General Perspectives Reportatge

El regreso del Flow 2000

Toxic de Britney Spears, chándales de terciopelo, muñecas Bratz, aros, gafas de ciclista, bling bling y, como no, pantalones de tiro bajo. Podríamos estar hablando de un número de la revista Bravo del 2003 o describiendo un miércoles cualquiera en la sala Razzmatazz. Y es que en estos últimos años todas esas tendencias dosmileras han vuelto y, aunque nos hagan recordar el pasado con nostalgia, esta moneda brillante tiene doble cara.

La vuelta de esta moda no solo implica vestirse como Paris Hilton en 2008, se trata de volver a una época donde la extrema delgadez era el único referente en el que se podían fijar las mujeres. El cuerpo normativo consistía en figuras muy delgadas, y todo lo que saliera de ese cánon extremo no era aceptado. Si miramos atrás para rescatar ejemplos de los referentes en esa época, vemos que los cuerpos que se muestran hoy en día no se alejan mucho de lo que fueron en los 2000.

Por eso mismo, en este artículo trataremos tres subtemas relacionados con la vuelta de esta moda. Hablaremos de cómo las tendencias afectan al gusto de los consumidores, del gran papel que juegan las redes sociales e influencers como las Kardashian, y del peligro que supone esta vuelta al pasado.

Bella Hadid posando para su perfil de Instagram. / Autor: Bella Hadid vía Instagram

De lo cateto a lo “alternativo”

Seguramente tú que estás leyendo esto, tienes alguna prenda de ropa antigua que has estrenado una sola vez y no has vuelto a llevarla desde entonces. Puede que en su momento te gustase, pero pasó el tiempo y te olvidaste de ella. Un día la rescataste del fondo del armario y te pareció un tanto cateta, ya había pasado de moda. Así es cómo funcionan las tendencias, vienen y van, pocas cosas son atemporales. La reaparición de la moda dosmilera le ha dado otra vuelta de tuerca, ¿quién se iba a imaginar que volverían los pantalones de tiro bajo después de más de 15 años sin ellos? Nosotras no, desde luego, pero aquí están.

Si nos hubieran hablado de brillos y chándales de terciopelo hace unos años, los hubiéramos tachado de anticuados. Entonces, ¿por qué ahora vuelven a gustar todas estas prendas? Muy fácil, porque vuelven a estar de moda. Hay quienes siguen estas tendencias para formar parte de lo “underground” del momento, ¿pero es realmente alternativo ir a comprar los mismos tipos de pantalones y tops al mismo sitio que el resto? Más bien hablamos de una tendencia mainstream y, no nos vamos a engañar, Inditex ha sabido sacar muy buen partido de esto. Creemos que, en realidad, se trata de un sentimiento colectivo por sentirse alternativos. La gente busca alejarse de lo convencional, quiere alejarse del resto del rebaño y, si de paso, se pueden dar un paseo de nostalgia por el armario de sus padres, pues mejor.

Labios con brillo. / Autor: T h e m e s

Keeping Up With The Kardashians

No sorprende a nadie que las Kardashian, el clan más poderoso de internet, vuelvan a estar en el centro de la polémica una vez más. Podríamos decir que son uno de los motivos por los que estás leyendo este artículo. Sus extremos cambios físicos han desatado el debate público en las redes; pasar del cuerpo “curvy” y de la “BBL era” a la delgadez extrema en tan solo unos meses. Se han viralizado imágenes de una entrevista de Kim Kardashian donde es evidente la pérdida de peso, sobre todo la reducción del pecho (tema al que a la gente le encanta comentar). No se ha tardado en hacer comparativas con imágenes de años anteriores y las redes se han llenado de vídeos opinando sobre el cambio físico de Kim. Que sea un personaje público no da el derecho a opinar sobre su cuerpo a miles de personas. El cuerpo de una persona nunca debería ser objeto de debate público.

Kim Kardashian la noche que asistió a The Late Late Show with James Cordon. / Autor: Kim Kardashian vía Instagram (@kimkardashian).

Aunque, en realidad, las Kardashian no han hecho nada nuevo; simplemente han mostrado un cuerpo irreal como algo normal. En su momento fueron las curvas exageradas y ahora son los cuerpos hiperdelgados (pero igualmente con curvas, claro). En el momento en el que estos cuerpos se venden como el resultado del sacrificio y los buenos hábitos, entra en juego el peligro. No se les puede hacer creer a miles de personas que puedes conseguir el cuerpo de Kim Kardashian o de muchas influencers de manera natural, porque no es un cuerpo natural. Esto hace que todos aquellos que siguen a estos perfiles, que suelen ser millones, creen unas expectativas irreales que pueden derivar en problemas de salud, tanto mental como física.

Nunca han sido un referente “curvy”. Quienes hemos visto todas las temporadas de Keeping Up With The Kardashians las hemos escuchado decir repetidas veces “bitch, you are super skinny” como un cumplido, cuando no debería serlo, y menos en un programa de televisión.

Aunque no las culpamos del todo a ellas, debe de ser difícil tener a millones de personas observando y juzgando cada movimiento que haces. Han elegido hacer de su estilo de vida su propio negocio, pero poca gente en su lugar sería el modelo ejemplar. Aun así, ejercen de referentes y deben cargar con una responsabilidad social. Es evidente que educar no es su obligación, pero tienen el cometido de no contribuir a la normalización de hábitos que hacen peligrar la salud. Por lo tanto, ¿son culpables o simplemente una víctima más?

La otra cara de la moneda brillante

En el año 2006, Lindsay Lohan concedió una entrevista a Vanity Fair. En ella, habló sobre su relación con la comida y cómo le estaba afectando. Hizo públicos, por primera vez, sus problemas alimenticios. Lindsay explicó el sufrimiento que la bulimia causó en ella y su familia. Contó cómo incluso sus compañeros de trabajo habían visto lo que le estaba pasando “en demasiadas ocasiones” en ese mundo. En los 2000, fueron muchas las víctimas afectadas por este tipo de problemas. Muchas de estas víctimas puede que pasaran por ellos, incluso sin saberlo por la normalización de la extrema cultura de la dieta del momento.

Accesorios típicos de los 2000. / Autor: amakes clothing

Se trata de un ciclo que se repite. Desde el reinado del low waist en los 2000, hasta los desfiles de Bella Hadid en la actualidad. Es habitual entrar en Tiktok y encontrar el mismo tipo de vídeo en el que se dice el nombre de la modelo, acompañado de métodos insalubres de pérdida de peso. Como esta, se producen un sinfín de tendencias cada mes y quienes las consumen no siempre son personas ya formadas, con una opinión firme respecto a su imagen. Hablamos mayoritariamente de adolescentes que aún no han alcanzado la madurez necesaria para construir su propio criterio, y esto los afecta de manera directa.

Pero la culpa no es de Bella. De hecho, se ve obligada a subir publicaciones alimentándose de comida rápida ocasionalmente ante las críticas. También Kim, que hace unos meses publicó en sus redes un vídeo comiendo una hamburguesa tras ser acusada de fingirlo para un comercial. Aun así, no es la primera vez que alguien se ampara en el anonimato para evocar sus frustraciones contra las figuras públicas. Parece que olviden que, detrás del brillo y el lujo, hay personas de carne y hueso, que sienten y padecen como el resto de nosotros. Sus cuerpos también merecen respeto, de la misma manera que aquellas que creéis que no podéis llevar un tiro bajo o un top demasiado corto. O las que os pasáis el verano en pantalón largo escuchando comentarios como: ¿no tienes calor con eso? Igual que os lo merecéis las que la sociedad consideraría perfectamente válidas, pero que no os sentís preparadas. Y es que, en realidad, todas sois perfectamente válidas, y todos vuestros cuerpos también lo son.

Quereos mucho y vestid como os dé la gana.

Collage inspirado en la moda de los 2000. / Autor: The Fashionlush 2000’s Style Revival Starter
Imagen destacada: Paris Hilton y Kim Kardashian posando para la marca Skims. / Autor: Skims vía Instagram (@skims).
  1. Muy buen post 😊

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