La reunión, titulada «Universidades de investigación europeas: guía y motor para Europa en 2050», se centrará, entre otras cuestiones, en el papel de las RIU en el seno de la Unión Europea y en la política de innovación de los próximos años. Pero, ¿qué es la LERU para afirmar que las RIU son «la guía y el motor para Europa en 2050»? A principios de este milenio varios rectores —los padres fundadores de la LERU— descubrieron que tenían espíritus afines, unidos por la idea de que las RIU son únicas por la manera en como contribuyen a la economía y a la sociedad, y que, en cierto modo, todas estas aportaciones están relacionadas con el amplio abanico de actividades que tienen lugar en sus instituciones. Se dieron cuenta de que las RIU europeas necesitaban tener un único portavoz que defendiera la importancia de la investigación básica, los puntos fuertes de las universidades orientadas a la investigación y la necesidad de recibir inversiones públicas a largo plazo. Todo eso era muy necesario en una Europa en la que la Agenda de Lisboa, centrada en el beneficio económico y la innovación, estaba dando forma a aquello que los gobiernos querían de sus universidades.
Puede parecer que va contra la intuición, pero lo que el vicerrector de la Universidad de Cambridge, Sir Leszek Borysiewicz, argumentará en el discurso inaugural de las jornadas es que «la contribución de las universidades a la economía es realmente efectiva precisamente porque no es nuestro principal objetivo». Este es el motivo por el que una inversión pública, fuerte e inteligente en las universidades es mucho más importante cuando la perspectiva económica es mala.
Sir Leszek Borysiewicz y otros portavoces universitarios que representan a las redes de RIU de todo el mundo debatirán sobre cómo se están preparando sus instituciones para el futuro. Aunque pueda parecer provocativo en tiempos de crisis como el actual, el ingrediente mágico puede muy bien ser la búsqueda sin restricciones de investigación en las fronteras del conocimiento, en toda su amplitud y profundidad, basada en la capacidad única de las universidades para atraer y mantener a personas con talento que trabajan en todo tipo de ideas, que desarrollan nuevas vías de investigación que acaban aportando avances. Si a todo eso se le añaden unos servicios de apoyo fuertes en la universidad y un ambiente rico de negocios e instituciones agrupados en torno a las RIU, se obtiene un poderoso motor de impulso al conocimiento. Los mensajes para los gobiernos, pues, son claros:
· Entender la empresa universitaria como un todo complejo y en interacción y como una fuente de múltiples beneficios para la sociedad.
· Darse cuenta de que las RIU son una de las pocas cartas ganadoras que tienen en la feroz competencia mundial por la investigación de vanguardia y el talento humano creativo.
· Valorar la libertad y la autonomía de las universidades para que puedan establecer su propio curso y participar en esta competición sin estar atados de pies y manos.
Estos son precisamente los mensajes que la LERU ha estado desarrollando en los últimos diez años. La red no afirma que sus veintiuna universidades miembros sean las únicas ni las mejores RIU de Europa, pero sí que hay que entender la LERU como un grupo de universidades afines que están dispuestas a invertir mucho tiempo y energías para materializar estas ideas, escribirlas en trabajos e informes y transmitir sus mensajes a los responsables políticos, los gobiernos, los financiadores y el mundo académico, entre otros.
Los puntos de vista de la LERU van dirigidos, en primer lugar, a la Unión Europea y no a un ámbito nacional, pero no hay duda de que también han influido en debates nacionales. En las más de treinta publicaciones de la LERU, se han expresado opiniones, consejos y recomendaciones sobre un amplio abanico de temas. Por una parte, temas procedentes del deseo de las universidades por defender las cuestiones mencionadas o bien otros aspectos como la transferencia de tecnología, el acceso abierto, la formación de los investigadores y las salidas profesionales, las mujeres y la investigación, los rankings universitarios y la evaluación de la investigación. Por otra parte, temas que responden específicamente a desarrollos e iniciativas de políticas de investigación de la Unión Europea, como el Consejo Europeo de Investigación, el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, los programas marco, el espacio europeo de investigación, la agenda de modernización, etc.
Aparte de su labor para incidir en las políticas de investigación, la LERU fomenta el aprendizaje mutuo y la colaboración entre los miembros de la red, y agrupa a distintos tipos de expertos en una gran variedad de contextos. Así mismo, tiene una escuela de doctorado de verano y organiza una conferencia anual para estudiantes de grado. Los rectores de la LERU han adoptado un código de prácticas modelo para la contratación de investigación y acuerdos modelo para llevar a cabo programas de doctorado conjuntos.
Hace diez años que se fundó la LERU con el objetivo de crear debate. Durante su primera década, se ha pronunciado en muchos asuntos polémicos, guiada por la amplia experiencia de sus miembros, y se ha establecido firmemente como una red de universidades de alto nivel que defiende la importancia de la investigación básica. Así mismo, ha asumido un papel de liderazgo en nombre de las RIU para conseguir un mejor conocimiento del papel de las universidades que permita afianzar la confianza de la sociedad en estas instituciones y la inversión en ciencia. Durante todo este tiempo se ha constituido una organización que está en condiciones de cumplir sus objetivos, difundir con éxito los mensajes e influir con sus posicionamientos. De cara a la próxima década, pretende seguir provocando este debate, asumir nuevos retos, predicar con el ejemplo y aportar la combinación de la sabiduría y la experiencia de las RIU líderes en Europa con una clara visión de futuro en un mercado universitario mundial cada vez más competitivo, con oportunidades para el aprendizaje mutuo y el enriquecimiento y con el asesoramiento concreto y práctico de las universidades, de su personal y de los estudiantes, así como de los entes que interactúan con ellos (gobiernos y empresas, entre otros). La LERU tiene la intención de seguir yendo más allá… simplemente porque, en palabras de Sir Leszek Borysiewicz, «servir a la sociedad es la esencia de lo que hacemos».
