La Escuela de Idiomas Modernos de la UB celebra sus 60 años de historia con 5.369 estudiantes matriculados

La sede central de la EIM está situada en la Gran Via de les Corts Catalanes, 582, de Barcelona.
La sede central de la EIM está situada en la Gran Via de les Corts Catalanes, 582, de Barcelona.
(04/04/2014)

Este año, la Escuela de Idiomas Modernos (EIM) de la Universidad de Barcelona, que fue el primer centro universitario de idiomas en Cataluña, cumple sesenta años. Fundada por el escritor y profesor Ramón Carnicer en 1953, la EIM introdujo en la universidad española de la época planteamientos modernos en la enseñanza de idiomas. Hoy, sesenta años después, sigue en funcionamiento con un elevado número de alumnos: alrededor de 5.000 matriculados cada año. Para conmemorar este aniversario, el centro presenta el libro 20 llengües, 40 relats, 60 anys. LʼEscola dʼIdiomes Moderns (1953-2013) / 20 languages, 40 stories, 60 years. The Escola dʼIdiomes Moderns (1953-2013). Editada por Publicaciones y Ediciones de la UB, la publicación (bilingüe catalán-inglés) repasa la historia de la EIM e incluye, además, cuarenta relatos de diferentes personas —directivos, profesores, administrativos, becarios y estudiantes— que han contribuido con su trabajo al éxito de la Escuela a lo largo de este periodo.

La sede central de la EIM está situada en la Gran Via de les Corts Catalanes, 582, de Barcelona.
La sede central de la EIM está situada en la Gran Via de les Corts Catalanes, 582, de Barcelona.
04/04/2014

Este año, la Escuela de Idiomas Modernos (EIM) de la Universidad de Barcelona, que fue el primer centro universitario de idiomas en Cataluña, cumple sesenta años. Fundada por el escritor y profesor Ramón Carnicer en 1953, la EIM introdujo en la universidad española de la época planteamientos modernos en la enseñanza de idiomas. Hoy, sesenta años después, sigue en funcionamiento con un elevado número de alumnos: alrededor de 5.000 matriculados cada año. Para conmemorar este aniversario, el centro presenta el libro 20 llengües, 40 relats, 60 anys. LʼEscola dʼIdiomes Moderns (1953-2013) / 20 languages, 40 stories, 60 years. The Escola dʼIdiomes Moderns (1953-2013). Editada por Publicaciones y Ediciones de la UB, la publicación (bilingüe catalán-inglés) repasa la historia de la EIM e incluye, además, cuarenta relatos de diferentes personas —directivos, profesores, administrativos, becarios y estudiantes— que han contribuido con su trabajo al éxito de la Escuela a lo largo de este periodo.

 
La presentación del libro tendrá lugar el lunes 7 de abril, a las 12 h, en el Aula Magna del Edificio Histórico. El rector de la UB, Dr. Dídac Ramírez, presidirá el acto, en el que intervendrán el director general de Universidades de la Generalitat de Cataluña, Lluís Jofre; la viuda de Ramón Carnicer y cofundadora de la EIM, Doireann MacDermott; el director del EIM y del Área de Formación Complementaria de la UB, Xavier Varea, y el exdirector y actual profesor de la EIM Philip Banks. Andrés Sarri, estudiante de la EIM en 1953 y en la actualidad, y M. Pau Huguet, periodista de TV3 y estudiante de la Escuela, también ofrecerán su testimonio en esta celebración.
 
Más de dieciocho idiomas y 5.000 matriculados cada año
 
En la actualidad, con una oferta de más de dieciocho idiomas y 5.000 matriculados al año, la EIM mantiene el objetivo inicial de ofrecer cursos de calidad como respuesta a las necesidades de la comunidad universitaria. «Uno de los aspectos fundamentales que nos diferencian del resto de escuelas de idiomas de Barcelona es la conexión que tenemos con la UB: la EIM ofrece cursos en los campus más importantes de toda la Universidad, y con una flexibilidad horaria que ningún otro centro puede ofrecer», destaca el director, Xavier Varea. De ahí que la EIM sea la escuela universitaria de idiomas con más oferta en Cataluña. Así, en este curso 2013-2014, la cifra de matriculados hasta ahora ha llegado a 5.369 alumnos y la oferta académica incluye una extensa variedad de cursos en dieciocho idiomas: alemán, inglés, árabe, danés, finés, francés, griego, hebreo, italiano, japonés, neerlandés, noruego, persa, polaco, portugués, ruso, sueco y chino.
 
Como ya es habitual, el inglés es el idioma con más demanda, con 3.847 alumnos, de momento, para el curso 2013-2014. Las otras lenguas más solicitadas son el alemán, el francés y el italiano, que han sumado 1.253 estudiantes en este curso.
 
La llegada a Badalona y la acreditación EIM
 
Desde su sede central en la casa Jeroni Granell (Gran Via, 582), en el centro de Barcelona, la EIM pretende ser, además, un punto de contacto entre el mundo universitario y la sociedad barcelonesa y catalana, así como una ocasión para que los titulados de la UB se mantengan en contacto con la actividad de la Universidad. «Si bien antes se concebía como un apoyo académico dirigido solo a los estudiantes de la UB, la vocación de apertura de la EIM ha hecho que cada vez sea más importante el servicio que se da a toda la sociedad», afirma Varea.
 
En este sentido, en el curso 2013-2014 la EIM ha cruzado las fronteras de la ciudad de Barcelona y ha estrenado otra sede en el Centro Cultural El Carme de Badalona. El impacto que la EIM está teniendo en Badalona es muy notable. «Los badaloneses han acogido muy bien la llegada de la UB a la ciudad, y han mostrado un gran interés por los cursos y las actividades que ofrecemos», destaca Varea. Así lo demuestran las cifras: el número de inscritos se eleva, hasta ahora, a 493 alumnos, y la oferta incluye un total de cinco de idiomas (alemán, inglés, italiano, francés y ruso).
 
Con la misma vocación de servicio público, la Escuela ha hecho una nueva apuesta por la calidad y el aprendizaje de idiomas y ha creado la acreditación EIM para academias, una nueva forma de proporcionar rigor y de avalar a los centros que den un servicio de excelencia en la enseñanza de idiomas. La EIM también es uno de los promotores más destacados del certificado de lenguas de las universidades de Cataluña (CLUC) —inédito en las demás universidades del territorio español—, con el que las personas que lo deseen pueden acreditar su nivel de inglés a través de un certificado expedido por las universidades catalanas. «En la actualidad, se pueden adquirir las habilidades lingüísticas de formas muy variadas. Por ello, cada vez más, la acreditación está siendo nuestra labor hacia la sociedad, porque las entidades públicas tenemos que garantizar de algún modo esta formación dispersa para homogeneizarla», concluye Varea.
 
Sesenta años de formación en lenguas extranjeras
 
La EIM se creó oficialmente por orden ministerial el 15 de marzo de 1954, aunque en ese momento ya tenía cinco meses de vida (había iniciado su actividad docente en octubre del año anterior). La fundó el profesor de Filología de la UB Ramón Carnicer (1912-2007), en colaboración con su mujer, la filóloga Doireann MacDermott —juntos ya habían establecido, un año antes, los cursos de Estudios Hispánicos. «El objetivo no era tan diferente del actual: ofrecer al conjunto de la comunidad universitaria una formación práctica en lenguas extranjeras a un precio asequible que facilitara trabajar con el material de su campo de estudio y contactar con los estudiosos de otros países», explica Philip Banks, uno de los profesores más veteranos de la Escuela. La EIM se convirtió en el primer centro universitario de idiomas en Cataluña, en un momento en que las fronteras del país comenzaban a abrirse, pero las posibilidades de adquirir conocimiento de lenguas extranjeras eran limitadas.
 
En el primer curso ofreció solo dos lenguas —alemán e inglés— y estudiaron 457 alumnos; en el curso siguiente se añadieron el francés y el italiano, y el número de inscritos subió hasta los 669. Durante la década posterior se incluyó una quinta lengua, el ruso, «un paso valiente teniendo en cuenta el ambiente político del momento», recuerda Banks.
 
A partir de los años 80, la Escuela fue ampliando el abanico de cursos y servicios para adaptarse a los nuevos tiempos, y aumentó notablemente el número de inscritos: de 1.425 estudiantes en el curso 1980-1981, a 3.220 en el curso 1990-1991. Con una mayor diversidad de horarios, una oferta más amplia de lenguas y unos cursos de características más específicas, la Escuela respondía a las necesidades de una universidad que experimentaba una internacionalización cada vez más importante —mediante, por ejemplo, los intercambios Erasmus—, además de las exigencias de unos nuevos planteamientos docentes con los créditos de libre elección. Al mismo tiempo, la Escuela inició otros servicios, como los cursos para el personal administrativo y otros colectivos, el Servicio de Asesoramiento Lingüístico y los Centros de Autoaprendizaje de Lenguas.