Poesía visual que remueve emociones

De izquierda a derecha, Gonçal Mayos, Toni Prat y Miquel Pérez.
De izquierda a derecha, Gonçal Mayos, Toni Prat y Miquel Pérez.
Cultura
(09/05/2019)

La Facultad de Filosofía de la UB acoge, hasta el 30 de junio, la muestra «Poesia filosòfica... visual» de Toni Prat, que incluye un centenar de obras repartidas por el edificio. «La poesía visual es aquella que tiene la capacidad de conmover el consciente y el inconsciente de las personas, que remueve las emociones y las convicciones, y que sorprende con su elocuencia abstracta y exquisita, todo ello condensado en una metáfora», dice Prat de su obra.

Este artista de Vic —que durante años se dedicó a la fotografía erótica, pero que también había hecho escultura y ahora crea matematicopoemas— se enamoró de Joan Brossa en 2001, cuando vio una exposición sobre su obra en la Fundación Tàpies. Decidió entonces lanzarse de cabeza a la poesía visual y publicó el libro Eloqüències: poesia visual, convencido de que esta era una buena vía para comunicarse con el espectador. Su arte le valió, en 2012, el Premio Poesía Brossiana.

De izquierda a derecha, Gonçal Mayos, Toni Prat y Miquel Pérez.
De izquierda a derecha, Gonçal Mayos, Toni Prat y Miquel Pérez.
Cultura
09/05/2019

La Facultad de Filosofía de la UB acoge, hasta el 30 de junio, la muestra «Poesia filosòfica... visual» de Toni Prat, que incluye un centenar de obras repartidas por el edificio. «La poesía visual es aquella que tiene la capacidad de conmover el consciente y el inconsciente de las personas, que remueve las emociones y las convicciones, y que sorprende con su elocuencia abstracta y exquisita, todo ello condensado en una metáfora», dice Prat de su obra.

Este artista de Vic —que durante años se dedicó a la fotografía erótica, pero que también había hecho escultura y ahora crea matematicopoemas— se enamoró de Joan Brossa en 2001, cuando vio una exposición sobre su obra en la Fundación Tàpies. Decidió entonces lanzarse de cabeza a la poesía visual y publicó el libro Eloqüències: poesia visual, convencido de que esta era una buena vía para comunicarse con el espectador. Su arte le valió, en 2012, el Premio Poesía Brossiana.

Todos los poemas expuestos en la Facultad de Filosofía tienen en común la capacidad de sorprender al espectador en la medida en que contradicen la lógica de las cosas (por ejemplo, un pájaro enjaulado que dentro de la jaula tiene otro pajarito enjaulado). Asimismo, interpelan con cuestiones tan existenciales como el paso del tiempo (un reloj que marca las horas a partir de las 25), o las discriminaciones raciales (un tablero de ajedrez que tiene dos niveles: arriba, para las fichas blancas, y abajo, para las negras), sin descuidar tampoco la sátira política (una urna que actúa como trituradora y de la que las papeletas caen convertidas en añicos).

 

Los secretos del proceso creativo de Prat, explicados por el artista

Como actividad complementaria a la exposición, el miércoles se invitó al alumnado a participar en un debate abierto con el artista y dos profesores que analizaron las características de la obra de Prat: Gonçal Mayos (UB) lo hizo desde el punto de vista más filosófico, y Miquel Pérez Mas (UVic), desde la vertiente de la historia del arte.

La ocasión brindó a los asistentes una oportunidad única para conocer al artista y resolver dudas o curiosidades sobre las particularidades de su obra. Básicamente, Prat trabaja con fotografías que después retoca gráficamente. «Siempre parto de un concepto, y luego busco la imagen que mejor lo represente, y no al revés», dijo respecto al proceso de creación que sigue. La inspiración le viene en cualquier momento: «Tengo el ordenador en la mesa del comedor y, mientras veo la tele, voy anotando ideas en el mantel, que es de papel».

Además, el artista desveló que el secreto está en «rebajar, simplificar, ir a la esencia». Prat intenta decir la máxima cantidad de cosas con una sola imagen y procura que esta sea lo más concisa posible. «Tampoco —puntualiza— la quiero hacer demasiado hermosa desde el punto de vista estético, como cuando hacía fotografía erótica, porque entonces el espectador se pierde en el atractivo o la belleza de esa imagen y no va más allá de ella». También puso de relieve el hecho de que las imágenes que propone no son una simple representación gráfica, como podría ser la fotografía de una boda, sino que pretenden lograr mayor alcance porque buscan provocar desconcierto, hacer pensar y reflexionar.

Preguntado sobre si la interpretación de cada poema es abierta o no, reconoció que en realidad él es muy pretencioso: «Cuando hago un poema espero que el otro capte mi idea; evidentemente respeto todas las interpretaciones posibles, pero me sabe mal si alguien no capta la idea que yo quería transmitir». Finalmente, Prat confesó por qué sus obras no llevan ningún título: «Decidí que las imágenes debían hablar por sí solas, que no quería dar ninguna pista al espectador; es que no quiero que pongan ni "sin título". Las imágenes han de valerse por sí mismas».