El Edificio Histórico de la UB recupera el sonido de las campanas

El rector Joan Elias ha inaugurado hoy las campanas, que después de dos décadas sin tocar, volverán a marcar las horas y los cuartos en la plaza Universitat.
El rector Joan Elias ha inaugurado hoy las campanas, que después de dos décadas sin tocar, volverán a marcar las horas y los cuartos en la plaza Universitat.
Institucional
(09/04/2019)

Las campanas del Edificio Histórico de la UB vuelven a marcar las horas y los cuartos en la plaza Universitat. La inauguración ha tenido lugar este martes 9 de abril, a las 12 h, en un acto que ha presidido el rector de la UB, Joan Elias.

Hacía más de dos décadas que las campanas no tocaban: desde 1995, cuando el reloj se estropeó y las campanas dejaron de funcionar. Entonces, el elevado coste de la reforma obligó a dejarlas paradas. Los primeros trabajos de recuperación no se llevaron a cabo hasta unos años después. Fue en la primavera de 2009: el deterioro que el transcurso de 130 años había provocado en la torre del reloj y el campanario del Edificio Histórico hizo que se procediera a restaurarlos. Las tareas de reparación se prolongaron durante cuatro meses. En aquella primera intervención se restauró la estructura metálica del campanario, junto con las dos campanas de bronce, pero estas continuaron igualmente sin tocar. Ahora, gracias a la iniciativa del Vicerrectorado de Artes, Cultura y Patrimonio, se ha decidido recuperar su sonido.

El rector Joan Elias ha inaugurado hoy las campanas, que después de dos décadas sin tocar, volverán a marcar las horas y los cuartos en la plaza Universitat.
El rector Joan Elias ha inaugurado hoy las campanas, que después de dos décadas sin tocar, volverán a marcar las horas y los cuartos en la plaza Universitat.
Institucional
09/04/2019

Las campanas del Edificio Histórico de la UB vuelven a marcar las horas y los cuartos en la plaza Universitat. La inauguración ha tenido lugar este martes 9 de abril, a las 12 h, en un acto que ha presidido el rector de la UB, Joan Elias.

Hacía más de dos décadas que las campanas no tocaban: desde 1995, cuando el reloj se estropeó y las campanas dejaron de funcionar. Entonces, el elevado coste de la reforma obligó a dejarlas paradas. Los primeros trabajos de recuperación no se llevaron a cabo hasta unos años después. Fue en la primavera de 2009: el deterioro que el transcurso de 130 años había provocado en la torre del reloj y el campanario del Edificio Histórico hizo que se procediera a restaurarlos. Las tareas de reparación se prolongaron durante cuatro meses. En aquella primera intervención se restauró la estructura metálica del campanario, junto con las dos campanas de bronce, pero estas continuaron igualmente sin tocar. Ahora, gracias a la iniciativa del Vicerrectorado de Artes, Cultura y Patrimonio, se ha decidido recuperar su sonido.

Los trabajos realizados han consistido en sustituir los elementos de hierro por otros de bronce —que no deterioran el metal de las campanas, de más de un siglo de historia— y también en instalar un sistema electrónico que programará los toques. Las campanas, con un sonido de 65 decibelios, se oirán desde las 8 hasta las 22 h, de lunes a domingo.

«Lo que queremos es, con el pequeño presupuesto que tenemos, ir recuperando elementos patrimoniales del Edificio Histórico; en este caso, el sonido de las campanas», explica Salvador García Fortes, vicerrector de Artes, Cultura y Patrimonio de la UB. Y continúa: «Las campanas, además, tienen una doble vertiente patrimonial: la parte material, pero también su contenido inmaterial. Se quiere recuperar un sonido, la presencia de la UB en la sociedad, mediante un instrumento “musical” (la campana de las horas tiene el sonido de un mi, y la de los cuartos, de un sol) como son las campanas que siempre han estado asociadas al Edificio Histórico». Un edificio que es, además, todo un emblema de la ciudad, declarado monumento histórico nacional en 1970.

Un reloj para marcar el ritmo de la vida académica y de la ciudad

«Alumni et magistri academiae barcinonensi obtemperate sono» (alumnos y profesores de la academia de Barcelona, obedeced el sonido) es parte de la inscripción latina que se puede leer en la campana de las horas. Elias Rogent, ya desde sus primeros proyectos, concibió un campanario en el que se alojara un reloj que debía marcar los horarios, la precisión y el rigor propios de la vida académica. Inicialmente tenía que estar en el centro de la fachada de la Universidad, pero no se llegó a construir nunca en el proyecto definitivo, que comenzó en 1863 y en 1872 ya estaba prácticamente terminado desde el punto de vista arquitectónico.

En lugar de esa primera propuesta, en 1877 se construyó en la torre oeste la estructura de hierro actual (una estructura metálica de cuatro brazos que recubre las campanas a la manera de una cúpula abierta de estilo renacentista). Se siguieron siempre los diseños de Rogent, que posiblemente contó con la colaboración del maestro Joan Torras Guardiola, también profesor de la Escuela Provincial de Arquitectura, emplazada en el mismo Edificio Histórico y dirigida por Rogent.

La campana de las horas tiene un diámetro de 110 cm y pesa 750 kg, y la de los cuartos, 97 cm de diámetro y 500 kg de peso. Ambas tienen grabados los escudos de la Universidad de Barcelona y el lema «Perfundet omnia luce», rematados por una gran corona real, y con inscripciones en latín que informan de que las campanas fueron construidas en Vic por la fundición de Miquel Forcada, en 1880, durante el reinado de Alfonso XII.

La documentación conservada en el Archivo Histórico de la UB permite descubrir más detalles sobre la construcción. Allí se encuentra, por ejemplo, el expediente sobre el contrato de construcción del reloj asociado a las campanas, donde figura el plano original de la torre del reloj (1877), dibujado a mano y de una gran belleza. También el pliego de condiciones del contrato de construcción del campanario (1880), así como un documento con fecha de agosto de 1880 sobre el pago de las campanas, que revela que estas tuvieron un coste de 6.566 pesetas.

Seguimiento en los diarios de 1881

Los periódicos de la época se dedicaron a narrar lo que se vivió como todo un evento en la ciudad. «En los aparadors del basar «El gallo de oro», situat en la plassa Real, cantonada del carrer de Zurbano, crida lʼatenció un ben deixat rellotge de campanar, destinat á la nova Universitat. Lo rellotge, que tocará quarts y horas, ab repetició, ha sigut construhit en Barcelona per los senyors Cabanyach, pare y fill. Com en lo vestíbul de la Universitat estàn ja preparadas las campanas destinadas al rellotge de queʼns ocupem, es dʼesperar que funcionará aviat, ab gran contentament dels vehins dʼaquella part del Ensanxe», se podía leer en el Diari Català (n.º 564) del 1 de marzo de 1881.

El 1 de abril del mismo año La Vanguardia publicaba: «”A cada santo le llega su día”, dice el refrán, y así le ha sucedido á la Universidad nueva, que al fin hemos podido lograr que se la dotara de un reloj, aparato que era sumamente indispensable en aquel edificio, dado el objeto á que está destinado hace ya algunos años. Pues bien: está ya instalada la esfera y las campanas de dicho reloj, faltando solo que se haga funcionar. La esfera tiene gran magnitud, de suerte que ocupa por completo la cuarta ventana de la torre derecha, lo cual permite que las horas puedan verse á regular distancia».

No será, sin embargo, hasta el 18 de junio de 1881 cuando las campanas toquen por primera vez: «Lo rellotge de la torre de la Universitat ja toca. Las duas campanas peraʼls quarts y las horas son de repetició, tenen bon timbre y se senten desde molta distancia. Ara sols falta que sempre vagi bé», recogía el Diari Català (n.º 680). Que así sea.

Es posible ver imágenes de les campanas y del acto de inauguración, además de la documentación conservada en el Archivo Histórico de la UB, en este álbum de Flickr:

Vuelven a sonar las campanas del Edificio Histórico de la UB