Descubrir y proteger la biodiversidad colaborando en el censo de rapaces nocturnas

Este censo fue una actividad participativa y abierta a todas las personas interesadas en la naturaleza, la conservación de la biodiversidad, las aves rapaces y los espacios naturales.
Este censo fue una actividad participativa y abierta a todas las personas interesadas en la naturaleza, la conservación de la biodiversidad, las aves rapaces y los espacios naturales.
Institucional
(16/04/2019)

Estudiantes, naturalistas, ingenieros, economistas, banqueros, informáticos, agricultores, arquitectos, informáticos, e incluso niños pequeños con sus familiares son algunos ejemplos de los grupos de voluntarios que han participado en el censo de rapaces en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i de l'Obac. De diciembre de 2018 a febrero de 2019, esta iniciativa ha reunido con éxito a unas setenta personas —entre los siete y los 62 años de edad— con distintos perfiles pero con un interés común por conocer mejor la biodiversidad, el medio ambiente y las aves rapaces, y contribuir así a mejorar la conservación de los espacios naturales que nos rodean.

Este censo fue una actividad participativa y abierta a todas las personas interesadas en la naturaleza, la conservación de la biodiversidad, las aves rapaces y los espacios naturales.
Este censo fue una actividad participativa y abierta a todas las personas interesadas en la naturaleza, la conservación de la biodiversidad, las aves rapaces y los espacios naturales.
Institucional
16/04/2019

Estudiantes, naturalistas, ingenieros, economistas, banqueros, informáticos, agricultores, arquitectos, informáticos, e incluso niños pequeños con sus familiares son algunos ejemplos de los grupos de voluntarios que han participado en el censo de rapaces en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i de l'Obac. De diciembre de 2018 a febrero de 2019, esta iniciativa ha reunido con éxito a unas setenta personas —entre los siete y los 62 años de edad— con distintos perfiles pero con un interés común por conocer mejor la biodiversidad, el medio ambiente y las aves rapaces, y contribuir así a mejorar la conservación de los espacios naturales que nos rodean.

 

Tanto si venían de comarcas próximas al citado parque o de regiones más alejadas —País Vasco, Castilla y León, Madrid, Galicia, Valencia e incluso Francia—, los voluntarios fueron los auténticos protagonistas de la actividad, siempre bien pertrechados con abrigos para el frío y con la guía sonora a mano para identificar el canto de los machos durante la época de celo.

La elaboración del censo de rapaces nocturnas —una iniciativa de ciencia ciudadana que ha encontrado una gran respuesta social— se llevó a cabo en seis sesiones, centradas en dos zonas del parque: la vertiente este y la sierra del Obac. Ayudados de la guía especializada, y de la mano de los equipos de expertos, los voluntarios participaron en la identificación sonora de especies de rapaces que se crían en riscos y bosques. Del cárabo (Strix aluco), por ejemplo, se pudieron contar hasta 46 escuchas de machos (veinticinco en la vertiente este y veintiuna en la sierra del Obac).

Durante las jornadas, los voluntarios pudieron descubrir la metodología —y las limitaciones por la falta de certeza o de repetibilidad de las escuchas— que se aplica en el trabajo de campo para la identificación sonora de pájaros nocturnos. Como resultado, los datos revelaron que hay doce territorios ocupados por cárabos en la sierra del Obac, y dieciséis en la vertiente este. La diferente topografía de cada vertiente del parque también propició otro descubrimiento: los treinta minutos que separan la puesta de sol en cada zona implican un desfase similar en el inicio de la actividad nocturna de los cárabos de cada valle. 

Durante el censo, también se pudieron escuchar un macho de búho real (Bubo bubo), becadas (Scolopax rusticola), mirlos (Turdus merula), arrendajos (Garrulus glandarius), torcaces (Columba palumbus), corzos (Capreolus capreolus) y zorros (Vulpes vulpes), y además se vieron cuervos (Corvus corax) y halcones peregrinos (Falco peregrinus), entre otras especies. Los participantes también pudieron constatar cómo el entorno natural está afectado por la contaminación acústica, la elevada frecuentación humana y el efecto de la caza en las aves rapaces.

La iniciativa del censo de rapaces nocturnas está impulsada por el Centro de Monitoreo de la Biodiversidad de Montañas Mediterráneas (CMBMM), una entidad creada en 2016 por la UB y la Diputación de Barcelona. La dirige el profesor Joan Real, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la UB (IRBio).

Situado en la masía de La Mata —la oficina del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i de lʼObac—, el CMBMM es una iniciativa pionera en el territorio catalán y en todo el Estado en el ámbito de estudio de la gestión y conservación de la biodiversidad.


El Equipo de Biología de la Conservación que dirige el profesor Joan Real, miembro del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales, inició los primeros censos de rapaces en este parque natural hace más de treinta años, una tarea decisiva para identificar una de las poblaciones de cárabo más densas de toda Cataluña.



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