La profesora Rocío Da Riva estudia un relieve de época neobabilónica a 120 metros de altura en un yacimiento de Jordania
Un equipo formado por arqueólogos y escaladores de élite españoles, jordanos y alemanes, dirigido por la profesora de la UB Rocío Da Riva, ha estudiado durante una campaña en el yacimiento de Sela, en Jordania, un relieve del rey babilonio Nabonido (s. VI aC) situado en un promontorio a 120 metros de altura. El objetivo es examinar mejor el yacimiento, conocido popularmente como la pequeña Petra por su parecido con este famoso enclave arqueológico. La dificultad del acceso al relieve, situado en una pared vertical de más de noventa metros de altura, ha hecho necesarias técnicas complejas de descenso en rápel.
Un equipo formado por arqueólogos y escaladores de élite españoles, jordanos y alemanes, dirigido por la profesora de la UB Rocío Da Riva, ha estudiado durante una campaña en el yacimiento de Sela, en Jordania, un relieve del rey babilonio Nabonido (s. VI aC) situado en un promontorio a 120 metros de altura. El objetivo es examinar mejor el yacimiento, conocido popularmente como la pequeña Petra por su parecido con este famoso enclave arqueológico. La dificultad del acceso al relieve, situado en una pared vertical de más de noventa metros de altura, ha hecho necesarias técnicas complejas de descenso en rápel.
El yacimiento de Sela (as-Sila), situado en el sur de Jordania, contiene restos principalmente del 500 aC hasta el año cero, es decir, desde el reinado de los últimos reyes babilónicos hasta la época romana, aunque también contiene importantes niveles arqueológicos de los períodos mameluco y otomano. Situada en la región histórica de Edom, Sela ha sido identificada como el escenario donde la Biblia sitúa varias batallas protagonizadas por los monarcas de Judá, el reino creado a partir de la muerte de Salomón. Posteriormente, Edom, y concretamente Sela, fueron conquistados por el rey babilonio Nabonido (556-539 aC) en una campaña desde Babilonia hasta Arabia.
A raíz de la conquista, Nabonido hizo esculpir un impresionante relieve en la roca del promontorio donde se erigía la antigua población de Sela. El relieve, de unos seis metros cuadrados de extensión, tiene en la parte izquierda una figura humana —el monarca babilonio Nabonido— con los tres símbolos divinos de la luna, la estrella y el sol ante él. A la derecha de esta figura se muestran los fragmentos de una inscripción en escritura cuneiforme, concretamente en lenguaje acadio neobabilonio, de la que se conservan unas treinta líneas y solo la primera es totalmente legible. Durante la campaña, se ha aplicado tecnología fotográfica y fotogramétrica para mejorar el estudio del relieve, así como para intentar entender las técnicas usadas para esculpirlo. La presencia en diferentes lugares de la pared de la montaña de un conjunto de perforaciones apunta al uso de una estructura ligera para realizar el monumento, muy probablemente un andamio de madera, con refuerzos en la roca.
La profesora Rocío Da Riva, que lleva a cabo la campaña en Jordania con financiación del premio ICREA Academia, del Ministerio de Educación y de una subvención de la Fundación Palarq (además del apoyo del Departamento de Antigüedades de Jordania y de la UB), explica que los fragmentos conservados del relieve se refieren a las campañas militares de Nabonido en la zona. Este relieve muestra la importancia del yacimiento en la época estudiada y lo convierte en un lugar clave para comprender las dinámicas de expansión de los reyes babilónicos a mediados del primer milenio antes de Cristo, así como la actividad comercial en la zona. Además, cabe decir que en la región de Transjordania, donde se ubica el yacimiento, son escasos los documentos textuales de escritura cuneiforme, en comparación con la vecina región de Israel.
El yacimiento de Sela es espectacular, con los restos de una puerta monumental en la entrada y una gran torre. También se encuentran tumbas, estructuras con una posible función religiosa, casas con restos de colores y estucos, etc. Sin embargo, hasta hace poco no se han llevado a cabo estudios arqueológicos sistemáticos en Sela. La primera visita arqueológica al yacimiento data de 1937, pero el interés de los estudiosos por Petra probablemente ha ido en detrimento del conocimiento de Sela.