Una obra profundiza en el papel de las mujeres en la antigua Mesopotamia

Portada del libro.
Portada del libro.
Investigación
(28/02/2019)

Josué J. Justel, investigador del Departamento de Historia y Filosofía de la Universidad de Alcalá, y Agnès Garcia Ventura, del Instituto del Próximo Oriente Antiguo (IPOA) de la Universidad de Barcelona, son los editores de Las mujeres en el Oriente cuneiforme (UAH), la primera obra en español centrada en el papel que tuvieron las mujeres en el Creciente Fértil. Los estudios que reúne este volumen se han basado en la manera en que las fuentes escritas cuneiformes mencionan a las mujeres: «En los textos escritos hace miles de años hay reinas y mujeres de las élites, pero también mujeres trabajadoras, mujeres escribas o músicas; las mujeres son más visibles de lo que nos podríamos imaginar a primera vista», explica Garcia Ventura.

Portada del libro.
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Investigación
28/02/2019

Josué J. Justel, investigador del Departamento de Historia y Filosofía de la Universidad de Alcalá, y Agnès Garcia Ventura, del Instituto del Próximo Oriente Antiguo (IPOA) de la Universidad de Barcelona, son los editores de Las mujeres en el Oriente cuneiforme (UAH), la primera obra en español centrada en el papel que tuvieron las mujeres en el Creciente Fértil. Los estudios que reúne este volumen se han basado en la manera en que las fuentes escritas cuneiformes mencionan a las mujeres: «En los textos escritos hace miles de años hay reinas y mujeres de las élites, pero también mujeres trabajadoras, mujeres escribas o músicas; las mujeres son más visibles de lo que nos podríamos imaginar a primera vista», explica Garcia Ventura.

Justel y Garcia Ventura solicitaron a reconocidos expertos, tanto nacionales como internacionales, que contribuyesen a la obra con artículos de su área de especialización. El libro resultante recoge diferentes colaboraciones acerca del papel que desempeñaron las mujeres en las primeras civilizaciones que usaron la escritura, y muestra que en ellas existía multitud de situaciones distintas y que, bajo ciertas condiciones, las mujeres disfrutaron de un alto grado de independencia. «Creemos que es importante publicar una obra de este tipo, porque permite hacer accesible investigación de primer nivel a un público para el que hasta ahora no ha sido fácil manejarla, bien por la lengua, bien por la especialización de los contenidos», afirma Garcia Ventura.

Como se desprende de las diversas contribuciones del libro, la sociedad mesopotámica antigua era marcadamente patriarcal. En general, las mujeres quedaban relegadas a un segundo plano y el padre, el marido o los hermanos actuaban muchas veces en su nombre. Por ejemplo, el número de textos en los que se atestigua que una mujer mesopotámica compraba, vendía, realizaba un contrato, etc., es comparativamente muy bajo respecto a las mismas circunstancias aplicadas a los hombres. No obstante, las fuentes reflejan numerosas situaciones especiales en las que, por una u otra razón, las mujeres disfrutaban de cierta independencia y capacidad de actuación política, jurídica y económica. Los textos cuneiformes nos hablan de mujeres escribas que redactan documentos para diferentes personas, de reinas que gestionan sus propias administraciones, de mujeres que tienen un papel destacado en la composición e interpretación de piezas musicales en la corte, de otras que deciden desheredar a familiares varones porque no las cuidan durante la vejez, etc. Aun siendo excepciones, estos datos suscitan reflexiones valiosísimas en los campos de la historia de las mujeres y en los estudios género. En cualquier caso, también se observa que estas sociedades patriarcales tendían a proteger a grupos vulnerables de población, como podían ser las viudas, las divorciadas, las niñas, además, por supuesto, de las personas pobres o los enfermos. «El libro nos permite constatar que las mujeres, de condiciones sociales variadas, eran bien visibles en las fuentes escritas, y que por tanto nuestra mirada actual también debe hacerlas más visibles de lo que a menudo han sido», concluye Garcia Ventura.

Civilizaciones diversas como la sumeria, la hitita, la babilónica o la asiria habitaron la antigua Mesopotamia y las regiones cercanas. En esencia, este marco geográfico se corresponde con los actuales países de Irak, Siria, Israel, Líbano, Turquía y parte de Irán. Estos pueblos tenían en común el hecho de que, para expresar por escrito sus diferentes lenguas (sumerio, acadio, etc.), empleaban el sistema cuneiforme, que consistía en la impresión de signos abstractos sobre tablillas de barro. La escritura cuneiforme fue empleada desde finales del IV milenio aC hasta el siglo I dC, por lo que estamos hablando de tres mil años de historia durante los que se redactaron, al menos, unos 300.000 textos de distinta naturaleza que se han recuperado en diferentes excavaciones arqueológicas.

Las diversas contribuciones de Las mujeres en el Oriente cuneiforme están divididas en varias secciones temáticas: la vida intelectual y cultural, la vida económica y jurídica, y la vida política. Asimismo, el libro contiene un completo índice de materias y una introducción a cargo de los editores, en la que se exponen los aspectos historiográficos del tema.