Creado el nuevo Centro Piloto de Monitoreo de la Biodiversidad de Montañas Mediterráneas

El nuevo centro está impulsado por la Universidad de Barcelona y la Diputación de Barcelona, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
El nuevo centro está impulsado por la Universidad de Barcelona y la Diputación de Barcelona, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Investigación
(22/02/2017)

Conocer los cambios de la biodiversidad a lo largo del tiempo en los ecosistemas mediterráneos y tener un diagnóstico del estado de la naturaleza de forma regular es el objetivo principal del nuevo Centro Piloto de Monitoreo de la Biodiversidad de Montañas Mediterráneas, que está dirigido por el profesor Joan Real, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio).

El nuevo centro está impulsado por la Universidad de Barcelona y la Diputación de Barcelona, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
El nuevo centro está impulsado por la Universidad de Barcelona y la Diputación de Barcelona, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Investigación
22/02/2017

Conocer los cambios de la biodiversidad a lo largo del tiempo en los ecosistemas mediterráneos y tener un diagnóstico del estado de la naturaleza de forma regular es el objetivo principal del nuevo Centro Piloto de Monitoreo de la Biodiversidad de Montañas Mediterráneas, que está dirigido por el profesor Joan Real, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio).

El nuevo centro, ubicado en el edificio La Mata, de Mura (Barcelona), en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i de lʼObac, es una de las iniciativas pioneras en el territorio catalán y en el Estado Español en el ámbito de estudio de la gestión y la conservación de la biodiversidad, y está cofinanciado por la Universidad de Barcelona, la Diputación de Barcelona y la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

 

Una estación para el seguimiento del estado de la biodiversidad

En un mundo en constante transformación, la sociedad dispone de indicadores que muestran regularmente el estado de la economía y la situación social, como el producto interior bruto, el mercado bursátil o la tasa de empleo. Estos indicadores, que permiten tener un diagnóstico anual del estado socioeconómico del entorno en el que vivimos, también deben permitir mejorar las políticas y, en definitiva, la realidad de la población.

Sin embargo, en el caso de la biodiversidad, nuestro país no tiene indicadores del estado de la naturaleza que nos rodea que nos permitan conocer la situación de los recursos naturales y los procesos de los que dependemos (en definitiva: el estado de salud del entorno en el que vivimos). Por este motivo, y teniendo como referencia otros países pioneros en este ámbito, se ha creado el Centro Piloto de Monitoreo de la Biodiversidad de Montañas Mediterráneas. Su objetivo es crear indicadores de la biodiversidad estableciendo protocolos de seguimiento que se implementarán en este parque natural como área piloto, y que podrán extrapolarse a otras áreas con ecosistemas mediterráneos coordinando a todas aquellas instituciones e investigadores interesados.

En un escenario marcado por el impacto del cambio global, es fundamental disponer de información a largo plazo sobre los elementos biológicos y ambientales en áreas concretas gracias a protocolos científicos y estandarizados. Todo ello constituye una herramienta esencial para comprender los cambios que se producen y poder hacer predicciones de lo que puede ocurrir en el futuro.

«Los proyectos de seguimiento e investigación en biodiversidad a largo plazo son una de las herramientas informativas más eficaces para monitorizar el cambio global  y, a la vez, lo que está sucediendo localmente», explica Joan Real, responsable científico del nuevo centro y director del Equipo de Biología de la Conservación, vinculado al Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales y al IRBio.

Aunque en otros ámbitos del conocimiento —por ejemplo, la meteorología— es más habitual disponer de estaciones científicas de control y seguimiento, en el caso concreto del estudio de la biodiversidad son pocas las infraestructuras y las instalaciones disponibles en nuestro país.

«Obtener información de especies, hábitats y procesos ecológicos a lo largo del tiempo, y de los factores de cambio implicados, es clave para establecer las políticas de gestión y conservación, tanto en los espacios protegidos como en el conjunto del territorio, y para realizar una gestión sostenible de los recursos naturales y una mejor planificación y gestión del territorio. Las áreas donde se realizan los seguimientos son como las estaciones meteorológicas de la biodiversidad», detalla Joan Real. «Además, todos los datos científicos obtenidos serán indicadores del estado de salud de los ecosistemas donde vivimos los humanos».

 

En busca de indicadores que son clave del cambio ambiental

En este contexto de nuevos retos ambientales, el proyecto de creación del Centro Piloto de Monitoreo de la Biodiversidad de Montañas Mediterráneas inició su camino en junio de 2016: en ese momento se realizó un inventario de la información de seguimientos de la biodiversidad en Cataluña, con el fin de elaborar los indicadores clave de cambio de la biodiversidad en ecosistemas mediterráneos.

«Los objetivos concretos del proyecto —explica Joan Real— se basan en la selección de una serie de indicadores clave y en la elaboración de protocolos estandarizados y aplicados de seguimiento de la biodiversidad, en cuanto a especies, hábitats, ecosistemas y procesos ecológicos, de acuerdo con los protocolos internacionales de actuación en este campo, y a la vez teniendo en cuenta los seguimientos que ya realizan diversas instituciones en Cataluña y colaborando con ellos».

En una primera fase, algunas áreas, fincas y parcelas del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i lʼObac serán el escenario para aplicar los protocolos estandarizados y las metodologías de seguimiento de los indicadores seleccionados. Los protocolos de trabajo, centrados inicialmente en el citado parque, también se podrán extender a los ecosistemas mediterráneos homólogos de otras áreas geográficas, y muy especialmente, a espacios protegidos como los que integran la Red Natura 2000.

En palabras del director del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i lʼObac, Àngel Miño, «tener información continua sobre el estado de la naturaleza nos ayudará a interpretar el pasado y prever el futuro». Según Miño, este conocimiento se presenta como fundamental para anticipar posibles cambios catastróficos y buscarles solución: «El ejemplo de los parques naturales como observatorios del medio se convierte en ideal para captar los cambios globales, ya que son ecosistemas naturales con influencia de la actividad humana de forma planificada y controlada, lo que les da mayor estabilidad de la que tiene el resto del territorio, por lo que es impensable un cambio drástico de sus usos».

El conjunto de los protocolos y de los seguimientos científicos que impulsará el nuevo centro piloto solo puede desplegarse desde un escenario de colaboración institucional que, con una perspectiva global, incluya las iniciativas actuales y las futuras, tanto en Cataluña como en otras regiones y ecosistemas. «La información resultante, por una parte, debe ser una herramienta clave en el marco de los cambios ambientales que sufren nuestros ecosistemas y, por otra, un nuevo elemento estratégico para la gestión sostenible de los recursos y la conservación», subraya Joan Real.

 

La colaboración internacional en el marco de los seguimientos a largo plazo

Los seguimientos de la biodiversidad a largo plazo para conocer el cambio global en los ecosistemas es una herramienta de larga tradición en otros países, basada en la creación de estaciones de seguimiento donde gestores e investigadores colaboran estrechamente. En este marco global, los investigadores del Equipo de Biología de la Conservación de la UB han establecido colaboraciones que han dotado de fundamentos sólidos a la iniciativa impulsada en Cataluña. Los tres centros principales en los el equipo se ha inspirado han sido el Experimento Mulligans Flat-Goorooyarroo Woodland de Australia, impulsado por el Gobierno australiano y la Universidad Nacional Australiana; el Estudio del Ecosistema de Hubbard Brook, de New Hampshire (Estados Unidos), y el Programa Comunitario de Monitoreo Ecológico (CEMP) de Canadá, entre otros. 

Una de las colaboraciones más destacadas se ha establecidose ha establecido con el equipo de Charles Krebs (Universidad de Columbia Británica, Canadá), prestigioso ecólogo y referente en la disciplina de la ecología de comunidades que desde 1973 ha impulsado el CEMP, uno de los monitoreos de la biodiversidad más antiguos y completos a nivel mundial, llevado a cabo en los bosques boreales de Kluane (Yukón, Canadá). La participación de los investigadores Joan Real y Antonio Hernández Matías (UB-IRBio) en este proyecto internacional tiene un doble objetivo: por una parte, adaptar indicadores y protocolos de seguimiento del proyecto CEMP para el Centro Piloto de Monitoreo de la Biodiversidad de Montañas Mediterráneas desarrollado en Cataluña, y por otra, iniciar un proyecto en Yukón para estudiar los cambios observados en las relaciones interespecíficas entre consumidores primarios y predadores (lince canadiense, por ejemplo) y evaluar si su origen es circunstancial o está relacionado con el cambio global.