Una fiesta para reivindicar la cultura científica

la Fiesta de la Ciencia de la UB ha reunido a más de 1.500 asistentes en torno a medio centenar de talleres de todos los ámbitos del conocimiento.
la Fiesta de la Ciencia de la UB ha reunido a más de 1.500 asistentes en torno a medio centenar de talleres de todos los ámbitos del conocimiento.
Investigación
(17/05/2019)

El equipo La UB Divulga se esfuerza a diario para hacer llegar a toda la ciudadanía la investigación que se lleva a cabo en la Universidad de Barcelona. Porque su razón de ser es esa: fomentar el interés social por la ciencia y el conocimiento, aumentar la cultura científica de los ciudadanos y contribuir a incrementar las vocaciones científicas en los jóvenes y los niños. No obstante esa labor diaria, hay una fecha clave en su calendario de actividades anuales: La Fiesta de la Ciencia. Esta es, de largo, la jornada más intensa del año para la UCC+i de la UB, ya que reúne en el Edificio Histórico a investigadores de todos los ámbitos del conocimiento para que muestren al público no especializado, de la manera más lúdica y divulgativa posible, toda la investigación que normalmente desarrollan en los laboratorios, sobre el terreno o en los despachos.

la Fiesta de la Ciencia de la UB ha reunido a más de 1.500 asistentes en torno a medio centenar de talleres de todos los ámbitos del conocimiento.
la Fiesta de la Ciencia de la UB ha reunido a más de 1.500 asistentes en torno a medio centenar de talleres de todos los ámbitos del conocimiento.
Investigación
17/05/2019

El equipo La UB Divulga se esfuerza a diario para hacer llegar a toda la ciudadanía la investigación que se lleva a cabo en la Universidad de Barcelona. Porque su razón de ser es esa: fomentar el interés social por la ciencia y el conocimiento, aumentar la cultura científica de los ciudadanos y contribuir a incrementar las vocaciones científicas en los jóvenes y los niños. No obstante esa labor diaria, hay una fecha clave en su calendario de actividades anuales: La Fiesta de la Ciencia. Esta es, de largo, la jornada más intensa del año para la UCC+i de la UB, ya que reúne en el Edificio Histórico a investigadores de todos los ámbitos del conocimiento para que muestren al público no especializado, de la manera más lúdica y divulgativa posible, toda la investigación que normalmente desarrollan en los laboratorios, sobre el terreno o en los despachos.

Marga Becerra, responsable de la UCC+i de la UB y «madre» de la Fiesta de la Ciencia, está convencida de que la cultura, entendida en términos generales, muchas veces excluye la ciencia. De ahí que con la Fiesta quiera reivindicar que «todo el mundo debe tener un mínimo de cultura científica, independientemente del trabajo que realice, porque es muy importante para la vida: sin cultura científica no se pueden tomar decisiones basadas en el conocimiento».

Con esta, la Fiesta de la Ciencia suma cinco ediciones y no ha parado de crecer. Las cifras hablan por sí solas: medio centenar de talleres, casi doscientos investigadores implicados y más de 1.500 asistentes. Algunos equipos de investigación se estrenaban este año, otros son incondicionales porque saben que esta es una oportunidad única para fomentar vocaciones entre los más jóvenes y para mostrar las aplicaciones de su investigación al público no especializado.

A las 9 h han comenzado a llegar las escuelas, y antes de las 10 h ya se formaban colas en todos los estands. Los alumnos eran mayoritariamente de secundaria, pero también los había de primaria, así como niños y niñas que venían con las familias. «Mi madre ha decidido que podía saltarme las clases del instituto y he venido a la Fiesta con mi abuelo. Ninguno de los dos habíamos venido nunca y nos ha gustado mucho. Los talleres me han parecido superinteresantes, no pensaba que sería tan entretenido», decía Héctor emocionado. «He alucinado con la cantidad de talleres. De hecho, la única crítica que haría es que no nos ha dado tiempo de verlos todos. El año que viene volvemos seguro», aseguraba el abuelo.

La investigación más allá de la bata blanca y el laboratorio

«Uno de los aspectos que habría que destacar de la Fiesta es, sin duda, la presencia de facultades que el público general no suele asociar con la investigación, como es el caso de la de Filología o la de Biblioteconomía y Documentación, que proponían, entre otros, un taller para descubrir que la fonética forense puede ayudar a averiguar quién es el autor de un crimen, o una actividad para probar algunas técnicas de fotografía forense», destaca Becerra.

Los participantes podían, también, hacer un test para poner a prueba sus conocimientos jurídicos, fabricar una maqueta de la Tierra vista por dentro, aprender cómo funciona la investigación arqueológica, descubrir el fundamento físico y el entramado matemático que hay tras las burbujas de jabón, o someterse a pruebas de evaluación neuropsicológica sobre el funcionamiento del cerebro, entre otros.

La lista de actividades en las que han podido participar los asistentes es interminable: desde averiguar las aplicaciones que puede tener la investigación en células madre, o entender el concepto de cultivo neuronal, hasta hacer una primera incursión en el campo de la nanotecnología y conocer las implicaciones de trabajar en la escala nano (entre 1 y 100 nanómetros), pasando por conocer que, gracias a la arqueoacústica, se puede saber cómo sonaban los instrumentos musicales antiguos e, incluso, fabricar uno.

Una experiencia que facilita las sinergias entre los investigadores

La Fiesta también quiere propiciar que los investigadores participantes conozcan al resto de compañeros y los talleres que organizan. Por eso la actividad ha tenido como colofón una comida interna dirigida específicamente a ellos. «Todo el esfuerzo ha valido la pena y la valoración que hacemos es muy positiva. El público y los investigadores han quedado contentos, y nosotros ya pensamos en la próxima edición», asegura Becerra.
 

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