Descubierto en Castelldefels el esqueleto de una especie extinguida de rinoceronte de hace 160.000 años

El hallazgo ha tenido lugar precisamente en la llamada cueva del Rinoceront, un yacimiento donde en 2015 ya se habían encontrado dos esqueletos de esta especie.
El hallazgo ha tenido lugar precisamente en la llamada cueva del Rinoceront, un yacimiento donde en 2015 ya se habían encontrado dos esqueletos de esta especie.
Investigación
(17/07/2018)

Expertos del Grupo de Investigación del Cuaternario (GRQ-SERP) de la UB han descubierto en Castelldefels un esqueleto de rinoceronte de unos 160.000 años de antigüedad, perteneciente a una especie ya extinguida (Stephanorhinus hundsheimensis) que sería similar a los actuales rinocerontes negros africanos. El hallazgo ha tenido lugar precisamente en la llamada cueva del Rinoceront, un yacimiento donde en 2015 ya se habían encontrado dos esqueletos de esta especie.

El hallazgo ha tenido lugar precisamente en la llamada cueva del Rinoceront, un yacimiento donde en 2015 ya se habían encontrado dos esqueletos de esta especie.
El hallazgo ha tenido lugar precisamente en la llamada cueva del Rinoceront, un yacimiento donde en 2015 ya se habían encontrado dos esqueletos de esta especie.
Investigación
17/07/2018

Expertos del Grupo de Investigación del Cuaternario (GRQ-SERP) de la UB han descubierto en Castelldefels un esqueleto de rinoceronte de unos 160.000 años de antigüedad, perteneciente a una especie ya extinguida (Stephanorhinus hundsheimensis) que sería similar a los actuales rinocerontes negros africanos. El hallazgo ha tenido lugar precisamente en la llamada cueva del Rinoceront, un yacimiento donde en 2015 ya se habían encontrado dos esqueletos de esta especie.

Los restos incluyen las dos extremidades anteriores del animal, las costillas, parte de la columna vertebral y el cráneo con las dos mandíbulas. Los investigadores suponen que el animal probablemente cayó de forma accidental en la cueva del Rinoceront, donde murió al quedar atrapado. Sus dientes indicarían que era un ejemplar joven, de unos siete años de edad, ya que todavía presenta parte de la dentición de leche. El esqueleto muestra que estaba adaptado a la carrera y que vivía en espacios abiertos.

La cueva del Rinoceront es un yacimiento arqueológico con una larga secuencia cronológica que comprende desde los 200.000 hasta los 80.000 años de antigüedad. En la cuenca mediterránea son muy escasos los yacimientos de este periodo con una secuencia estratigráfica tan completa. En el yacimiento hay una gran cantidad de restos de fauna en un estado de conservación excelente. En el año 2012 se descubrió el esqueleto de una cría de elefante, y en 2015 dos esqueletos de rinocerontes jóvenes. Al parecer, esta cueva del Garraf funcionó como una trampa natural para muchas especies de fauna, especialmente para los animales más jóvenes e inexpertos, que caían dentro. En este yacimiento también se han recuperado varios restos líticos.

Actualmente, la cavidad se encuentra seccionada verticalmente debido al último frente de explotación de la cantera de Ca n'Aymerich de Castelldefels. La extracción de piedra caliza ha desfigurado enormemente el relieve original y ha destruido la mayor parte de la cueva del Rinoceront, así como la entrada originaria. Por este motivo, actualmente se accede a la cavidad por un andamio que permite desarrollar los trabajos arqueológicos.

Los restos se extraerán de la cueva este verano y posteriormente serán estudiados por los investigadores. El Ayuntamiento de Castelldefels prevé la organización en el municipio de una exposición sobre el yacimiento de la cueva del Rinoceront, en la que se puedan ver parte de los esqueletos encontrados durante las excavaciones arqueológicas.

Las excavaciones forman parte del proyecto «Los cambios climáticos durante el Pleistoceno superior en la costa central catalana y el impacto en las poblaciones neandertales y en humanos anatómicamente modernos», que se lleva a cabo desde el Grupo de Investigación del Cuaternario (GRQ-SERP) de la Universidad de Barcelona, encabezado por los investigadores Joan Daura (Universidad de Barcelona) y Montserrat Sanz (Universidad Complutense de Madrid). Las excavaciones están financiadas por el Ayuntamiento de Castelldefels y el Servicio de Arqueología y Paleontología de la Generalitat de Cataluña.