Los retos de la inducción de la lactancia materna en mujeres no gestantes

Procedimientos todavía poco usuales como la lactancia inducida o la relactación por parte de mujeres que no han tenido ni un embarazo ni un parto previo son bastante desconocidos para la mayoría de profesionales de la salud, como comadronas y obstetras.
Procedimientos todavía poco usuales como la lactancia inducida o la relactación por parte de mujeres que no han tenido ni un embarazo ni un parto previo son bastante desconocidos para la mayoría de profesionales de la salud, como comadronas y obstetras.
Investigación
(18/07/2019)

Cuando pensamos en lactancia materna, lo hacemos relacionándolo con mujeres que han pasado por un embarazo y un parto. En los últimos quince años, el crecimiento de nuevos modelos familiares ha hecho que los niños lleguen a las familias por múltiples vías, entre ellas la adopción, la gestación por subrogación, o en parejas de dos mujeres. En este contexto, procedimientos todavía poco usuales como la lactancia inducida o la relactación por parte de mujeres que no han tenido ni un embarazo ni un parto previo son bastante desconocidos para la mayoría de profesionales de la salud, como comadronas y obstetras.

Procedimientos todavía poco usuales como la lactancia inducida o la relactación por parte de mujeres que no han tenido ni un embarazo ni un parto previo son bastante desconocidos para la mayoría de profesionales de la salud, como comadronas y obstetras.
Procedimientos todavía poco usuales como la lactancia inducida o la relactación por parte de mujeres que no han tenido ni un embarazo ni un parto previo son bastante desconocidos para la mayoría de profesionales de la salud, como comadronas y obstetras.
Investigación
18/07/2019

Cuando pensamos en lactancia materna, lo hacemos relacionándolo con mujeres que han pasado por un embarazo y un parto. En los últimos quince años, el crecimiento de nuevos modelos familiares ha hecho que los niños lleguen a las familias por múltiples vías, entre ellas la adopción, la gestación por subrogación, o en parejas de dos mujeres. En este contexto, procedimientos todavía poco usuales como la lactancia inducida o la relactación por parte de mujeres que no han tenido ni un embarazo ni un parto previo son bastante desconocidos para la mayoría de profesionales de la salud, como comadronas y obstetras.

La revista especializada Journal of Human Lactation ha publicado un estudio llevado a cabo por investigadoras de la Universidad de Barcelona y de la Universidad de Vic (UVic-UCC) sobre el proceso de inducción de la lactancia materna en mujeres que no han pasado por un parto, así como sobre la relactación en el caso de mujeres que han amamantado en embarazos previos. Se trata de un primer estudio cualitativo basado en entrevistas en profundidad a cerca de una decena de mujeres en España que han vivido la inducción de la lactancia materna en maternidad por adopción, por gestación subrogada o en parejas de dos madres.

Los retos principales que se han identificado en el estudio apuntan a dificultades y estrés en la madre a causa de la falta de información por parte de los profesionales para resolver dudas y miedos durante todo el proceso. También a la falta de apoyo del entorno, que a menudo cuestiona la decisión. En la finalización de la lactancia, se ha detectado una pérdida de corresponsabilidad en parejas de dos mujeres, o incluso una pérdida en el sentimiento de vinculación con el bebé.

Según concluye el trabajo, en un momento en que los modelos de procreación son plurales, los profesionales de la salud deben tener conocimientos sobre la relactación y la lactancia inducida para proporcionar orientación y asistencia adecuadas. «Los resultados del estudio mejoran el conocimiento sobre un proceso poco conocido y poco habitual, pero en aumento en nuestra sociedad gracias a los avances tecnológicos que permiten llegar a la maternidad sin pasar por un embarazo y un parto», apunta Gemma Cazorla Ortiz, primera autora del artículo y profesora asociada en la Escuela de Enfermería de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB. Cazorla, que es investigadora en formación en el programa de doctorado en Enfermería y Salud de la UB, en cuyo ámbito realiza una tesis sobre este tema, asegura: «Este conocimiento puede servir de ayuda para mejorar las estrategias de intervención profesional. A causa de la dificultad física del proceso, el apoyo externo es esencial, y las participantes esperaban que los profesionales de la salud les proporcionaran información y apoyo relevantes».

«Hay una falta de investigación sobre la experiencia de las mujeres que llevan a cabo estos procesos», apunta Josefina Goberna, profesora del Departamento de Enfermería de Salud Pública, Salud Mental y Materno-infantil de la UB y una de las directoras de la tesis citada. «Tampoco existe una guía estandarizada sobre métodos para inducir la lactancia materna en estos casos», destaca.

Según Paola Galbany Estragués, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Bienestar de la UVic-UCC y coautora del trabajo publicado en Journal of Human Lactation, «las mujeres deciden amamantar mediante la inducción y la relactación para construir el vínculo con sus hijos, y este hecho las empodera para superar toda una serie de retos complejos».

A través de grupos de apoyo a la lactancia se identificaron nueve mujeres, tres por cada uno de los supuestos implicados en esta práctica: adopción, gestación subrogada o parejas de dos madres. Además, dos de ellas habían amamantado gemelos. De las entrevistas a estas mujeres se desprende que la principal motivación era mejorar el sentimiento de proximidad con sus criaturas. En los casos estudiados, el proceso de inducción duró entre un mes y medio y cuatro años. Las participantes manifestaron que durante la lactancia materna aumentaba el vínculo entre la madre y el bebé, y que este sentimiento tendió a disminuir después del destete. La media de edad de las participantes fue de 33 años, la de los niños cuando empezaron la lactancia fue de diecisiete días, y el tiempo medio de lactancia fue de diecisiete meses.

Los procedimientos de inducción incluyen un tratamiento farmacológico —tratamientos hormonales que simulan las condiciones de gestante—, además de la estimulación. Existen pocos casos de inducción de la lactancia en los que solo se utilicen métodos no farmacológicos, que aparte de la estimulación, se complementan con hierbas galactagogas —que aumentan la secreción láctea— o con suplementos dietéticos.

Referencia del artículo:
G. Cazorla-Ortiz, P. Galbany-Estragués, N. Obregón-Gutiérrez, J. Goberna-Tricas. «Understanding the challenges of induction of lactation and relactation for non-gestating spanish mothers». Journal of Human Lactation. Doi: 10.1177/0890334419852939