Conxita Boncompte: «He recatalogado ʻLas señoritas de Aviñónʼ como un ʻtemplo burdelʼ en el que sexo y religión están indisolublemente unidos»

Conxita Boncompte en el acto de entrega del premio.
Conxita Boncompte en el acto de entrega del premio.
Entrevistas
(28/01/2013)

La pintora e historiadora del arte Conxita Boncompte recibió el Premio José Manuel Blecua por la tesis Iconografía picassiana entre 1905-1907. Influencia de la pintura pompeyana, un trabajo que, posteriormente, se ha publicado en forma de artículo en la revista Goya. El estudio ofrece una nueva lectura de este periodo de la obra de Picasso (tradicionalmente subdividido en rosa, ocre y negroide), y abre una vía interpretativa distinta de la totalidad del trabajo de este artista internacional. Boncompte empezó a pintar en los años 60. En sus inicios tomó como modelo, precisamente, las obras y el personaje de Picasso. En 1979 se licenció en Derecho por la UB y en 1994 lo hizo en Geografía e Historia. En 2009 se doctoró en la UB, con la calificación de sobresaliente cum laude, con la tesis ya mencionada, que dirigió la catedrática de Historia del Arte y vicerectora de Relaciones Institucionales y Cultura de la UB, Dra. Lourdes Cirlot.

Ha impartido clases sobre Picasso en la Universidad Ramon Llull, ha trabajado en la Consejería de Cultura y en la Agencia de Patrocinio y Mecenazgo de la Generalitat de Cataluña y ha colaborado en publicaciones, estudios y artículos científicos y de divulgación sobre historia del arte. Como pintora, ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas. Actualmente, se dedica a pintar, sigue investigando sobre la obra de Picasso y escribe esporádicamente artículos de arte para medios de comunicación.

Conxita Boncompte en el acto de entrega del premio.
Conxita Boncompte en el acto de entrega del premio.
Entrevistas
28/01/2013

La pintora e historiadora del arte Conxita Boncompte recibió el Premio José Manuel Blecua por la tesis Iconografía picassiana entre 1905-1907. Influencia de la pintura pompeyana, un trabajo que, posteriormente, se ha publicado en forma de artículo en la revista Goya. El estudio ofrece una nueva lectura de este periodo de la obra de Picasso (tradicionalmente subdividido en rosa, ocre y negroide), y abre una vía interpretativa distinta de la totalidad del trabajo de este artista internacional. Boncompte empezó a pintar en los años 60. En sus inicios tomó como modelo, precisamente, las obras y el personaje de Picasso. En 1979 se licenció en Derecho por la UB y en 1994 lo hizo en Geografía e Historia. En 2009 se doctoró en la UB, con la calificación de sobresaliente cum laude, con la tesis ya mencionada, que dirigió la catedrática de Historia del Arte y vicerectora de Relaciones Institucionales y Cultura de la UB, Dra. Lourdes Cirlot.

Ha impartido clases sobre Picasso en la Universidad Ramon Llull, ha trabajado en la Consejería de Cultura y en la Agencia de Patrocinio y Mecenazgo de la Generalitat de Cataluña y ha colaborado en publicaciones, estudios y artículos científicos y de divulgación sobre historia del arte. Como pintora, ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas. Actualmente, se dedica a pintar, sigue investigando sobre la obra de Picasso y escribe esporádicamente artículos de arte para medios de comunicación.

 

Su vinculación con Picasso no se limita sólo a su vertiente como investigadora, sino que la obra de Picasso también está presente en sus primeros trabajos como pintora. ¿Qué la motivó a dedicar su tesis doctoral a Picasso?

Como pintora me interesa toda la historia del arte y me resultaba difícil centrarme en un solo periodo. Decidí hacer la tesis sobre Picasso porque, desde la contemporaneidad, revisaba los artistas del pasado. Impartiendo un curso sobre Picasso, Miró y otros pintores en la Universitat Ramon Llull (2005-2006), constaté la influencia de modelos, colores y acabados pompeyanos en las obras que el artista hizo en Gósol (1906). Empecé un artículo en esta línea, pero el tema adquirió una magnitud tal que lo abandoné como artículo y constituyó el núcleo de mi tesis.

La tesis doctoral sobre Picasso no es casual porque el artista formaba parte de mi esencia como pintora. Yo había aprendido a pintar al óleo a los diez años con modelos picassianos (azoteas de Barcelona, figuras azules, época rosa...), mis cerámicas también eran picassianas. No hay mejor manera de entender a un pintor que copiando y parafraseaando su obra. ¡Es lo que siempre han hecho los artistas, sobre todo Picasso!
 

¿En qué sentido su investigación reinterpreta la obra de Picasso, o al menos, parte de esta obra?

Reinterpreto la obra del periodo 1905-1907 en función de los descubrimientos realizados, básicamente la influencia de la pintura pompeyana. Los nuevos parámetros interpretativos utilizados (pintura pompeyana, arte románico, antiguos ritos agrícolas gosolenses, ideas rosacruces...) han permitido aflorar elementos hasta ahora ocultos y dar una interpretación que conecta al propio artista con el entorno pompeyano, sus valores y sus arquetipos míticos, y los remite a conceptos vinculados con el más allá. Así he podido afirmar que son los rojos y rosas pompeyanos los que motivan el cambio de la época azul a la época rosa, he ofrecido una lectura coherente de un periodo que se consideraba lleno de tentativas o he recatalogado el, hasta ahora, burdel de Las señoritas de Aviñón en un templo burdel, en una gran teofanía pagano-cristiana en la que, como antiguamente, sexo y religión están indisolublemente unidos. Picasso decía que fue su primera obra de exorcismo.

Estos nuevos parámetros interpretativos son clave, como he demostrado, para revisar el conjunto de toda la obra del artista y suponen un revulsivo para los estudios picassianos.

 

¿Cómo llevó a cabo su investigación? ¿Desarrolló un trabajo de campo en Gósol?

Mi investigación se ha basado en dos disciplinas: mi conocimiento artesanal y del proceso creativo, inherente al pintor, y la metodología para el análisis de una obra propia de la historiadora del arte.

El rigor del proceso analítico me permitió llegar al proceso interpretativo y, gracias al método estricto con el que me había planteado el estudio, conseguí obtener respuestas a las preguntas que me hacía al principio, a saber: ¿de qué manera ha incidido la pintura pompeyana en la obra de Picasso? De este modo, he podido resolver el enigma desde antes de Gósol hasta Las señoritas.

He trabajado en bibliotecas de Barcelona y París, y consultado archivos en la Escuela de Bellas Artes y en la Biblioteca Nacional de Francia. He utilizado bibliografía picassiana y un gran número de publicaciones de diferentes disciplinas (arte, diccionarios de simbología, literatura, ensayos sobre el mundo clásico, sobre religiones paganas, sobre etnografía y leyendas gosolenses y, también, mucha bibliografía pompeyana, especialmente el libro sobre Pompeya del pintor Pierre Gusman, reeditado en 1906). Entre otros, he contactado con la Administración Picasso (París), algunos especialistas picassianos (Lydia Gasman, Victoria Beck Newman), los centros arqueológicos de Nápoles y de Pompeya, así como con museos italianos y americanos.

El trabajo de campo desarrollado en Gósol y su entorno fue completado, posteriormente, con aportaciones de gosolenses que asistieron a las conferencias que impartí en La Seu, Puigcerdà y Andorra (2010).

 

Su formación y su actividad profesional son muy variadas. ¿Qué lugar ocupa su labor como investigadora universitaria?

Mientras tenía que estudiar Derecho, daba clases de plástica. La atracción por la pintura me llevó a leer, desde muy joven y compulsivamente, sobre arte. Aprendí italiano a los dieciséis años en viajes a Italia y leyendo todo el que encontraba sobre pintura. A los veintitrés tenía una licenciatura en Derecho que no me interesaba y la voluntad de ser independiente... Hasta los treinta no me pude matricular en Historia del Arte. Era insaciable, la carrera me apasionaba y sacaba matrículas, pero, por vicisitudes familiares, en aquel momento no pude hacer el doctorado. Actualmente, combino mi actividad como pintora con la de investigadora independiente (investigación, artículos, conferencias y un proyecto expositivo vinculado a la tesis). Me gusta pensar que hago lo mismo que los primeros historiadores del arte, los pintores del Renacimiento.