Descubiertos en la cueva Bonica de Vallirana los restos de siete individuos pertenecientes a los primeros agricultores y ganaderos del Neolítico

El estudio pone al descubierto más de trescientos restos humanos de unos 7.400 años de antigüedad.
El estudio pone al descubierto más de trescientos restos humanos de unos 7.400 años de antigüedad.
Investigación
(15/11/2018)

Un estudio publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports pone al descubierto más de trescientos restos humanos de unos 7.400 años de antigüedad encontrados en el yacimiento de la cueva Bonica de Vallirana (Barcelona). Los restos corresponden al menos a siete personas entre las que habría un individuo adulto, mientras que los demás serían niños y jóvenes de entre trece y tres años de edad. Se trata de uno de los pocos conjuntos de restos de la península ibérica que pertenecen a las primeras poblaciones agrícolas ganaderas del Neolítico, llegadas por vía marítima desde el Mediterráneo central.

El estudio pone al descubierto más de trescientos restos humanos de unos 7.400 años de antigüedad.
El estudio pone al descubierto más de trescientos restos humanos de unos 7.400 años de antigüedad.
Investigación
15/11/2018

Un estudio publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports pone al descubierto más de trescientos restos humanos de unos 7.400 años de antigüedad encontrados en el yacimiento de la cueva Bonica de Vallirana (Barcelona). Los restos corresponden al menos a siete personas entre las que habría un individuo adulto, mientras que los demás serían niños y jóvenes de entre trece y tres años de edad. Se trata de uno de los pocos conjuntos de restos de la península ibérica que pertenecen a las primeras poblaciones agrícolas ganaderas del Neolítico, llegadas por vía marítima desde el Mediterráneo central.

Los arqueólogos de la Universidad de Barcelona trabajan con la hipótesis de que probablemente los restos humanos no se enterraron al igual que lo hacemos hoy en día, sino que el ritual funerario consistió en depositar los esqueletos en esta cueva de Vallirana, en una especie de osario colectivo. Aparte de los restos humanos, también se han encontrado otros materiales arqueológicos que podrían haber formado parte del ajuar funerario. Entre ellos hay diferentes ornamentos, de los que destaca una pieza de collar hecho con coral rojo, hallazgo muy singular y escaso en los conjuntos prehistóricos de esta época, y también caracoles marinos perforados del género Columbella. El artículo concluye que las prácticas funerarias y rituales del Neolítico son difíciles de reconstruir, ya que los huesos humanos se encuentran dispersos y solo un estudio multidisciplinar es capaz de evaluar las distintas actividades.

El trabajo también ha revelado la existencia de otros artefactos arqueológicos singulares. Destacan por ejemplo las cerámicas de tipo cardial que, junto con las impresas, son las primeras que se documentan en la península ibérica. Esta clase de cerámica se asocia con la llegada por vía marítima de las primeras sociedades agrícolas y ganaderas que cultivan cereales —como el trigo y la avena— y tienen una ganadería de ovejas y cabras. En la cueva Bonica se han encontrado también otros utensilios, entre los que destacan herramientas hechas de hueso pulido, como espátulas y punzones, así como herramientas líticas de cristal de roca, sílex y jaspe. La presencia de herramientas hechas de jaspe —una piedra que se encuentra en estado natural en la montaña de Montjuïc (Barcelona)—, así como de restos de ornamentos hechos con elementos marinos, indica que los habitantes de la cueva Bonica pertenecían a sociedades agrícolas y ganaderas que se desplazaban por un territorio más amplio: desde el valle bajo del río Llobregat hasta la actual ciudad de Barcelona.

Por otra parte, el estudio completo del yacimiento ha permitido documentar que, además de las actividades funerarias, la cueva Bonica también acogió tareas agrícolas y ganaderas. Concretamente, debió de usarse como corral para guardar ganado, momento en el que se edificaron distintas estructuras.

La cueva Bonica de Vallirana

El yacimiento de la cueva Bonica es uno de los más importantes para el conocimiento de la Prehistoria de la península ibérica, y en especial para el conocimiento del Neolítico antiguo. De hecho, es el que tiene más restos humanos de este periodo —un total de trescientos correspondientes a por lo menos siete individuos— y también uno de los más antiguos y cruciales para entender la expansión del Neolítico desde Oriente Próximo hasta el Mediterráneo occidental.

Pese a tratarse de una cueva parcialmente destruida por una mina de calcita, fue descubierta como yacimiento y excavada por primera vez en 1936. Desde 2008, el Grupo de Investigación del Cuaternario del SERP, de la Universidad de Barcelona, esta llevando a cabo excavaciones arqueológicas en este yacimiento, y ya en un primer artículo publicado en 2017 se dio a conocer un primer conjunto de restos neolíticos, que ahora se completan y analizan en el artículo publicado.

El proyecto de excavación en la cueva Bonica de Vallirana está dirigido por los investigadores de la Universidad de Barcelona Joan Daura y Montserrat Sanz, miembros del Grupo de Investigación del Cuaternario del SERP (dirigido por Josep Maria Fullola). Además participan en él los investigadores Xavier Oms, Mireia Pedro y Pablo Martínez, también del SERP. En el trabajo que ha dado lugar al artículo de Journal of Archaeological Science: Reports han participado asimismo distintos investigadores de otras universidades del Estado. Las excavaciones han sido sufragadas por el Servicio de Arqueología y Paleontología de la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Vallirana.