El Instituto de Formación Continua de la UB y la Fundación Barça abren el debate sobre el acoso escolar y la necesidad de una acción coordinada para hacerle frente

Presentaron la jornada Maite Vilalta, vicerrectora de Igualdad y Acción Social de la Universidad de Barcelona, y Jordi Cardoner, vicepresidente del FC Barcelona y la Fundación Barça.
Presentaron la jornada Maite Vilalta, vicerrectora de Igualdad y Acción Social de la Universidad de Barcelona, y Jordi Cardoner, vicepresidente del FC Barcelona y la Fundación Barça.
Académico
(12/03/2018)

El Instituto de Formación Continua de la Universidad de Barcelona (IL3-UB), con la colaboración de la Fundación Barça, organizó el 7 de marzo la Jornada de Prevención e Intervención del Bullying y el Ciberbullying, el primer paso con que ambas entidades unen esfuerzos para dar respuesta a un problema acuciante en la sociedad actual. 

 

Presentaron la jornada Maite Vilalta, vicerrectora de Igualdad y Acción Social de la Universidad de Barcelona, y Jordi Cardoner, vicepresidente del FC Barcelona y la Fundación Barça.
Presentaron la jornada Maite Vilalta, vicerrectora de Igualdad y Acción Social de la Universidad de Barcelona, y Jordi Cardoner, vicepresidente del FC Barcelona y la Fundación Barça.
Académico
12/03/2018

El Instituto de Formación Continua de la Universidad de Barcelona (IL3-UB), con la colaboración de la Fundación Barça, organizó el 7 de marzo la Jornada de Prevención e Intervención del Bullying y el Ciberbullying, el primer paso con que ambas entidades unen esfuerzos para dar respuesta a un problema acuciante en la sociedad actual. 

 

Presentaron la jornada Maite Vilalta, vicerrectora de Igualdad y Acción Social de la Universidad de Barcelona, y Jordi Cardoner, vicepresidente del FC Barcelona y la Fundación Barça. Tras ello tuvo lugar una mesa redonda con la participación de destacadas expertas en acoso escolar. Ferran Barri, licenciado en Psicología y especializado en este y otros problemas de convivencia en el ámbito escolar, moderó el debate.

Tanto Maite Vilalta como Jordi Cardoner subrayaron el compromiso de sus entidades con la lucha contra este problema, que precisamente se enmarca en una de las líneas de actuación de la Fundación Barça: la acción preventiva y educativa a fin de combatir la exclusión social.

Por su parte, Vilalta afirmó que «la Universidad, como agente social, no puede mirar hacia otro lado». En ese sentido, la jornada tendrá continuidad en el curso Experto en Prevención e Intervención del Bullying y Ciberbullyng, que organiza el IL3-UB. Este programa, que se iniciará en abril, está pensado para ofrecer a los profesionales de ámbitos sensibles (docentes, psicólogos infantiles, educadores sociales...) las herramientas para prevenir y detectar la violencia escolar y activar los protocolos de actuación más aconsejados. «Ante la dimensión del problema, desde el IL3-UB se ha decidido poner al servicio de esta causa nuestro conocimiento, y así proporcionarle el mejor altavoz», apuntó Vilalta.

Dos de cada diez menores son víctimas de sus compañeros

Desde que en el año 2000 se realizó el primer estudio sobre acoso en el ámbito escolar, hasta hoy, el problema no ha dejado de crecer: según datos recabados en enero de 2018, dos de cada diez menores admiten haber sido víctimas de acoso escolar o ciberacoso en algún momento.

Como afirmó durante la mesa redonda Carme Panchón, profesora de Pedagogía de la Inadaptación Social en la Facultad de Educación de la UB, el acoso escolar es «un viejo problema» que ahora se ha multiplicado por una conjunción de factores. Uno de ellos han sido las nuevas tecnologías. Para Pilar Tintoré, presidenta de la Sección de Derecho de la Infancia y la Adolescencia del Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB), «las redes sociales provocan una sensación de impunidad y han aportado un espacio de confort fuera del control del adulto».

En opinión de M.ª José Bartrina, que coordina el Equipo Técnico de Menores del Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña, se debe trabajar en dos líneas: la formación en el uso de las herramientas digitales para padres y tutores, y la potenciación de las pautas morales. «Debe trabajarse la moralidad, el ser buenas personas. A menudo detectamos que las “mochilas familiares” que llevan estos niños, tanto víctimas como acosadores, no facilitan un entorno adecuado ni la atención y formación necesaria».

Al margen del espacio lectivo, las actividades extraescolares también son un posible escenario de acoso. Ester Morillas, coordinadora del Programa Bullying de la Fundación Barça, se refirió en concreto a la relación entre acoso y deporte extraescolar, aunque destacó que «el deporte es a la vez una herramienta para prevenir este tipo de actitudes, en tanto que dota a niños y jóvenes de habilidades sociales».


«Si no aportas soluciones, eres parte del problema»

Detección, acción y restauración son las tres fases de una actuación en la que todos los implicados deben sumar responsabilidades y esfuerzos. Y eso incluye al acosado, pero también al acosador o acosadores, los familiares, los profesores, los espectadores, la Administración… Las integrantes de la mesa coincidieron en recalcar esa corresponsabilidad: «Si no aportas soluciones, eres parte del problema». Asimismo, insistieron en la conveniencia de que todos los actores implicados compartan los mismos protocolos de actuación.

En cuanto a los procesos de detección, Teresa Cambra, inspectora de Educación del Consorcio de Educación de Barcelona, admitió que «se ha avanzado muchísimo», y que «gracias a la difusión mediática hay más atención de padres y tutores». No obstante, advirtió de que «seguimos teniendo carencias importantes en cómo compensamos a las víctimas: la restauración es una herramienta de primera magnitud que todavía no está resuelta».

El programa formativo del IL3-UB se plantea como un espacio de reflexión donde definir las mejores estrategias para hacer frente a estas situaciones de violencia y abordar la obligación común de proteger los derechos de los menores. Como afirmó Carme Panchón al cierre de la mesa, los distintos agentes deben coincidir en la respuesta al acoso escolar: «Si separamos formación, acción e investigación-reflexión, no avanzaremos».