Los maestros de educación infantil tienen la responsabilidad de contribuir al desarrollo físico y motor, afectivo, comunicativo, social y cognitivo del niño de cero a seis años, mediante el diseño e intervención en las situaciones educativas que sirven a este fin, siempre en un clima de seguridad y confianza (Decreto 101/2010 y Decreto 181/2008). Los maestros de educación infantil llevan a cabo esta tarea con la colaboración y la participación de la familia, los compañeros del claustro y, en su caso, la de otros profesionales.
Los estudiantes que quieran acceder a esta titulación deben ser conscientes de la importancia, el reto y la responsabilidad que representa, como maestros de educación infantil, participar en el desarrollo del niño en esta primera etapa de la vida; una etapa en la que el niño se constituye como persona. Por tanto, es necesario formarse, en los estudios de grado y a lo largo de toda la vida profesional, para ser un profesional de la educación infantil bien cualificado.
Como universitarios, los estudiantes tienen la responsabilidad académica de promover la calidad y el prestigio de la titulación por medio de sus actuaciones. El aprendizaje debe ocupar un lugar prioritario en la vida del estudiante universitario.