta que se implementa una solución, el urbanismo táctico tiene gran potencial”. Según el Ayuntamiento de Barcelona, esta disciplina del urbanismo permite cambiar la forma en la que se utiliza un espacio rápida y económicamente. Por su parte, la arquitecta comenta que desde el urbanismo táctico se puede proponer la iluminación y la señalización de los equipamientos del barrio, que permiten la orientación de las transeúntes, y tomar en consideración la visibilización en cualquier diseño inmobiliario de urbanismo táctico.

El 22 de marzo de 2017 el gobierno municipal publicó una medida para impulsar el urbanismo con perspectiva de género en la ciudad, incluyendo proyectos en barrios como Bon Pastor y Torrent de l’Estadella. En estos barrios del polígono industrial se han empleado herramientas del urbanismo táctico para delimitar aceras, iluminar calles e instalar mobiliario urbano. Las conclusiones del proyecto de Font d’en Fargues serán presentadas el jueves, 16 de diciembre de 2021 ante la comunidad del barrio y, posterior a la discusión colectiva, se enviarán los resultados al Ayuntamiento de Barcelona.

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