Objetivo: restaurar la vegetación de ribera para mejorar el estado ecológico de los ríos

Recuperar la vegetación que crece en la ribera de los ríos ayuda a mejorar el estado ecológico de todo el ecosistema fluvial. Foto: río Segura, Víctor Zapata
Recuperar la vegetación que crece en la ribera de los ríos ayuda a mejorar el estado ecológico de todo el ecosistema fluvial. Foto: río Segura, Víctor Zapata
Investigación
(30/05/2018)

Recuperar la vegetación que crece en la ribera de los ríos ayuda a mejorar el estado ecológico de todo el ecosistema fluvial, según un artículo publicado en la revista Water Research en el que participa el investigador Cayetano Gutiérrez Cánovas, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la UB. El nuevo trabajo, dirigido por el profesor Christian Feld (Universidad de Duisburg-Essen, Alemania), constata cómo se puede devolver la salud medioambiental a los ríos degradados restaurando la vegetación de ribera —o riparia— como componente esencial del territorio fluvial.

Recuperar la vegetación que crece en la ribera de los ríos ayuda a mejorar el estado ecológico de todo el ecosistema fluvial. Foto: río Segura, Víctor Zapata
Recuperar la vegetación que crece en la ribera de los ríos ayuda a mejorar el estado ecológico de todo el ecosistema fluvial. Foto: río Segura, Víctor Zapata
Investigación
30/05/2018

Recuperar la vegetación que crece en la ribera de los ríos ayuda a mejorar el estado ecológico de todo el ecosistema fluvial, según un artículo publicado en la revista Water Research en el que participa el investigador Cayetano Gutiérrez Cánovas, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la UB. El nuevo trabajo, dirigido por el profesor Christian Feld (Universidad de Duisburg-Essen, Alemania), constata cómo se puede devolver la salud medioambiental a los ríos degradados restaurando la vegetación de ribera —o riparia— como componente esencial del territorio fluvial.

 

Las plantas que mejoran la salud de los ríos

 

Los ríos son elementos que han acompañado el progreso de todas las civilizaciones. Desde una perspectiva sistémica, aportan una serie de servicios —agua potable, alimentos, materias primas, actividades de ocio, etc.— que benefician a toda la sociedad.  Sin embargo, el estado ecológico de los ríos está cada vez más amenazado por el impacto de la extracción excesiva de aguas, la contaminación o la alteración de los cauces (presas, canales, etc.).

 

En el medio natural, las formaciones riparias son auténticos corredores naturales que preservan la biodiversidad y la riqueza paisajística del entorno fluvial. Tal como explica Cayetano Gutiérrez, miembro del Grupo de Investigación Freshwater Ecology, Hydrology and Management (FEHM) de la UB, «recuperar la vegetación riparia comporta claros beneficios: por ejemplo, una mayor cantidad de alimento disponible para los organismos acuáticos en el río (hojarasca, etc.) y más diversidad de hábitats por el aporte de ramas y troncos que pueden crear presas naturales en el cauce».

 

«Las temperaturas se reducen por la sombra de la cobertura vegetal proyectada sobre el río y eso ayuda a frenar los efectos negativos del cambio climático. Además, estos efectos positivos se acentúan a medida que nos desplazamos río arriba, en especial, si consideramos las cabeceras de los ríos, donde los cauces son pequeños».


¿Cómo podemos restaurar los ríos de forma eficaz?

 

Proteger la salud medioambiental de ríos y cuencas fluviales en Europa es una de las premisas de la Directiva marco del agua impulsada por la Unión Europea. En este escenario, recuperar la vegetación riparia ha sido una de las estrategias más frecuentes para frenar el impacto de la agricultura o la ganadería sobre los sistemas fluviales. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, los resultados no siempre son los deseados y resulta necesario averiguar qué factores son los que garantizan el éxito de una restauración.

 

 

«La agricultura y la ganadería son actividades económicas fundamentales para nuestra sociedad, pero tienen un gran impacto ambiental sobre los ríos. Por ello, tenemos que buscar formas de mitigar o neutralizar estos efectos indeseados», destaca Gutiérrez Cánovas, que es investigador del programa Juan de la Cierva en el Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB.

 
Vegetación de ribera: biodiversidad, paisaje y hábitat natural


Frente a esta problemática medioambiental, restaurar la vegetación de ribera es una opción relativamente barata y sencilla, «pero debemos tener claro en qué condiciones es eficaz», matiza el experto. «Los efectos de la repoblación de la vegetación de ribera pueden ser muy variables a la hora de frenar los efectos de la contaminación causada por concentraciones altas de nutrientes o sedimentos».


Según los autores, en cuencas muy degradadas por el impacto de fertilizantes, pesticidas u otros contaminantes, este tipo de intervención es poco efectiva por sí sola. En esos casos, sería necesario desarrollar medidas adicionales a una escala mayor (reducir la superficie agrícola, implementar agricultura de bajo impacto, etc.).
«La restauración riparia no lo soluciona todo. Todavía hay un largo camino por recorrer para devolver la salud a los ríos degradados, pero ahora ya sabemos qué podemos esperar de una restauración riparia y en qué casos podemos obtener resultados más exitosos», concluye Cayetano Gutiérrez-Cánovas.


El nuevo estudio se ha desarrollado en el marco de una colaboración internacional dentro del proyecto europeo Managing aquatic ecosystems and water resources under multiple stress (MARS), que ha sido coordinada por un equipo en el que también participa Cayetano Gutiérrez Cánovas (UB-IRBio-FEHM).