El cambio climático incentiva una vegetación más robusta en la tundra

Tundra arbustiva en Abisko, Suecia. Foto: Alba Anadon Rosell.
Tundra arbustiva en Abisko, Suecia. Foto: Alba Anadon Rosell.
Investigación
(08/11/2018)

Un estudio publicado en la revista Nature analiza los cambios en la estructura de la vegetación de la tundra y constata un aumento global en la altura de las plantas típicas de dicho ecosistema durante las tres últimas décadas. En el trabajo, liderado por científicos del Centro de Biodiversidad y de Investigación del Clima de Senckenberg (Alemania) y de la Universidad de Edimburgo, han colaborado cerca de 130 investigadores, entre ellos Josep Maria Ninot y Alba Anadon Rosell, del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) y del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Barcelona.

Tundra arbustiva en Abisko, Suecia. Foto: Alba Anadon Rosell.
Tundra arbustiva en Abisko, Suecia. Foto: Alba Anadon Rosell.
Investigación
08/11/2018

Un estudio publicado en la revista Nature analiza los cambios en la estructura de la vegetación de la tundra y constata un aumento global en la altura de las plantas típicas de dicho ecosistema durante las tres últimas décadas. En el trabajo, liderado por científicos del Centro de Biodiversidad y de Investigación del Clima de Senckenberg (Alemania) y de la Universidad de Edimburgo, han colaborado cerca de 130 investigadores, entre ellos Josep Maria Ninot y Alba Anadon Rosell, del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) y del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Barcelona.

La investigación se basa en el conjunto de datos más exhaustivo almacenado hasta el momento sobre plantas de la tundra, que recopila información de casi 120 localidades, en su mayoría de las regiones árticas pero también de montañas alpinas, como los Alpes y los Pirineos. La base de datos correspondiente, Tundra Trait Team,  es fruto de una iniciativa colaborativa abierta a otros estudios.

En el trabajo se analiza la vegetación según cinco rasgos funcionales —como son la altura de las plantas o la concentración de nitrógeno de las hojas— de unas 450 especies de tundra, lo que resulta en más de 56.000 registros. La variación en estos rasgos se observa tanto en la repetición de su medida en una misma localidad después de treinta años, como comparando observaciones de la misma especie a lo largo de un gradiente de temperaturas en el espacio.

Más información aquí.