Economía y Empresa: el rendimiento de innovar en docencia

En cada sesión hay que analizar las opiniones de los otros miembros del grupo y consensuar unas respuestas comunes.
En cada sesión hay que analizar las opiniones de los otros miembros del grupo y consensuar unas respuestas comunes.
Académico
(15/03/2018)

Empezar la clase haciendo un examen, continuarla debatiendo en pequeños grupos cuáles son las respuestas correctas, poner en común las soluciones con el resto de los alumnos y, al final, escuchar unas breves aclaraciones del docente. Esta es la rutina semanal en nueve grupos de clase de la Facultad de Economía y Empresa que siguen un nuevo proyecto de innovación docente. Esta metodología, que reduce la clase tradicional a una corta explicación al final de la sesión, está dando unos excelentes resultados de rendimiento académico. Y lo ha hecho en clases formadas íntegramente por estudiantes repetidores en las que tradicionalmente las calificaciones han sido especialmente bajas. En vista de los resultados obtenidos, ahora la nueva metodología se ha extendido también a grupos de clase ordinarios de diversas materias de la Facultad.

En cada sesión hay que analizar las opiniones de los otros miembros del grupo y consensuar unas respuestas comunes.
En cada sesión hay que analizar las opiniones de los otros miembros del grupo y consensuar unas respuestas comunes.
Académico
15/03/2018

Empezar la clase haciendo un examen, continuarla debatiendo en pequeños grupos cuáles son las respuestas correctas, poner en común las soluciones con el resto de los alumnos y, al final, escuchar unas breves aclaraciones del docente. Esta es la rutina semanal en nueve grupos de clase de la Facultad de Economía y Empresa que siguen un nuevo proyecto de innovación docente. Esta metodología, que reduce la clase tradicional a una corta explicación al final de la sesión, está dando unos excelentes resultados de rendimiento académico. Y lo ha hecho en clases formadas íntegramente por estudiantes repetidores en las que tradicionalmente las calificaciones han sido especialmente bajas. En vista de los resultados obtenidos, ahora la nueva metodología se ha extendido también a grupos de clase ordinarios de diversas materias de la Facultad.

 «Disfrutas del rato en que haces clase», explican las profesoras Mònica Serrano y Glòria Rubert, para quienes el nuevo método hace que los alumnos mantengan la atención y participen. La iniciativa comenzó por la necesidad de encontrar una solución al bajo rendimiento y la escasa asistencia de los llamados grupos de intensificación de estudios (GIE) de la Facultad de Economía y Empresa, formados íntegramente por estudiantes repetidores de asignaturas con fama de «difíciles», como por ejemplo la de Microeconomía.
Ante esta situación se decidió innovar en la forma de impartir docencia. El resultado se puede traducir en números. Si con el método tradicional el porcentaje de estudiantes GIE que aprobaban la asignatura era de un 46,9 %, con el nuevo sistema la cifra ha aumentado hasta el 68,1 %, según datos de los cursos 2013-14 y 2014-15. Se ha alcanzado incluso un rendimiento similar al de los grupos estándar. Las docentes subrayan que los estudiantes GIE del nuevo método deben hacer el mismo examen final que los grupos ordinarios (una prueba que supone el 60 % de la calificación de la asignatura) y que solo cambia la forma de puntuar el 40 % de la evaluación: en el sistema tradicional, ese porcentaje de la nota se basa fundamentalmente en dos exámenes parciales, mientras que en el nuevo sistema se calcula a través de las distintas pruebas de evaluación continua que se realizan semanalmente en clase.


El único aspecto que los estudiantes critican es que el nuevo sistema les supone mayor cantidad de trabajo, lo que también sucede en el caso de los docentes. Cada semana hay que incluir material en el campus virtual para que los alumnos se preparen las clases, cada semana hay que estudiar y también cada semana hay que corregir los tests. Pero según las docentes, los aspectos positivos compensan este esfuerzo: «Los alumnos no solo adquieren conocimientos, sino que también desarrollan capacidad crítica y de trabajar en equipo; en cada sesión hay que analizar las opiniones de los otros miembros del grupo y consensuar unas respuestas comunes». En este curso 2017-2018, el nuevo método se está aplicando a ocho grupos estándar y un grupo GIE.


A raíz de esta experiencia, los docentes que han participado en la iniciativa se han constituido como Grupo de Innovación Docente de la UB en Técnicas de Aprendizaje Activo y Vivencial en Economía (TAAVE). En la ficha de su grupo han sistematizado la labor que realizan, que responde a tres líneas de innovación docentes: aprendizaje basado en equipos, aula invertida, y tests frecuentes. Además, cabe decir que el proyecto se enmarca dentro de la idea de responsabilidad social de la universidad, que promueve desarrollar una docencia inclusiva que llegue a todos los estudiantes.


La experiencia de innovación ha llevado a estas docentes de Economía y Empresa a publicar un artículo en la revista Innovations in Educacion and Teaching International, dedicada a la investigación, la innovación y las buenas prácticas en la educación superior. Como los otros grupos de innovación docente de la UB, un centenar en total, tienen el apoyo del Programa de investigación, innovación y mejora de la docencia y el aprendizaje (RIMDA), que supone ayudas y asesoramiento en innovación docente. Además, algunas docentes del TAAVE participan en un proyecto piloto del RIMDA en el campus de Bellvitge. En él asesoran a docentes que quieren aplicar, en una realidad diferente como es la de las enseñanzas de ciencias de la salud, las mismas líneas de innovación desarrolladas en Economía y Empresa.