Medio siglo formando a formadores

La efeméride se celebró ayer en el Aula Magna del Edificio Histórico, en un acto presidido por la vicerrectora de Docencia, Sílvia Burset.
La efeméride se celebró ayer en el Aula Magna del Edificio Histórico, en un acto presidido por la vicerrectora de Docencia, Sílvia Burset.
Académico
(08/11/2019)

Hace ahora cincuenta años, en 1969, se creó el Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de la Universidad de Barcelona. Desde entonces, el Instituto ha estado al servicio del desarrollo profesional de los diversos colectivos del mundo educativo, en todas sus dimensiones y tareas.

La efeméride se celebró ayer en el Aula Magna del Edificio Histórico, en un acto presidido por la vicerrectora de Docencia, Sílvia Burset.
La efeméride se celebró ayer en el Aula Magna del Edificio Histórico, en un acto presidido por la vicerrectora de Docencia, Sílvia Burset.
Académico
08/11/2019

Hace ahora cincuenta años, en 1969, se creó el Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de la Universidad de Barcelona. Desde entonces, el Instituto ha estado al servicio del desarrollo profesional de los diversos colectivos del mundo educativo, en todas sus dimensiones y tareas.

La efeméride se celebró ayer en el Aula Magna del Edificio Histórico, en un acto presidido por la vicerrectora de Docencia, Sílvia Burset; la directora general de Universidades de la Generalitat de Cataluña, Victòria Girona; el subdirector general de Innovación y Formación del Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña, Jesús Moral, y José María Gutierrez, en representación de los antiguos trabajadores del ICE. También participaron en el acto Xavier M. Triadó y Carme Panchón, director y directora adjunta del Instituto, respectivamente, así como el investigador y profesor de la UB y director de la Cátedra de Neuroeducación UB-Edu1st, David Bueno.

En el transcurso del acto se proyectó un vídeo sobre los cincuenta años del Instituto y se hizo una actuación musical a cargo de la Polifónica de Vilafranca.

Un instituto en constante evolución

El ICE ha estado en constante evolución en estos cincuenta años. De hecho, entre los años 2011 y 2012 se desarrolló un intenso y rico debate sobre el cambio de modelo y de orientación del Instituto, lo que desembocó en una nueva vía de trabajo. En julio de 2018, el Consejo de Gobierno de la UB aprobó el cambio de denominación del ICE, que pasó a llamarse Instituto de Desarrollo Profesional - Instituto de Ciencias de la Educación (IDP-ICE). Fue un cambio importante, pero la función sigue siendo la misma: ayudar a la formación del profesorado del Departamento de Educación, del profesorado de nuestra Universidad y de los diversos colectivos que se dedican a las labores educativas.

En su parlamento de presentación del acto, Sílvia Burset subrayó «la importancia capital del IDP-ICE en la formación permanente del personal de todos los colectivos profesionales, que incide especialmente en los ámbitos de la docencia, la investigación, la gestión, la innovación y la transferencia de conocimiento». Burset también puso de relieve que «a diferencia de otras universidades más pequeñas, que en su conjunto son más homogéneas, la UB es heterogénea, diversa, plural y con muchas peculiaridades y particularidades». En ese contexto, «el funcionamiento del IDP-ICE debe ser más complejo en su organización y gestión para poder dar respuesta a las múltiples realidades».

Burset destacó, finalmente, que «el IDP-ICE desarrolla una tarea muy importante a través de las relaciones de colaboración con distintas instituciones y entidades sociales, así como para crear y planificar cursos, posgrados, convocatorias de proyectos, congresos, seminarios, colaboraciones, publicaciones y muchas otras acciones con el fin de asesorar, informar y formar desde el espíritu crítico, la reflexión y el compromiso social e institucional».


Aprender para crecer y crecer para aprender: el reto de la formación continua

El programa del acto incluyó una conferencia central, a cargo de David Bueno, que fue presentada por la directora adjunta del IDP-ICE, Carme Panchón: «Hace años que el doctor Bueno trabaja en la relación entre cerebro y aprendizaje, que conoce perfectamente. Saber cómo funciona nuestro cerebro nos permite aprender mejor y ser conscientes de que el aprendizaje es constante en nuestra vida. En el IDP-ICE nos interesa hacer las cosas mejor, especialmente respecto a todo lo relacionado con la formación y el desarrollo de profesionales del ámbito educativo y social. En este sentido, la conferencia “Aprendre per créixer i créixer per aprendre: el repte de la formació contínua” nos planteará muchas preguntas y nos animará a buscar respuestas para mejorar nuestra práctica».

En su discurso, David Bueno habló de una de las grandes claves del cerebro humano: la capacidad de aprender cosas nuevas durante toda la vida. Explicó la plasticidad neuronal, cómo el cerebro almacena los aprendizajes y cómo estos mismos aprendizajes condicionan su funcionamiento futuro. Habló también de la evolución, de qué procesos nos han llevado a poseer esta característica. «Aprender durante el transcurso de la vida (lo que los ingleses llaman long life learning) no es solo una posibilidad, sino un imperativo biológico. La cuestión está en cómo lo aprovechamos», concluyó Bueno.

En la clausura del acto, Xavier M. Triadó, director del IDP-ICE, destacó el valor del equipo humano que lo integra, al que definió como «un conjunto de personas apasionadas por la educación y el aprendizaje que hacen posible un proyecto sólido y robusto, buscando siempre la continuidad de las líneas iniciadas hace cincuenta años, y que ahora toca mejorar y adaptar a las nuevas realidades». Triadó parafraseó a Albert Einstein, a quien se le atribuye la frase «procura no ser una persona de éxito, procura ser una persona de valor», porque —dijo— «para un docente no es suficiente saber, tener el conocimiento específico de cada área, también le es necesario mejorar la didáctica —y diría también que la psicología— para saber trasmitir un conocimiento que los estudiantes incorporan, y que les hace pensar e incluso les hace cambiar». Por último, agradeció a todos los presentes su dedicación a la formación de los formadores, que es, subrayó, el camino para mejorar toda la formación.