La celebración tuvo lugar en la emblemática sala Luz de Gas
Este año la iniciativa I’M Hip Hop, uno de los eventos de referencia nacional de la cultura urbana española, cumplió sus primeros diez años. La asociación, fundada y dirigida por el coreógrafo y bailarín Fidel Buika, reconocido en la escena del hip hop español y en las casas de todo el país por sus apariciones televisivas en programas como Fama, ¡a bailar!, u Operación Triunfo, celebró este hito por todo lo alto el pasado 30 de octubre con la décima edición del evento, que tuvo lugar en la emblemática sala barcelonesa Luz de Gas.
En aquella ocasión, bajo el techo de la icónica sala barcelonesa, los asistentes pudieron disfrutar, a partir de las 19:00 horas y por el precio de 10 euros, de las DJ sessions de los artistas invitados Héctor “Hope”, Bexnil, Frank Da Costa y Walid; durante las cuales la pista de baile estuvo llena de cyphers en los que los bailarines asistentes pudieron bailar, compartir y divertirse juntos. Además, el evento contó con espectaculares actuaciones en el escenario de diferentes crews de baile, la mayoría de ellas representando a las escuelas de hip hop barcelonesas más conocidas. Estas fueron Tribu Urbana Center, coreografiados por Teachers Team; La Urban Dance Factory, por Sarah Coral; Innedit, por Judith Endje; Evolution Dance Center, por Judit Evolution; Mush, por Albert Xampi; Cortex, por Cristian y Mario; Dothis Crew; Fabolous Funkers, por Marc y Olalla; Beasts, por Y2KIDS; Víctor Vasquez; Saoco Groove, por Gabriel, Sofía y Óscar; Klimax, por Kevin Mora; Joan Broch; Marta y Yesu y Conexión, por Carlos Sacotto.

La celebración contó también con la actuación especial de Bagsy, un bailarín londinense con una trayectoria de más de 15 años caracterizada por su “afán de inspirar a través del trabajo creativo y los conocimientos de la danza”. En el marco de este evento, el bailarín interpretó una canción de hip hop con un baile cargado de emoción, energía y expresividad conocido como waacking, un estilo callejero originado en los clubes LGTB durante la década de los 70.
El objetivo de este evento, que se lleva celebrando anualmente desde el año 2012, es, según Toni, colaborador en la organización del evento, «potenciar el hip hop como una cultura de expresión y desarrollo de personas de cualquier edad, desde niños a padres, que les interese esta música y poder expresar sus sentimientos, positivos o negativos, mediante el baile”. En estos últimos diez años, el impacto de la iniciativa ha ido expandiéndose de la “calle y la cultura puramente urbana” a las escuelas, que enseñan a las futuras generaciones y que buscan involucrarse en el evento, especialmente en este décimo aniversario, que es también la primera edición que tiene lugar tras la pandemia de COVID-19. Afirma también que están “contentos con cómo ha salido todo” y que “se ha organizado con mucha ilusión y el público ha respondido con muy buena energía».
Melany Suárez, bailarina que asistió a la edición de este año como público, y que es una organizadora activa de eventos y profesora de danza en Barcelona, destaca lo divertido que fue formar parte de un evento “tan sano y con tanta buena energía”, en el que pudo compartir con sus compañeros de profesión y amigos. También resalta que, a pesar del gran nivel de los bailarines de esta ciudad, este tipo de eventos no reciben la publicidad suficiente, y que le gustaría ver como la danza y música urbanas llegan a más personas.

Desde su punto de vista como profesional, experimentada en organización de eventos culturales, añade que “Barcelona es una ciudad multicultural, llena de diversidad y visión. Cada vez más, los bailarines trabajamos para que esto siga creciendo y mejorando. La cultura poco a poco va cogiendo más fuerza y más amplitud, aunque todavía seguimos luchando para poder tener sueldos y contratos dignos. Este tipo de eventos fortalece el enlace entre los artistas de Barcelona. Independientemente del estilo que bailes, o del arte que provengas, esto hace que se conozca la diversidad que existe y se promuevan las diferentes maneras de expresión. Es totalmente necesario”.
Como expectativas de futuro, añade que, a pesar de que ya existen muchos eventos de baile urbano en la ciudad, le gustaría que los contenidos de estos no estuviesen únicamente destinados a la comunidad de bailarines, sino que se dirigieran también a “familias, artistas o personas que quieran venir a conocer el mundo en el que nos movemos”. También hace un llamamiento al gobierno y a la prensa, los cuales no están lo suficientemente involucrados en la realización y difusión de fenómenos culturales de este tipo: “Para llevar a cabo cosas más grandes, necesitamos más apoyo por parte de la Generalitat y la oportunidad de trabajar con medios de comunicación, siempre que respeten nuestras ideas”.

Desde I’m Hip Hop pretenden continuar potenciando esta comunidad y “creando alianzas entre bailarines”, además de dar a conocer la disciplina a nuevos talentos potenciales y alentarlos a que se atrevan a participar, promoviendo siempre un ambiente seguro, sano, empoderado y, sobre todo, muy divertido. Esta velada anual va más allá de un simple espectáculo. Su verdadero propósito, así como el de la organización que tiene detrás, es el de crear una fuerte de red de personas que creen y defienden lo mismo: la cultura hip hop como forma de unir a una comunidad.