Las principales redes internacionales de universidades se unen para abrir los datos de investigación

 
 
Investigación
(19/02/2020)

Nueve redes universitarias de investigación intensiva, entre ellas, la Liga Europea de Universidades de Investigación (LERU) —a la que pertenece la UB—, han firmado la Declaración de la Sorbona sobre los derechos de los datos de investigación. El texto reafirma la voluntad de las universidades de compartir sus datos y pide a los gobiernos un marco jurídico claro para regular este intercambio y proporcionar los medios para ponerlo en práctica.

 
 
Investigación
19/02/2020

Nueve redes universitarias de investigación intensiva, entre ellas, la Liga Europea de Universidades de Investigación (LERU) —a la que pertenece la UB—, han firmado la Declaración de la Sorbona sobre los derechos de los datos de investigación. El texto reafirma la voluntad de las universidades de compartir sus datos y pide a los gobiernos un marco jurídico claro para regular este intercambio y proporcionar los medios para ponerlo en práctica.

La declaración es un documento marco destinado a promover el intercambio y el uso adecuado de los datos, una cuestión esencial para asegurar la calidad y la transparencia de la investigación. Teniendo en cuenta que la mayor parte de los datos de investigación están financiados con dinero público, estos resultados representan miles de millones de euros en todo el mundo. El objetivo principal es hacer esos datos accesibles para acelerar los descubrimientos científicos y el desarrollo económico. En Europa, según un informe encargado por la Comisión Europea, la mejora en la gestión y compartición de los datos de investigación ahorraría 10.200 millones de euros al año, con un potencial adicional de 16.000 millones de euros de valor añadido para la innovación generada.

Las asociaciones firmantes de la Declaración de la Sorbona representan a más de 160 de las principales universidades de todo el mundo. Las nueve entidades firmantes son la Asociación de Universidades Americanas (AAU), la Alianza Africana de Universidades de Investigación (ARUA), la Coordinación de Universidades Francesas de Investigación Intensiva (CURIF), German U15, la Liga de Universidades Europeas de Investigación (LERU), el consorcio de universidades japonesas RU11, el Russell Group, The Group of Eight (Go8) y el Grupo de Universidades de Investigación de Canadá (U15).

 

La Universidad de Barcelona, pionera en la normativa de gestión de datos

La UB, única universidad española representada entre estos nueve firmantes, es pionera en el Estado en la aprobación de una normativa propia  de política de gestión de los datos de investigación. El objetivo es asegurar que tales datos se puedan encontrar con facilidad y sean accesibles, interoperables y reutilizables, según los principios FAIR  de buenas prácticas en la gestión de datos científicos.

Entre otros aspectos, los principales puntos de la normativa UB establecen que los datos se almacenen tan pronto como sean obtenidos en un espacio de acceso restringido a los investigadores que trabajan con ellos, y que se envíen a un depósito reconocido como máximo seis meses después de finalizar la investigación. Una vez se publiquen  los resultados de la investigación desarrollada, habrá que hacerlos públicos  siempre que sea posible. Además, los datos deben almacenarse de forma correcta, completa, no adulterada y responsable. Salvo casos de confidencialidad, seguridad, privacidad o acuerdo con terceras partes, los datos se publicarán de manera abierta.

Con el fin de llevar a cabo esta política de gestión de datos, la Universidad establecerá un servicio específico para la gestión de datos de investigación, y dispondrá tanto la infraestructura necesaria como la formación de los miembros de la comunidad universitaria. En esta línea, el CRAI ya cuenta con un Servicio de apoyo y asesoramiento  donde se puede encontrar la información sobre políticas y requerimientos de los datos, así como herramientas para crear planes de gestión, información sobre licencias, pautas para publicar y difundir los datos, y directrices para citarlos. Asimismo, un primer paso para implementar esta política ha sido incluir un plan de gestión de datos en el plan de investigación que se pide a los nuevos doctorandos de la UB.