Reconocimiento al CRAI UB por el apoyo al proyecto #SalvaPeironcely10 sobre el patrimonio cultural de la Guerra Civil
En 1936 el fotógrafo Robert Capa publicaba una de sus fotografías más conocidas, en la que se veían niños jugando entre los restos de los bombardeos alemanes e italianos sobre el barrio de Vallecas. Concretamente, estaban ante el edificio número 10 de la calle Perioncely, que quedó así inmortalizado. Más de ochenta años después, la Fundación Anastasio de Gracia-FITEL (AGFITEL) ha emprendido una campaña, a la cual se ha sumado el CRAI UB, con el fin de que ese inmueble sea declarado bien de interés cultural a la vez que se garantiza una vivienda digna a las familias que actualmente viven allí, de condiciones económicas precarias. Se trata de la iniciativa #SalvaPeironcely10, que finalmente ha dado sus frutos: el edificio de Vallecas está en la fase final para que el Ayuntamiento de Madrid lo incluya en el catálogo de bienes y espacios protegidos. Tras este logro, AGFITEL ha decidido hacer un reconocimiento público al CRAI UB por su apoyo, mediante un acto que ha tenido lugar hoy martes, 19 de febrero, en el Pabellón de la República de la Universidad de Barcelona.
En 1936 el fotógrafo Robert Capa publicaba una de sus fotografías más conocidas, en la que se veían niños jugando entre los restos de los bombardeos alemanes e italianos sobre el barrio de Vallecas. Concretamente, estaban ante el edificio número 10 de la calle Perioncely, que quedó así inmortalizado. Más de ochenta años después, la Fundación Anastasio de Gracia-FITEL (AGFITEL) ha emprendido una campaña, a la cual se ha sumado el CRAI UB, con el fin de que ese inmueble sea declarado bien de interés cultural a la vez que se garantiza una vivienda digna a las familias que actualmente viven allí, de condiciones económicas precarias. Se trata de la iniciativa #SalvaPeironcely10, que finalmente ha dado sus frutos: el edificio de Vallecas está en la fase final para que el Ayuntamiento de Madrid lo incluya en el catálogo de bienes y espacios protegidos. Tras este logro, AGFITEL ha decidido hacer un reconocimiento público al CRAI UB por su apoyo, mediante un acto que ha tenido lugar hoy martes, 19 de febrero, en el Pabellón de la República de la Universidad de Barcelona.
La iniciativa #SalvaPeironcely10 ha reunido a varias entidades culturales y académicas de diferentes países, entre las que figura el CRAI Biblioteca del Pabellón de la República, uno de los archivos-biblioteca más importantes del mundo sobre la Segunda República, la Guerra Civil, el exilio, el franquismo y la Transición española. «Participamos en la campaña porque ese enclave madrileño era un lugar muy emblemático y significativo del ideario de Robert Capa, y además tiene una relación muy estrecha con el tipo de material que tenemos en la biblioteca del Pabellón», explica la responsable de esta biblioteca de la UB, Lourdes Prades. AGFITEL ha entregado al CRAI UB una placa conmemorativa durante el acto de reconocimiento, al que ha asistido el vicerrector de Artes, Cultura y Patrimonio, Salvador García. De hecho, desde este vicerrectorado se está liderando «un proyecto abierto y participativo que tiene como objetivo definir el mejor instrumento posible para preservar, poner en valor y enriquecer nuestro patrimonio cultural», ha recordado Salvador García. El vicerrector ha afirmado que «el CRAI ha sido pieza fundamental en la concepción de esta nueva arquitectura que justo ahora empezamos a dibujar, fundamentada en dos conceptos imprescindibles: la memoria y el conocimiento, un binomio que, transferido a la sociedad, da sus mejores frutos».
Desde AGFITEL explican que, además de hallarse en un estado avanzado la inclusión del edificio de la calle Peironcely en el catálogo de bienes y espacios protegidos, el Ayuntamiento de Madrid ha emprendido el proceso para expropiar el inmueble y convertirlo en dotación cultural. De hecho, la plataforma #SalvaPeironcely10 ha presentado ya el proyecto de creación en este espacio del Centro Robert Capa para la interpretación de los bombardeos aéreos de Madrid. En cuanto a los vecinos actuales, se les facilitará el acceso a viviendas de alquiler de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo. De momento, se han evitado dos desahucios de inquilinos y se ha negociado que continúen viviendo en Peironcely, 10 hasta que el edificio sea expropiado y ellos puedan ser realojados. En AGFITEL valoran muy positivamente «la red de personalidades e instituciones que han apoyado el proyecto, una red transversal y transnacional que se ha entendido perfectamente para la consecución de dos fines: la conservación de un patrimonio común, símbolo del horror de la guerra y la vulnerabilidad de la infancia, y la defensa de una vivienda digna».