La Facultad de Biblioteconomía y Documentación celebra su centenario
La Generalitat de Cataluña y la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Barcelona presentan en el Palau Robert la exposición «BiblioTec. Cent anys dʼestudis i professió bibliotecària, 1915-2015» con motivo del centenario de la creación de la Escuela Superior de Bibliotecarias en 1915. La muestra da a conocer la evolución de esta institución de enseñanza, así como la transformación de una profesión que se ha adaptado a los tiempos y a las necesidades del mercado.
La Generalitat de Cataluña y la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Barcelona presentan en el Palau Robert la exposición «BiblioTec. Cent anys dʼestudis i professió bibliotecària, 1915-2015» con motivo del centenario de la creación de la Escuela Superior de Bibliotecarias en 1915. La muestra da a conocer la evolución de esta institución de enseñanza, así como la transformación de una profesión que se ha adaptado a los tiempos y a las necesidades del mercado.
Coincidiendo con el Año de las Bibliotecas y comisariada por las profesoras de la UB Mónica Baró y Teresa Mañà, la exposición se puede visitar del 17 de febrero al 10 de mayo de 2015, en la sala 4 de las cocheras del Palau Robert.
«BiblioTec. Cent anys dʼestudis i professió bibliotecària, 1915-2015» presenta un recorrido cronológico que arranca en 1915 —año en que se crean la Escuela Superior de Bibliotecarias y la Red de Bibliotecas Populares de la Mancomunidad— y llega hasta la actualidad.
Se muestra la proyección que tuvieron las bibliotecas populares y los estudios para bibliotecarias gracias al impulso de Eugeni d'Ors en los primeros años y, a partir de 1920, a la tarea de dirección de Jordi Rubió i Balaguer, que organizó unas bibliotecas modernas, «pensadas más para los lectores que para los libros».
El primer sistema de bibliotecas populares de la Península se consolidó durante la República, cuando Rubió fue director de la Escuela, de la Biblioteca de Cataluña y de la Red de Bibliotecas Populares. Durante la Guerra Civil también organizó el Servicio de Bibliotecas del Frente, en cuyo marco impulsó iniciativas como la creación de un bibliobús.
1940-1975: el trabajocallado
En la posguerra, la Escuela de Bibliotecarias sufrió una regresión total: depuración de profesorado, obligatoriedad del castellano y asignaturas de carácter humanístico en detrimento de las más técnicas. Los primeros cambios llegarían en 1974, con la aceptación de alumnado masculino, el cambio de nombre a Escuela de Bibliología y un plan de estudios más profesional. No obstante, durante los años oscuros del franquismo, las bibliotecas públicas mantuvieron el espíritu de servicio que las había caracterizado, preservaron los libros en catalán y, ya en los años 60, organizaron las primeras actividades de difusión de la cultura catalana.
Con la recuperación democrática, el mundo de las bibliotecas inicia una gran transformación para ponerse al día: incorpora nuevas disciplinas —como la documentación y la teledocumentación—, y se dota de un incipiente parque informático. En 1983, la Escuela consigue el rango universitario para sus estudios, y en 1999 se integra en la Universidad de Barcelona con el nombre de Facultad de Biblioteconomía y Documentación. Por su parte, las bibliotecas de todo tipo se multiplican y se modernizan. A partir de los años 90, comienzan a automatizarse y se crean las bibliotecas de los campus universitarios. En los últimos años los estudios han incorporado las últimas innovaciones tecnológicas para poder atender nuevas necesidades de información y formación de los usuarios.
Es posible encontrar más información en la web del Palau Robert.