Aguas más limpias en la costa catalana fruto de la mejora del tratamiento de las aguas residuales

Las praderas de posidonia son muy útiles para la vigilancia ambiental. Foto: Matteo Ciani
Las praderas de posidonia son muy útiles para la vigilancia ambiental. Foto: Matteo Ciani
Investigación
(09/06/2015)

Un estudio publicado en la revista Ecological Indicators y llevado a cabo por  científicos de la Universidad de Barcelona, el Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la UB (IRBio) y el Centro de Estudios Avanzados de Blanes del CSIC, con la colaboración de la Agencia Catalana del Agua, ha evidenciado el buen estado de las aguas litorales catalanas basándose en la buena evolución de las praderas de posidonia (Posidonia oceanica), que actúan como centinelas muy sensibles ante cualquier alteración de la calidad del agua. Buena parte de esta mejora se debe a la implantación y mejora de sistemas de saneamiento en Cataluña.

 

Las praderas de posidonia son muy útiles para la vigilancia ambiental. Foto: Matteo Ciani
Las praderas de posidonia son muy útiles para la vigilancia ambiental. Foto: Matteo Ciani
Investigación
09/06/2015

Un estudio publicado en la revista Ecological Indicators y llevado a cabo por  científicos de la Universidad de Barcelona, el Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la UB (IRBio) y el Centro de Estudios Avanzados de Blanes del CSIC, con la colaboración de la Agencia Catalana del Agua, ha evidenciado el buen estado de las aguas litorales catalanas basándose en la buena evolución de las praderas de posidonia (Posidonia oceanica), que actúan como centinelas muy sensibles ante cualquier alteración de la calidad del agua. Buena parte de esta mejora se debe a la implantación y mejora de sistemas de saneamiento en Cataluña.

 

Esta mejora de la calidad del agua se ha producido de forma generalizada en toda la costa; pero ha sido especialmente importante en las zonas más degradadas. Durante el periodo 2003-2010, se ha observado una mejora en varios parámetros fisiológicos y bioquímicos de las plantas que indican, no solo una clara disminución de la llegada de nutrientes y materia orgánica al mar, sino también un aumento de la transparencia del agua.

Los indicadores biológicos, como las praderas de posidonia, entre otros, son muy útiles para la vigilancia ambiental; porque permiten obtener una respuesta integrada a las alteraciones que sufre el ecosistema marino. Durante los últimos quince años, la estrecha colaboración de las universidades y los centros de investigación del CSIC con la Agencia Catalana del Agua ha permitido que la investigación catalana en bioindicadores de la calidad del agua sea, ahora mismo, líder en España y en Europa. Hasta el momento, los bioindicadores habían servido, sobre todo, para identificar situaciones de degradación. La detección de mejoras requiere indicadores muy sensibles, y el estudio realizado es pionero en este aspecto.

Desde 1990 hasta 2010, se han construido más de trescientas plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas en Cataluña y se han mejorado muchas de las que ya existían. Estas actuaciones han permitido reducir la llegada de materia orgánica y de nutrientes a las aguas marinas.

Los autores consideran que, teniendo en cuenta las inversiones que se destinan cada año a mejorar las aguas litorales, resulta básico disponer de un «termómetro» que permita evaluar la eficacia de estas actuaciones y que se convierta en una guía esencial para las políticas ambientales; por lo que hay que mantener el apoyo institucional y económico a programas de seguimiento como el que ha dado lugar a este estudio.