Un componente del veneno de abeja puede contribuir a mejorar los fármacos que tratan enfermedades del cerebro

La investigación abre la puerta al uso de venenos como nueva fuente de lanzaderas para atravesar la barrera hematoencefálica.
La investigación abre la puerta al uso de venenos como nueva fuente de lanzaderas para atravesar la barrera hematoencefálica.
Investigación
(16/01/2017)

Una molécula, concretamente un péptido diseñado a partir del veneno de abeja, puede convertirse en una aportación importante para incrementar la eficacia de los fármacos que tratan enfermedades del sistema nervioso central. La investigación de Benjamí Oller Salvia ha consistido en elaborar este «vehículo» o «lanzadera molecular» creado a partir de una neurotoxina capaz de atravesar la barrera hematoencefálica para transportar fármacos al cerebro.

La investigación abre la puerta al uso de venenos como nueva fuente de lanzaderas para atravesar la barrera hematoencefálica.
La investigación abre la puerta al uso de venenos como nueva fuente de lanzaderas para atravesar la barrera hematoencefálica.
Investigación
16/01/2017

Una molécula, concretamente un péptido diseñado a partir del veneno de abeja, puede convertirse en una aportación importante para incrementar la eficacia de los fármacos que tratan enfermedades del sistema nervioso central. La investigación de Benjamí Oller Salvia ha consistido en elaborar este «vehículo» o «lanzadera molecular» creado a partir de una neurotoxina capaz de atravesar la barrera hematoencefálica para transportar fármacos al cerebro.

El paso de sustancias de la sangre al cerebro está controlado de forma estricta por una barrera de células que tiene la misión de evitar la entrada de agentes externos e infecciones. Esta función protectora, sin embargo, es a la vez un escollo infranqueable para la gran mayoría de fármacos destinados a tratar enfermedades del sistema nervioso central, desde cánceres hasta varias enfermedades minoritarias. Existe toda una línea de investigación del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) dedicada a los péptidos lanzadera para atravesar esta barrera, en la que se enmarca la tesis doctoral del Dr. Oller Salvia, dirigida por el catedrático de la Facultad de Química de la UB Ernest Giralt y por la Dra. Meritxell Teixidó.

Benjamí Oller Salvia explica que su investigación, distinguida con el premio Ramon Margalef del Consejo Social, supone «el descubrimiento de una nueva lanzadera que, a diferencia de la mayoría que se había descrito previamente, es resistente a la degradación de las proteasas del suero y tiene la capacidad de dirigir compuestos al cerebro con una selectividad remarcable». Por otra parte, «abre la puerta al uso de venenos como nueva fuente de lanzaderas para atravesar la barrera hematoencefálica, dado que muchos de ellos contienen otros péptidos o moléculas resistentes a proteasas y que también afectan al sistema nervioso central», continúa.

Durante su investigación, Oller Salvia diseñó el péptido MiniAp-4 minimizando la apamina, una neurotoxina del veneno de abeja. MiniAp-4 es mucho menos tóxico e inmunógeno que la neurotoxina inicial y tiene mayor permeabilidad a través de la barrera hematoencefálica. El nuevo péptido ha demostrado ser capaz de transportar fármacos, incluyendo proteínas terapéuticas, y nanopartículas in vitro, en un modelo con células humanas que reproduce la barrera hematoencefálica, y también se ha probado in vivo en ratones.

Dadas sus potencialidades, el descubrimiento ya se ha patentado, pero el investigador explica que el hallazgo todavía está lejos de poder aplicarse a un fármaco. Actualmente, Oller Salvia está realizando una estancia posdoctoral en el Laboratorio de Biología Molecular del Consejo de Investigación Médica (MRC-LMB), en Cambridge, con el objetivo de proseguir su aportación al mundo de la biomedicina.