Las apneas del sueño se asocian con un mayor riesgo de mortalidad por cáncer

El professor del Departament de Medicina, Josep Maria Montserrat i el catedràtic del Departament de Ciències Fisiològiques I, Ramon Farré.
El professor del Departament de Medicina, Josep Maria Montserrat i el catedràtic del Departament de Ciències Fisiològiques I, Ramon Farré.
Investigación
(21/05/2012)

Los trastornos respiratorios del sueño se asocian con un mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, metabólicos y neurocognitivos. Nuevos estudios demuestran que también conllevan un mayor riesgo de manifestación de tumores, e incluso de mortalidad por cáncer. Trabajos experimentales en animales encabezados por investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), la Universidad de Barcelona y el Hospital Clínico han demostrado que los episodios repetidos de hipoxia —un suministro inadecuado de oxígeno característico de la apnea del sueño— se vinculan a una progresión acelerada del cáncer. Los nuevos resultados experimentales son los primeros que sugieren que las apneas del sueño podrían relacionarse con un mayor riesgo de mortalidad por cáncer en los seres humanos.

El professor del Departament de Medicina, Josep Maria Montserrat i el catedràtic del Departament de Ciències Fisiològiques I, Ramon Farré.
El professor del Departament de Medicina, Josep Maria Montserrat i el catedràtic del Departament de Ciències Fisiològiques I, Ramon Farré.
Investigación
21/05/2012

Los trastornos respiratorios del sueño se asocian con un mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, metabólicos y neurocognitivos. Nuevos estudios demuestran que también conllevan un mayor riesgo de manifestación de tumores, e incluso de mortalidad por cáncer. Trabajos experimentales en animales encabezados por investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), la Universidad de Barcelona y el Hospital Clínico han demostrado que los episodios repetidos de hipoxia —un suministro inadecuado de oxígeno característico de la apnea del sueño— se vinculan a una progresión acelerada del cáncer. Los nuevos resultados experimentales son los primeros que sugieren que las apneas del sueño podrían relacionarse con un mayor riesgo de mortalidad por cáncer en los seres humanos.

Los experimentos en animales que dieron origen a esta hipótesis fueron dirigidos por el catedrático de la UB Ramon Farré y su equipo de Biofísica Respiratoria y Bioingeniería del Departamento de Ciencias Fisiológicas I de la Facultad de Medicina de la UB y del IDIBAPS. Ahora, una colaboración con el equipo del Dr. F. Javier Nieto, del Departamento de Ciencias de la Salud de la Población de la Escuela de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin (EE. UU.), ha permitido demostrar en una gran cohorte de pacientes que las apneas del sueño aumentan el riesgo de mortalidad por cáncer. Por su parte, el Dr. Ramon Farré colabora habitualmente con el Dr. Josep Maria Montserrat, del Servicio de Neumología del Hospital Clínico de Barcelona, miembro del IDIBAPS y profesor del Departamento de Medicina de la UB. En estudios experimentales y en una cohorte de pacientes españoles de apnea financiados por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), han demostrado que el riesgo de padecer cáncer también podría aumentar en pacientes con apneas del sueño. Estas investigaciones han recibido el apoyo del CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES).

 
Estudios in vitro y en animales sugieren que la hipoxia intermitente promueve la angiogénesis y el crecimiento tumoral. Por eso los investigadores han examinado datos de mortalidad recogidos durante 22 años de la cohorte del sueño de Wisconsin. Este estudio prospectivo ha analizado en 1.522 personas los predictores y la historia natural de los desórdenes del sueño mediante técnicas de polisomnografía. Los resultados, cuyos principales autores son los doctores Javier Nieto y Ramon Farré, se presentaron el domingo 20 de mayo durante la Conferencia Internacional de la Sociedad Torácica Americana (ATS 2012) en San Francisco. Además, se han publicado en la revista The American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine (AJRCCM).
 
En esta gran cohorte, el riesgo de mortalidad por cualquier causa y por cáncer en particular se ajustó por edad, sexo, índice de masa corporal, tabaquismo y otros factores. En comparación con los sujetos sin apneas del sueño, el riesgo relativo de mortalidad por cáncer se multiplicaba por 1,1 en los participantes del estudio con trastorno respiratorio del sueño leve; por 2,0 en aquellos con trastorno moderado, y por 4,8 en aquellos con trastorno grave. Eso significa que, en caso de desarrollar un cáncer, el hecho de sufrir apneas del sueño severas podría acelerar su progresión. Aun así, hay que realizar nuevos estudios para demostrar si los pacientes que sufran un cáncer agresivo podrían beneficiarse del diagnóstico precoz y el tratamiento de los trastornos respiratorios del sueño.
 
Por otra parte, con la cohorte analizada en el marco del Grupo de Estudio del Sueño de SEPAR se consigue reunir los datos de los 5.246 pacientes que fueron diagnosticados de apneas del sueño en siete centros hospitalarios españoles entre 2000 y 2007. Este estudio, realizado por el Dr. Francisco Campos del Hospital de Valme (Sevilla) y coordinado por el Dr. Josep Maria Montserrat, ha mostrado que al 5,7 % de los pacientes con trastornos respiratorios del sueño se les diagnosticó un cáncer durante el seguimiento, y que el riesgo de sufrir uno aumentaba proporcionalmente a la gravedad de las apneas del sueño. En un estudio independiente presentado también en la ATS 2012, el grupo del IDIBAPS-UB-Clínico presenta nuevos datos obtenidos a partir del ratón. Este trabajo demuestra que el efecto de la hipoxia intermitente en el crecimiento del cáncer es mucho más fuerte en los ratones sin obesidad que en los ratones obesos.
 
Es necesario, por lo tanto, confirmar con nuevos estudios la relación entre los trastornos respiratorios del sueño y la mortalidad por cáncer. Si esta hipótesis se confirma, habrá que analizar si el diagnóstico y tratamiento de estos trastornos en pacientes con cánceres agresivos podría estar indicado para prolongar su supervivencia. Los investigadores del IDIBAPS-UB-Clínico seguirán trabajando, junto con colaboradores de reconocido prestigio como los de la Universidad de Wisconsin y los expertos españoles de SEPAR y CIBERES, para profundizar en el conocimiento de las relaciones entre los trastornos respiratorios del sueño, la obesidad y la mortalidad por cáncer.