La colaboración entre historiadores, matemáticos, informáticos y físicos permite reconstruir las rutas del antiguo imperio romano

De izquierda a derecha: Iza Romanwska, del Barcelona Supercomputing Centre, el catedrático José Remesal, y Bernardo Rondelli de la consultora SIRIS, durante la rueda de prensa para presentar la investigación.
De izquierda a derecha: Iza Romanwska, del Barcelona Supercomputing Centre, el catedrático José Remesal, y Bernardo Rondelli de la consultora SIRIS, durante la rueda de prensa para presentar la investigación.
Investigación
(13/06/2018)

El trabajo conjunto de historiadores, matemáticos, informáticos y físicos expertos en redes complejas, sumado al uso de simulaciones informáticas, ha permitido reconstruir cómo era el comercio del antiguo imperio romano. La investigación se ha llevado a cabo en el marco del proyecto europeo «Production and distribution of food during the Roman Empire: economic and political dynamic» (EPNet), que lidera el catedrático de la UB José Remesal y que recibió una de las prestigiosas Advanced Grants del Consejo Europeo de Investigación (ERC). En contraposición a las teorías que priorizaban la importancia del valle del Ródano como vía comercial, el estudio ha mostrado que el comercio a escala continental entre las distintas provincias romanas creaba flujos importantes, y que el Atlántico era la ruta principal para transportar el aceite, las conservas de pescado y el vino producidos en la península ibérica (provincias Bética y Tarraconense) hasta el norte de Europa. Estas y otras conclusiones se publican ahora en la revista Journal of Archaeological Science.

De izquierda a derecha: Iza Romanwska, del Barcelona Supercomputing Centre, el catedrático José Remesal, y Bernardo Rondelli de la consultora SIRIS, durante la rueda de prensa para presentar la investigación.
De izquierda a derecha: Iza Romanwska, del Barcelona Supercomputing Centre, el catedrático José Remesal, y Bernardo Rondelli de la consultora SIRIS, durante la rueda de prensa para presentar la investigación.
Investigación
13/06/2018

El trabajo conjunto de historiadores, matemáticos, informáticos y físicos expertos en redes complejas, sumado al uso de simulaciones informáticas, ha permitido reconstruir cómo era el comercio del antiguo imperio romano. La investigación se ha llevado a cabo en el marco del proyecto europeo «Production and distribution of food during the Roman Empire: economic and political dynamic» (EPNet), que lidera el catedrático de la UB José Remesal y que recibió una de las prestigiosas Advanced Grants del Consejo Europeo de Investigación (ERC). En contraposición a las teorías que priorizaban la importancia del valle del Ródano como vía comercial, el estudio ha mostrado que el comercio a escala continental entre las distintas provincias romanas creaba flujos importantes, y que el Atlántico era la ruta principal para transportar el aceite, las conservas de pescado y el vino producidos en la península ibérica (provincias Bética y Tarraconense) hasta el norte de Europa. Estas y otras conclusiones se publican ahora en la revista Journal of Archaeological Science.

Para llevar a cabo la investigación se ha usado la base de datos del Centro para el Estudio de la Interdependencia Provincial en la Antigüedad Clásica (CEIPAC) de la UB. En esta base de datos se reúnen 43.000 registros arqueológicos, concretamente de restos de ánforas. Estos recipientes se pueden considerar el mejor indicador para estudiar el comercio de alimentos en la antigua Roma. Estaban presentes en todo el imperio y llevaban grabados unos sellos con información precisa sobre el lugar de procedencia y otras características de los productos: serían la versión en la Antigüedad de las etiquetas que encontramos actualmente en la comida que compramos. La investigación que ahora se publica analiza esta inmensa base de datos de epigrafía anfórica con métodos propios de la física y la informática para contrastar las diferentes teorías sobre el comercio en la Antigüedad. Así, además del CEIPAC, los demás socios del proyecto EPNet son el grupo de investigación de la UB PhysComp, coordinado por Albert Díaz Guilera, que se dedica al estudio de redes complejas desde la perspectiva de la física estadística; el Barcelona Supercomputing Centre (Xavier Rubio e Iza Romanowska), y la consultora SIRIS Academic, especializada en modelos semánticos y gestión del conocimiento (Bernardo Rondelli).

En el artículo publicado se concluye, por ejemplo, que la distribución por provincias tenía un papel relevante en el comercio de los alimentos, o que las provincias cercanas geográficamente muestran coincidencias (ánforas con los mismos sellos de procedencia), seguramente porque compartían las mismas rutas comerciales. Igualmente, se observa que las provincias con importantes destacamentos militares también presentan similitudes entre ellas, lo que indica que unidades del ejército separadas por miles de kilómetros se abastecían con el mismo sistema de proveedores.

 
En los resultados se observan similitudes, con respecto a la epigrafía anfórica, entre las provincias del valle del Rin (Recia, Germania Superior y Germania Inferior) y las zonas de Britania y Bélgica. En cambio, no existe esta similitud con las provincias de la Galia. Esta diferencia hace pensar que los productos procedentes de la península ibérica no llegaban al norte de Europa a través del Ródano, atravesando la Galia, como algunas hipótesis defendían, sino que las ánforas se transportaban a través del Atlántico.

«Lo más relevante de nuestro proyecto es que hemos vinculado diferentes disciplinas de modo que las hipótesis sean falsables», explica José Remesal. El artículo publicado en Journal of Archaeological Science señala que el método aplicado ha permitido superar la complejidad y las distorsiones propias de una información fragmentada como son los restos arqueológicos. Si bien este tipo de análisis cuantitativo y las simulaciones informáticas se han usado más para estudiar otras etapas anteriores (básicamente, para analizar las sociedades prehistóricas), el artículo apunta las posibilidades que se abren para conocer mejor la Roma clásica, creadora de la primera red comercial europea compleja. Por ejemplo, se menciona la posibilidad de aplicar el nuevo método a otros productos y a recipientes distintos de las ánforas.

Una apuesta de futuro: Roman Open Data

Los investigadores de EPNet han hecho un nuevo avance en este sentido con la creación de Roman Open Data, un conjunto de bases de datos de modelo ontológico, propio de los últimos adelantos en informática, que facilita la comunicación entre distintos sistemas de información mediante un exhaustivo esquema conceptual. Concretamente, Roman Open Data puede llegar a acoger hasta una cuarentena de bases de datos sobre historia antigua. Actualmente, se encuentran en ella la base de datos del CEIPAC, la de la Universidad de Heidelberg sobre
personajes históricos y la de la Universidad de Southampton sobre formas de ánforas.
 
Por el momento, Roman Open Data contiene 43.000 documentos con un total de un millón de datos. Se ha pedido una nueva ayuda europea para continuar desarrollando esta base de datos con el objetivo de que historiadores y arqueólogos dispongan de un rico patrimonio de información existente en toda Europa, con un conjunto de recursos informáticos que faciliten y potencien nuevas investigacions.

Xavier Rubio-Campillo, Jean-Marc Montanier, Guillem Rull, Juan Manuel Bermúdez Lorenzo, Juan Moros Díaz, Jordi Pérez González, José Remesal Rodríguez «The ecology of Roman trade. Reconstructing provincial connectivity with similarity measures», Journal of Archaeological Science, abril de 2018, https://doi.org/10.1016/j.jas.2018.02.010