El artista Miquel Fuster expone sus dibujos en la Facultad de Bellas Artes

Fuster durante el montaje de la exposición.
Fuster durante el montaje de la exposición.
Cultura
(29/04/2015)

Una exposición en la Facultad de Bellas Artes, organizada por Voluntariado UB con el apoyo de Arrels Fundación, rinde homenaje al artista Miquel Fuster, un dibujante que, por diversas circunstancias, se vio abocado a vivir en la calle durante quince años. La muestra se ha inaugurado hoy a las 16.30 h y se podrá visitar en la sala de exposiciones de Bellas Artes (Pau Gargallo, 4) hasta el 15 de mayo. Fuster ha explicado a los asistentes al acto su experiencia en la calle y ha agradecido la ayuda que recibió de Arrels para lograr salir adelante.

 

Fuster durante el montaje de la exposición.
Fuster durante el montaje de la exposición.
Cultura
29/04/2015

Una exposición en la Facultad de Bellas Artes, organizada por Voluntariado UB con el apoyo de Arrels Fundación, rinde homenaje al artista Miquel Fuster, un dibujante que, por diversas circunstancias, se vio abocado a vivir en la calle durante quince años. La muestra se ha inaugurado hoy a las 16.30 h y se podrá visitar en la sala de exposiciones de Bellas Artes (Pau Gargallo, 4) hasta el 15 de mayo. Fuster ha explicado a los asistentes al acto su experiencia en la calle y ha agradecido la ayuda que recibió de Arrels para lograr salir adelante.

 

La muestra incluye originales de la sus colaboraciones recientes con el diario 20 minutos y las copias de los rotativos, así como los originales de su obra 15 años en la calle y originales de los años sesenta y setenta, la época en que trabajaba para Selecciones Ilustradas. Como novedad, por primera vez muestra algunos de sus numerosos dibujos eróticos, una vertiente de su obra muy poco conocida. Además, se exponen fotografías que hizo durante todo el proceso de elaboración del álbum 15 años en la calle.

 

De la Escuela Massana a la editorial Bruguera

Miquel Fuster supo que quería dedicarse a dibujar cómics cuando apenas tenía doce años. De camino a la escuela pasaba por un quiosco y se quedaba boquiabierto con los tebeos. Un día envió un dibujo a un concurso que organizaba la revista Pumby y lo ganó. Lo galardonaron con veinticinco pesetas, suficientes para animarle a intentar cumplir su sueño. Le dijo al padre que quería ser dibujante y, con el apoyo de la familia, se matriculó en la Escuela Massana, de Barcelona. A los dieciséis años entró como aprendiz de la editorial Bruguera, y al cabo de un tiempo, se enteró de que habían abierto una agencia nueva, Selecciones Ilustradas, que necesitaba gente y pagaba muy bien. Allí trabajó, mayoritariamente, en encargos de editoriales extranjeras. A los dieciocho años tenía un sueldo de 20.000 pesetas mensuales, una fortuna en aquella época. El 22 de octubre de 1987, justo después de una ruptura sentimental, se le quemó la casa, y con el incendio se desvanecieron todas sus ilusiones. Pasó quince años en la calle, pero consiguió remontar la situación, y de eso hace ya diez años.

Para saber más sobre Miquel Fuster, es posible consultar
la entrevista que concedió a la Universidad de Barcelona.