Declaración del rector sobre el anuncio del gobierno español de aumentar el precio de las matrículas universitarias

Escudo.
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(23/04/2012)

El pasado 20 de abril, el Consejo de Ministros, tal y como ya había adelantado a la prensa el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, aprobó distintas medidas de racionalización del gasto que afectan a la enseñanza universitaria. Una de estas medidas conlleva un aumento del precio de las matrículas universitarias de hasta el 66 % sobre el precio actual, a partir de un modelo que permite a las comunidades autónomas incrementar el coste de lo que pagan los estudiantes de la universidad pública hasta un 25 % del coste efectivo estimado de la enseñanza (se calcula que actualmente pagan una media del 15 % del coste real).

Escudo.
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23/04/2012

El pasado 20 de abril, el Consejo de Ministros, tal y como ya había adelantado a la prensa el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, aprobó distintas medidas de racionalización del gasto que afectan a la enseñanza universitaria. Una de estas medidas conlleva un aumento del precio de las matrículas universitarias de hasta el 66 % sobre el precio actual, a partir de un modelo que permite a las comunidades autónomas incrementar el coste de lo que pagan los estudiantes de la universidad pública hasta un 25 % del coste efectivo estimado de la enseñanza (se calcula que actualmente pagan una media del 15 % del coste real).

En relación con este hecho, el rector de la Universidad de Barcelona, ​​Dr. Dídac Ramírez, manifiesta lo siguiente:

 
1.        La demanda de una política universitaria que haga frente a las necesidades y los planes de mejora de la universidad pública. Las medidas aisladas, puntuales y parciales, que no tienen en cuenta los problemas de la universidad, no son el camino que debe seguir una política universitaria eficaz en cuanto a los objetivos de calidad y mejora del servicio público que representan.
 
2.        Su actitud contraria al aumento aprobado, tanto por su repercusión (cambio cualitativo en la manera de actualizar los precios universitarios) como por el procedimiento adoptado (sin consultas, ni debate, ni participación con las universidades), o la falta de garantías de futuro de las becas (el presupuesto del Ministerio ha disminuido) o de otros caminos que garanticen la justicia social (distributiva) de la medida.
 
3.        Con esta decisión política la universidad pública se aleja del referente de la universidad de la Europa continental y puede alejarse también de su objetivo de calidad y servicio público, que garantiza el acceso a todas las personas (con capacidad, vocación y talento), independientemente del origen, y de su función de ascensor social.
 
4.        Su determinación a garantizar el acceso a la Universidad de Barcelona a todo estudiante que quiera estudiar en la UB y demuestre los méritos para hacerlo sin que la condición social y económica pueda suponer un freno.
 
Por lo tanto, el rector de la UB manifiesta su disconformidad con la forma y el contenido de la medida aprobada para que, desde el respeto de la autonomía universitaria, las universidades debatan e intervengan en el proceso de decisión de todos los aspectos que afectan a las tareas, la financiación, las prioridades y los parámetros de calidad de la universidad pública. Y en este marco, ofrece la colaboración leal y responsable a todas las administraciones públicas, y concretamente al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, para trabajar y debatir una política universitaria que no sea consecuencia de medidas aisladas y no consensuadas.
 
Una colaboración que, no obstante, siempre rechazará declaraciones que pretendan estigmatizar a la universidad pública con datos inexactos, ambiguos o incluso falsos respecto a nuestra gestión, los resultados o los miembros de la comunidad universitaria.
 
La Universidad de Barcelona, ​​como primera universidad pública de nuestro país que es, trabaja de manera rigurosa y responsable para hacer frente a la situación de crisis actual. Es necesario que las administraciones públicas tomen conciencia de que los estudios superiores no son parte del problema ni admiten recortes estratégicos, puesto que, por el contrario, son una de las claves para sacar adelante el país.