Investigadores del IEB calculan que la crisis hará perder 1,3 millones de puestos de trabajo en España

Las ramas productivas con una mayor pérdida de empleo en valores absolutos son los sectores de servicios de restauración y alojamiento y de comercio.
Las ramas productivas con una mayor pérdida de empleo en valores absolutos son los sectores de servicios de restauración y alojamiento y de comercio.
Investigación
(15/04/2020)

La crisis derivada del COVID-19 puede suponer la pérdida de casi 1.300.000 puestos de trabajo en España, concretamente 1,27 millones. Estos son los cálculos que han hecho los profesores de la Universidad de Barcelona e investigadores del Instituto de Economía de Barcelona (IEB) Gemma García y Esteban Sanromá.

Las ramas productivas con una mayor pérdida de empleo en valores absolutos son los sectores de servicios de restauración y alojamiento y de comercio.
Las ramas productivas con una mayor pérdida de empleo en valores absolutos son los sectores de servicios de restauración y alojamiento y de comercio.
Investigación
15/04/2020

La crisis derivada del COVID-19 puede suponer la pérdida de casi 1.300.000 puestos de trabajo en España, concretamente 1,27 millones. Estos son los cálculos que han hecho los profesores de la Universidad de Barcelona e investigadores del Instituto de Economía de Barcelona (IEB) Gemma García y Esteban Sanromá.

El trabajo de ambos expertos parte de la base de que es necesario enfrentar diversas incertidumbres al intentar calcular la pérdida de puestos de trabajo en la economía española derivada de la crisis económica causada por el COVID-19. Las primeras guardan relación con la duración del shock y las segundas con su intensidad. La duración del shock depende a su vez del tiempo total de confinamiento y del período necesario para rebajar considerablemente el riesgo de contagio y, por tanto, para que los agentes económicos puedan regresar a la normalidad precedente. Por su parte, la intensidad del shock depende de las conductas de los agentes en cuanto al gasto, las cuales se ven condicionadas por sus ingresos durante el período y por la incertidumbre respecto a la situación tras el confinamiento. Sobre algunos de estos factores existe una mínima información, pero sobre la mayoría de ellos recae una fuerte incertidumbre.

Los investigadores han optado por plantear un solo escenario con una hipótesis central, de modo que ofrecen una única cifra referida a dicho escenario. Para realizar los cálculos, la duración del período de confinamiento se ha limitado a un mes y medio, porque la información disponible hace pensar que a partir del 26 de abril se iniciará una desescalada, aunque parcial. En cuanto a la duración de la fase de retorno a la normalidad, se ha fijado en el 30 de junio. Además, en un conjunto de actividades relacionadas con el turismo (como algunos transportes, restauración y alojamiento) se ha supuesto que la normalidad no se recuperará hasta después del verano. Asimismo, se ha descartado un segundo brote del SARS CoV-2 en otoño por considerar que supondría un shock distinto al actual.

Respecto a la intensidad del impacto, el análisis diferencia por ramas de actividad. De forma resumida, se concreta en que el sector primario y la industria alimentaria no registran descensos directos; mientras que en la industria manufacturera se han distinguido aquellas cuya demanda cae (textil, confección y calzado, por ejemplo), otras en que simplemente se aplaza (como vehículos o electrodomésticos) y las que registran un aumento (farmacia, plástico, química de consumo). Para la gran mayoría de los servicios, se suponen fuertes descensos por caída de la demanda.

La distribución de la pérdida de puestos de trabajo por sectores es necesariamente desigual, ya que el impacto es diverso en duración e intensidad, y además el número de ocupados por sector es muy dispar. El 81 % de la pérdida de empleos recae en el sector servicios; el 11,6 %, en actividades industriales; un 5,4 % corresponde al sector construcción, y el 2,1 % restante al sector primario. Las ramas productivas con una mayor pérdida de empleo en valores absolutos son los sectores de servicios de restauración y alojamiento (274.000 puestos) y de comercio (269.000), al verse muy afectados por el menor consumo, la caída del turismo extranjero este verano y la menor actividad económica general. El conjunto de los transportes y sus actividades auxiliares pierden unos 87.000 puestos de trabajo por la caída de los desplazamientos, el hundimiento del turismo y la menor actividad económica. Otro sector con cuantiosa pérdida de empleo es la construcción (68.000) por la menor inversión y el retroceso en la adquisición de vivienda a causa de la importante destrucción de ocupación en toda la economía española. También pierden muchos puestos de trabajo diversas actividades terciarias caracterizadas por suministrar servicios a todo tipo de empresas y por ser altamente intensivas en trabajo, como los servicios de seguridad y administrativos (58.000), los servicios deportivos, recreativos y de entretenimiento, y otros servicios personales (más de 30.000 en ambos casos).

Cabe indicar, por último, que la cifra resultante de los cálculos ha incorporado la corrección derivada de las medidas de apoyo aprobadas por el Gobierno. Este ingente esfuerzo presupuestario para sostener ingresos y mantener empleos, además de suponer una importante mejora social, comporta una menor destrucción de empleo, que puede aproximarse según los autores a algo más de 300.000 puestos de trabajo. No obstante, tal como indica el estudio, mantener en el tiempo el cuantioso gasto público necesario para ello puede tener efectos macroeconómicos adversos en el volumen de deuda pública, ya de por si elevada, y en la prima de riesgo. Resultaría por ello imprescindible alguna forma de apoyo financiero supranacional para limitar tales riesgos. En esa línea, caso de no darse un imprescindible acuerdo europeo , la corrección del desequilibrio presupuestario obligaría más pronto que tarde reducir el apoyo público del Gobierno, lo que daría lugar a una cuantiosa destrucción de empleo adicional.