Xavier Pons, decano de la Facultad de Derecho: «En momentos de crisis y de incertidumbre, la Universidad ha de influir en la sociedad»

«Un elemento importante de nuestra oferta académica son las titulaciones internacionales.»
«Un elemento importante de nuestra oferta académica son las titulaciones internacionales.»
Entrevistas
(21/07/2017)

El decano de la Facultad de Derecho, el catedrático de Derecho Internacional Público Xavier Pons, es experto en derecho internacional público, organizaciones internacionales, derecho comunitario europeo, salud humana y seguridad alimentaria. Ha actuado como consultor legal internacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y ha publicado diversas monografías, obras colectivas y numerosos artículos en revistas especializadas del ámbito del derecho internacional, particularmente sobre las Naciones Unidas y la Unión Europea. Dentro de la Universidad de Barcelona, ha ocupado los cargos de vicepresidente y presidente en funciones de la División de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales, y de secretario general, de 2005 a 2008. En esta entrevista describe su actuación al frente de la Facultad en un momento marcado por la construcción y puesta en marcha del nuevo edificio, que debe responder a las necesidades docentes y de investigación del centro.

«Un elemento importante de nuestra oferta académica son las titulaciones internacionales.»
«Un elemento importante de nuestra oferta académica son las titulaciones internacionales.»
Entrevistas
21/07/2017

El decano de la Facultad de Derecho, el catedrático de Derecho Internacional Público Xavier Pons, es experto en derecho internacional público, organizaciones internacionales, derecho comunitario europeo, salud humana y seguridad alimentaria. Ha actuado como consultor legal internacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y ha publicado diversas monografías, obras colectivas y numerosos artículos en revistas especializadas del ámbito del derecho internacional, particularmente sobre las Naciones Unidas y la Unión Europea. Dentro de la Universidad de Barcelona, ha ocupado los cargos de vicepresidente y presidente en funciones de la División de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales, y de secretario general, de 2005 a 2008. En esta entrevista describe su actuación al frente de la Facultad en un momento marcado por la construcción y puesta en marcha del nuevo edificio, que debe responder a las necesidades docentes y de investigación del centro.

 El año que viene comienza la actividad en el nuevo edificio de la Facultad de Derecho, de más de 16.000 metros cuadrados, que se añade a las instalaciones del centro y amplía sus potencialidades.


Este nuevo edificio responde a una demanda histórica de la Facultad: hace más de diecisiete años que estamos pendientes de este tema. Finalmente, si bien las circunstancias económicas actuales todavía son muy complejas, tenemos el nuevo edificio, que dará apoyo a la docencia de los cinco grados de la Facultad, con más de 7.000 estudiantes. Entre otras necesidades, se responde a la situación del grado de Relaciones Laborales, que históricamente se cursaba en la calle de Ortigosa, en unas condiciones absolutamente lamentables; después pasó a la calle de Còrsega, y desde hace cinco años está instalado en el campus de Diagonal Sud, pero fuera de la Facultad. Con el nuevo edificio, esta enseñanza se podrá impartir en el contexto de nuestro centro y generará sinergias positivas con el resto de enseñanzas.


En el nuevo edificio habrá un aula de simulaciones judiciales o sala de vistas y un aula de mediación, que permitirán a nuestros estudiantes hacer aún más actividades prácticas: harán de abogado, de fiscal, de juez; realizarán prácticas de mediación y de negociación de pleitos, simulaciones de negociaciones internacionales o políticas, que también pueden ser útiles para los estudiantes de Ciencias Políticas; o de negociaciones sociales, adecuadas para los estudiantes de Relaciones Laborales. Igualmente, los estudiantes de Derecho y de Criminología podrán hacer prácticas de interrogatorio o de atención a las víctimas de un delito, y un largo etcétera de nuevas posibilidades formativas. Todos ellos son elementos que creo que aportan un enorme valor añadido a la actividad docente que desarrollamos aquí, en la Facultad. El nuevo edificio, además del aulario, también tiene tres bloques destinados a seminarios y despachos de profesores. El edificio Ilerdense, donde estamos ahora los profesores, es un espacio no diseñado para despachos que resulta absolutamente inadecuado, y es una auténtica necesidad efectuar este traslado.


¿Qué expectativas abre el nuevo edificio?


Además de ser una necesidad, también lo vemos como una fabulosa ventana de oportunidades. Con el potencial que tendremos, creo que nos hemos de convertir en una especie de mascarón de proa del barco universitario. La Universidad no puede estar de espaldas a la sociedad. La Facultad de Derecho no puede estar de espaldas a los agentes sociales: los colegios de abogados, de procuradores, de notarios, los despachos profesionales, el sector privado empresarial, el tercer sector de entidades sociales o, en general, las administraciones públicas; es decir, todos los diversos agentes con los que irán a trabajar nuestros titulados. Estos agentes nos han de ver como una Facultad que imparte formación, que prepara a los mejores profesionales de nuestros ámbitos de especialización, que también prepara a personas comprometidas con la sociedad y los valores democráticos, y que lo hace interactuando con los agentes sociales.


Eso quiere decir que nuestro profesorado debe tener aún más proyección social. Una de nuestras apuestas es, precisamente, hacer que la investigación que desarrollamos se conozca cada vez más al otro lado de nuestras paredes. En unos momentos de crisis política, económica, territorial, en unos momentos de incertidumbre como los que vivimos actualmente, no podemos dar la espalda a esos problemas: la Universidad ha de influir en la sociedad. Y eso significa hacer investigación básica y aplicada, de carácter experimental, en el ámbito de la química, la física o la biología, claro que sí; pero sobre todo, en el sentido que quiero subrayar: investigar en la dimensión en que nosotros lo hacemos, en la dimensión social, jurídica y política, en la forma de organizar la sociedad, en la mejora de sus condiciones y de su articulación para hacerla más democrática, justa y equitativa.


¿Cómo caracterizaría la docencia en la Facultad?


En la Facultad impartimos cinco grados: Derecho, Relaciones Laborales, Criminología, Ciencias Políticas y de la Administración, y Gestión y Administración Pública. Y podríamos decir, incluso, que un sexto grado: el de Seguridad, que se cursa en el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña, pero que se dirige desde la Facultad. De estos grados, dos —Derecho, y Ciencias Políticas y de la Administración— tienen la acreditación de excelencia de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña (AQU): el primero obtuvo la excelencia en los seis ítems que evalúa la AQU, y el segundo es el único grado de esta temática calificado con excelencia en todo el sistema universitario catalán. Nuestro propósito es mantener estas acreditaciones de excelencia y conseguir que los otros grados, que también pasaron las acreditaciones con nota, puedan conseguir la marca de excelencia.


Es verdad que el grado eje de nuestra Facultad —porque es el histórico y el más importante en número de estudiantes— sigue siendo el de Derecho, pero queremos reforzar todos los demás grados, y un modo de hacerlo es con los itinerarios dobles. En este momento, tenemos dos itinerarios dobles entre grados de la Facultad (Derecho y Ciencias Políticas, y Derecho y Gestión y Administración Pública) y uno con Economía y Empresa (ADE y Derecho). En el curso 2018-2019 tendremos los itinerarios dobles de Derecho y Relaciones Laborales, y de Derecho y Criminología —ya aprobados por el Consejo de Gobierno—, que entendemos que responden a cierta demanda especialmente interesada.


Otro elemento importante de nuestra oferta académica son las titulaciones internacionales. En este momento, tenemos un programa de titulación doble con dos universidades estadounidenses. Esto permite que estudiantes nuestros, o estudiantes americanos, cursen el grado de Derecho y el máster de Abogacía en Barcelona y, al mismo tiempo, el equivalente juris doctor en las universidades americanas y, por tanto, puedan acceder después al ejercicio profesional tanto en España como en Estados Unidos. Estos programas los queremos ampliar ahora con otras universidades estadounidenses, tanto de Estados Unidos como de Canadá.


Por otra parte, estamos planteando un diseño global de los másteres oficiales, los másteres propios y los posgrados que ofrecemos en la Facultad. Si los másteres oficiales ya pasan los procesos de verificación, queremos que los másteres propios, que no pasan estos procesos, reúnan los mismos requisitos de calidad que si lo hicieran. En este sentido, estamos diseñando una oferta global de formación de posgrado que abarque todas las temáticas que tienen que ver con todas las enseñanzas de la Facultad.


Finalmente, quiero decir que en la Facultad se hace mucha investigación. Desde mi concepción, el profesorado universitario puede desarrollar una docencia de calidad e innovadora si también tiene detrás un bagaje importante de investigación; para mí, esas dos dimensiones tienden a ser inseparables.


¿Cómo es esa investigación en la Facultad?


La investigación en Derecho, en Ciencias Políticas, en Criminología, en estos ámbitos de las ciencias sociales es, a veces, difícil de entender, incluso para otros colegas de la misma Universidad. De hecho, el público general se imagina como investigación la que se hace desde las ciencias experimentales: un laboratorio, un nuevo descubrimiento, una nueva teoría física sobre el Universo, aplicaciones de las células madre, adaptaciones moleculares... Nosotros investigamos sobre la realidad jurídica, social y política de nuestras sociedades. Es decir, hacemos investigación sobre el contenido y el alcance de las normas jurídicas y sobre su aplicación judicial, sobre la situación y evolución de los sistemas políticos y constitucionales, sobre el funcionamiento jurídico y político del sistema internacional —y particularmente el europeo—, sobre la organización territorial del Estado, sobre el papel y la acción de los gobiernos locales, sobre la defensa jurídica de los derechos de los consumidores, sobre la respuesta del derecho ante los dilemas éticos que plantean los avances en las ciencias biomédicas, sobre la agenda y las políticas públicas en Cataluña, España, Europa y el mundo, sobre las acciones y avances en materia penal y criminológica, sobre los derechos sociales y laborales en periodos de crisis o, por poner un último ejemplo entre muchos otros: sobre las consecuencias de la reforma laboral. En este sentido, nuestro objeto de investigación es muy amplio y diverso y tenemos en la Facultad más de una quincena de grupos de investigación consolidados (GRC) reconocidos por la Generalitat de Cataluña.


En la Facultad hay un buen número de profesores y profesoras que forman parte de grupos de investigación y que tienen una altísima productividad científica, que en nuestros ámbitos se refleja en monografías, capítulos de libro y artículos de revista que muy a menudo, ciertamente, no están en el Journal Citation Reports (JCR). Algunos investigadores sí publican en estas revistas del JCR, pero en general, no. Atendiendo a las temáticas a las que nos dedicamos, publicamos más bien en revistas especializadas y con estándares de calidad equivalentes, pero de otros entornos, a los que nuestra generación de conocimiento es más transferible socialmente porque es más útil, tiene destinatarios y ofrece respuestas.


También hay que pensar que, en gran medida, cuando estamos investigando sobre unas normas o unas políticas públicas, lo que pretendemos es poner de manifiesto las tensiones sociales subyacentes, y contribuimos así a que la sociedad evolucione, progrese, cambie las normas, oriente de manera diferente las políticas públicas, o mejore el sistema sociojurídico y sus condiciones.


¿Qué líneas de actuación tienen en ese ámbito?


Estos últimos meses hemos hecho un mapeo de la investigación que se desarrolla en la Facultad. Creo que, en conjunto, si nos comparamos con otras facultades de Derecho de otras universidades de nuestro entorno, estamos muy bien posicionados en cuanto a la investigación. Pero siempre se puede mejorar. Nuestra idea es fomentar aún más —también con las instalaciones del nuevo edificio— la actividad de los distintos grupos, de los diferentes observatorios e institutos de investigación o de las diversas cátedras que tenemos (Cátedra UNESCO, Cátedra Jean Monnet, Cátedra Adecco); en definitiva, impulsar la actividad de las diferentes estructuras de investigación adscritas a la Facultad. Todo ello, si tiene más apoyo institucional, estoy convencido de que puede generar un efecto multiplicador que alimente nuevas potencialidades.


Creo que este efecto multiplicador es absolutamente capital. El futuro de nuestra Universidad, de nuestra Facultad, depende, en gran medida, de si se investigas y, por tanto, de si aportamos a la sociedad este elemento cualitativo diferencial que representa la Universidad entendida en mayúsculas, lo que nos permitirá también captar talento y nuevos jóvenes valores que puedan hacer carrera universitaria. Dado que en la Facultad —y en toda la Universidad de Barcelona— en quince años se jubila la mitad de la plantilla de personal docente e investigador, es evidente que tenemos que conseguir, necesariamente, que entre gente joven, con muchas ganas y con curiosidad intelectual, con empuje e ilusionada por el futuro de la Universidad. Y la gente joven puede entrar a base de proyectos de investigación pero, sobre todo, con unas políticas de profesorado que faciliten la captación, formación, retención, estabilización y promoción de talento.

 

Carregant vídeo...